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Tres meses y medio...

—¿Un hermanito? —preguntó Hoseok con la cabeza ladina—. ¿Dónde?

Una de las cosas que SeokJin sabía que sería complicada era explicarles a sus hijos sobre el nuevo bebé, había esperado un poco más hasta pasar el tiempo de gravidez, tenía que hacerlo de una manera que ellos pudieran comprender, pero estaba costándole, por las preguntas de Hoseok, su hijo estaba en la edad donde era muy curioso, así que quería todas las respuestas, aunque él tuvo conocimiento de que Taehyung estaba en su barriga, no era lo mismo, en ese entonces era muy pequeño.

—Aquí—dijo señalando su estómago—. ¿Recuerdas cuando me puse muy gordo y te dije que ahí estaba Tae? Bueno, es lo mismo, sólo que aquí hay otro hermanito para ustedes.

—Oh, bueno, está bien ¿No te lo comiste?

—No, ya te dije que no, no me lo comí—rio por lo bajo—. Sólo está ahí creciendo, llegará cuando ya sea más grande. Aquí lo guardo ¿Te acuerdas de los canguros? Que llevan a sus bebés en sus bolsas, es casi igual, sólo que el bebé no puede salir aún.

Hoseok abrió mucho los ojos y asintió. —¡Papi es un canguro!

—Podríamos decir que sí—rio dándole un abrazo—. Hobi, no puedes decirle a Namjoon ¿Está bien?

—¿Por qué no? —le miró con un puchero.

—Bueno, porque esta es una sorpresa para él, cuando regrese se va a sorprender por el bebé y será lindo—dijo riéndose de él mismo internamente—. Así que tenemos que guardarlo en secreto ¿Puedes hacer eso?

—¡Si! Papá va a ser feliz con la sorpresa del hermanito canguro—dijo emocionado.

SeokJin sonrió tenso, cada día se sentía un fracaso total, estaba entrando en un estado de ánimo gris, lloraba por las noches, pensaba día tras día si había tomado una buena decisión, las cosas marchaban con tranquilidad, su embarazo evolucionaba bien, pero él sentía la tempestad en su corazón.

Hablaba con Namjoon todos los días por mensaje, este parecía más entusiasmado que nunca por sus clases, siempre tenía algo que contar y lo escuchaba, sonreía a pesar de que quería soltarse a llorar y decirle la verdad, su consciencia le estaba pesando, se sentía culpable por ocultarle al bebé.

Todo parecía estar bien, hasta que no lo estuvo más.









Cinco meses

—¿Estás feliz de que veremos a tu hermanito o hermanita Tae? —dijo Jisoo dándole besos en la mejilla al pequeño, que últimamente estaba de un humor peligroso.

Estaba cansado, su madre lo había acompañado a las revisiones como todos los meses, a pesar de no hablar mucho del tema, estaba ahí y lo agradecía, no se sentía bien emocionalmente, no dejaba de llorar, de sentirse solo y enfermo, se hallaba bajo constante estrés, debía de trabajar mucho más, porque tomaría su baja laboral casi al final del ciclo escolar, tenía que dejar las cosas listas para el suplente y los temas bien revisados con sus estudiantes, eso hacía que durmiera poco, cuidar de los niños tampoco era lo más emocionante del mundo, ellos seguían siendo los mismos de siempre, a excepción de las rabietas de Taehyung, nada había cambiado, pero cuidarlos solo era un martirio, no podía descansar cuando estaba libre porque tenía que cuidarlos, a veces se encerraba en el baño a llorar de la desesperación.

Su estado de ánimo trajo consigo problemas en su relación a distancia, a veces estaba demasiado cansado para hablar con Namjoon o simplemente estaba molesto y al no comprender lo que pasaba Namjoon también se molestaba por sus reclamos y celos estúpidos, llegaban a pelear y dejar de hablar por días, era frustrante y doloroso.

Hosadama *Namjin* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora