Hosadama *Namjin*

39

La mente de Jin no era un lugar muy tranquilo, en los últimos días y después de saber con exactitud sobre el bebé, empezó a preguntarse qué pasaría si algo malo terminará sucediendo, si él faltaba no sólo Hobi y Tae quedarían huérfanos, sino también el bebé que estaba en camino, su salud era buena, pero no desechaba cualquier atrocidad que pudiera suceder, estaba aterrado, otra cosa que le preocupaba era el dinero, si bien, ganaba lo suficiente para vivir una vida tranquila con sus hijos, un nuevo bebé significaba muchos gastos más. No quería hacerlo, estaba empeñado a llevar todo el peso sobre sus hombros, pero indudablemente comenzó a pensar en sus padres.

Nunca había hablado con ellos de forma abierta, siempre estaba a la defensiva, y ellos por más que intentarán acercarse, entendieron que no los quería cerca, Jin estaba creciendo y comprendía algunas cosas, nadie era un buen padre, siempre se cometían errores, por esa razón, decidió acudir ese día a casa de sus padres.

—Creo que me estoy arrepintiendo—susurró cuando estacionó el auto frente a la casa—. No es buena idea.

—Jin, deja el drama, es algo que tienes que hacer—dijo Baek con una mueca.

—Ellos me dirán cosas horribles.

—¿Y si no es así?

—Lo harán, los conozco muy bien.

—Bueno, pero, igual tienen que saber.

—No tienen.

Baekhyun bufó molesto por su actitud, para Jin, su hermano menor no sabía de lo que hablaba porque nunca había tenido que vivir con el desprecio de sus padres.

—Aunque no quieras admitirlo, vas a necesitar su ayuda, y lo sabes bien, ¿Y si algo te pasa? ¿Y los gastos que se vienen? Jin deja tu orgullo por favor. No son tan malos, sé que te extrañan.

—Bien, vamos.

No creía nada de lo que Baekhyun decía, para él, sus padres nunca habían tenido la intención de arreglar las cosas, siempre habían sido duros a la hora de juzgar sus acciones, no los culpaba, los había decepcionado, no una sino dos veces, pero, por más que se esforzaba ellos no lo veían. Pero, por ese día quería darles el beneficio de la duda, deseaba pensar que ellos lo entenderían y apoyarían, aunque después de lo sucedido con Namjoon, no estaba muy seguro de ello.

Entraron a la casa, Hobi y Tae de inmediato corrieron por todas partes buscando a sus abuelos, Jin debía admitir que, aunque ellos no estuvieran felices con sus decisiones, eran unos excelentes abuelos para sus hijos. Baekhyun también caminaba con seguridad, muy diferente a él que ya no sentía ese lugar como su hogar.

Sus padres estaban en el jardín bebiendo té, recibieron con los brazos abiertos a los niños, quienes reían y estaban impacientes por jugar en el jardín, Jisoo, su madre, fue la primera que lo vio, le sonrió.

—Jin, es bueno verte.

—Hola mamá, hola papá.

—Jin—dijo el hombre con un asentimiento de cabeza.

—Siéntense, acaban de servir el té—dijo Jisoo señalando las dos sillas frente a ellos.

SeokJin trataba de ignorar las náuseas que tenía y tomo asiento, Baek negó.

—Yo jugaré con los niños mientras ustedes hablan.

Quiso matar a su hermano en ese instante, pero no dijo nada, espero a que una chica de servicio le sirviera una taza de té, olía bien, pero estaba seguro que si bebía un sorbo terminaría por vomitarlo todo.

—¿Sucede algo Jin? —preguntó su madre con cautela.

—Tengo que hablar con ustedes—dijo con una mueca, levantando todas sus defensas—. Y antes de decirlo, quiero que sepan que todo lo que pueden decir sobre esto ya lo sé, tanto que soy una desgracia para ustedes, como que sólo cometo error tras error.