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Luchaba por despertar, mientras sentía los besos cálidos y húmedos sobre su nuca, aquel cuerpo que se pegaba a su espalda, un brazo que lo abrazaba por la cintura fuerte y reconfortante. Sonrió, había pasado una semana desde que su relación inició. Aún se sentía inseguro, pero, Namjoon no dejaba de repetirle que estaba bien, que no pasaría nada malo.

Lo creyó, dormían juntos, pero, frente a los niños eran igual que siempre, trataban de no mostrar afecto, porque no querían que Hobi preguntara y que le dijera a Baekhyun o a su madre sobre lo que pasaba dentro de la casa.

—Buenos días—dijo sobre su oreja. Causándole cosquillas.

El tener relaciones era otra de las cosas que más había cambiado, por el simple hecho que ahora las estaba teniendo. Paso tiempo desde la última vez que fue tocado y se sentía muy bien, porque aunque Namjoon fuera inexperto, le gustaba la forma en la que lo hacía sentir querido y especial. Era mágico.

—Buenos días—suspiró.

—La alarma sonó.

—Lo sé—gruñó—. Tomaré una ducha primero.

—Podemos hacerlo juntos.

—Esa es una buena idea—rio, dándose la vuelta.

—Te ves tan hermoso al despertar.

—No digas mentiras.

—No es ninguna mentira, eres hermoso, a todas horas.

Le sonrió con ternura, Namjoon lo abrazó, besando su hombro desnudo.

—Tenemos que levantarnos, es hora.

—Sí, los niños no tardan en despertar.

SeokJin asintió, se sentó y tomó su mano, aún sentía pena de mostrarse frente a Namjoon, pero, tenía que ser rápido, ante sus hijos ellos seguían siendo amigos, no se mostraban amorosos en su presencia, Jin, estaba de acuerdo en intentar una relación con Namjoon, pero no en exponer a sus hijos de forma negativa a algo que no sabía si iba a durar.

No quería ser pesimista, pero, la edad de Namjoon para él significaba mucho, era un chico, que había sufrido mucho, con un gran futuro por delante, estaba seguro que sólo se hallaba confundido, y que cuando se diera cuenta que lo suyo no era amor, podrían terminar sin problema.

Tomaron una ducha, amaba sentir las manos de Namjoon sobre su cuerpo, como este reía entre su cuello y besaba sus labios, era excitante.

—Creo escuchar a Hoseok, salgo primero—dijo besando su mejilla—. Tomate tu tiempo, veremos televisión.

—Gracias—asintió, Namjoon era muy bueno con los niños. Y eso era reconfortante, lo vio salir y suspiró—. Si sólo tuvieras diez años más.

Mojó su rostro, tratando de no pensar en más. Después de unos minutos salió, se cambió y fue a la habitación de sus hijos, Tae estaba en su cuna queriendo salir, lo tomó, le cambio el pañal y le dió un beso para llevarlo a la sala, dónde Hobi y Namjoon se encontraban mirando televisión.

—Quedate aquí amor, haré el desayuno.

Fue a la cocina, comenzó la preparación, era un día como otro, tenía un par de semanas de vacaciones, por lo que podía relajarse, aunque aún tenía mucho qué hacer.

—El desayuno está servido.

Era bueno en la cocina, su madre le había enseñado bien, Namjoon llegó cargando a Tae quien jugaba con uno de sus cubos de colores, Hobi corrió a la silla y se sentó. Los cuatro comenzaron a comer juntos, no quería pensar en lo hogareña que era esa escena. Pero, la emoción estaba ahí.

Hosadama *Namjin* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora