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—Oye mocoso ¡No puedes decir eso e irte así nada más!

Jimin salió corriendo de su habitación persiguiendo a Sunoo de once años por el pasillo, el niño rió antes de acelerar el paso bajando las escaleras. Era un día normal en la casa Min. Jimin ahora tenía veintidós años, estaba en su último año de la carrera de psicología, pudo ponerse al corriente con sus clases porque se esforzó muchísimo y adelanto algunas materias, aún vivía con los Min, para él Sunmi y Yesung eran sus padres, siempre estaban al pendiente de él, de sus comidas, de su descanso, eran excelentes padres y Jimin estaba realmente agradecido con ellos, Sunoo era lo que podía llamar un hermanito menor, estaba cuidandolo constantemente de cualquier peligro, era su confidente y a menudo salían juntos a divertirse.

—No corran—bufó Yoongi quien estaba bebiendo café en la cocina.

—¿Ya sabes que tiene novio?

—¿Sunoo? —elevó una ceja—. Claro, ¿Quien crees que le dió dinero para el regalo?

—¡Oye! No, es un bebé aún—puso las manos en su cintura, mostrándose completamente en contra de que Sunoo estuviera creciendo de esa forma.

Yoongi rio negando. —Te comportas igual que mi madre, déjalo ser, está emocionado.

—Las relaciones no son buenas Yoongi.

—Oye, no te proyectes, que tú no hayas tenido suerte en el amor es diferente.

—En eso somos iguales—bufó regresando la jugada.

Yoongi le observó con burla y se encogió de hombros. —No tengo prisa, mañana tengo una cita, creo que saldrá bien.

Jimin hizo una mueca. —Suerte.

Yoongi era un tema muy aparte, después del viaje al lago, renuncio a su trabajo, sin embargo, como su jefe le tenía aprecio, le ofreció un mejor puesto de planta en las oficinas, acepto, y desde entonces estaba viviendo en Daegu, un año vivió en la casa, pero era incómodo, dormía en la sala porque decía que su habitación no era suya sino de Jimin, él intento decirle que podía irse al ático, pero Yoongi no acepto, en vez de eso decidió mudarse a un departamento de soltero no muy lejos de ahí, iba todos los días a cenar, pasaba más tiempo con Sunoo, quien aún vivía en casa de los Min debido a que estaba estrechamente relacionado a ellos y que Sunmi quería seguir cuidandolo, no importaba mucho como fuera, Yoongi empezó a ejercer su papel como padre, estaba más al pendiente de él, convivían juntos, a veces se iba a quedar los fines de semana con él. Las cosas marchaban de maravilla. O tal vez, eso creía Jimin. La realidad es que con el paso del tiempo, y tras convivir mucho más con Yoongi, los sentimientos que creía muertos habían renacido, ahora con mayor fuerza y madurez.

Dejó pasar cada oportunidad que tuvo para decirle lo que sentía, porque Yoongi no se cansaba de decirle que no le correspondía, que era heterosexual y que su edad no era la adecuada, que quería más cosas, y Jimin termino haciéndose la idea de ello, sin embargo, estaba confundido, porque se llevaban tan bien, pasaban tan buenos momentos, se divertían juntos y hablaban de todo, tenían una gran confianza en el otro, que no se imaginaba perder eso. Jimin había salido con chicos de su edad, pero, nunca funcionaba, y es que era difícil desarrollar un lazo estrecho con alguno de ellos, pero, no se desanimaba, salía también con sus amigos, se divertía.

Hace tiempo que fue dado de alta de terapia y podía decir con seguridad que estaba realmente bien, se sentía libre y feliz, estaba viviendo su vida de forma saludable, no bebía demasiado, tenía buenas amistades, estudiaba con dedicación, hasta se convirtió en uno de los mejores de su clase, Namjoon no dejaba de decir lo orgulloso que estaba de él. Todo marchaba bien.

Hosadama *Namjin* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora