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Jimin se había ido, después de una tarde agradable, dónde conoció a los niños quienes lo adoraron, Jin había decidido llevar a los pequeños a casa de sus padres, porque estos se lo pidieron, querían estar con ellos en una noche de películas. Namjoon espero en el departamento, aún no quería ver a los padres de Jin, no hasta dejar las cosas claras entre ellos. Su regreso fue una bandita en el corazón, no había día dónde no imaginará estar ahí, y ahora que lo había cumplido sólo quedaba una cosa por hacer. Recuperar a Jin.

Cuando se fue, Namjoon estaba lleno de ira, hacia sí mismo y hacia la vida, incluso estaba molesto con Jin, porque no comprendía lo que había hecho, pasó un tiempo hasta darse cuenta y analizar sus actos, que entendió por qué perdonar una infidelidad (aún si no había sentimientos de por medio) era difícil, a veces, casi imposible. No era el hecho de que se haya acostado con otra persona tras una borrachera, no, era el haber fallado a sus promesas, haber puesto en duda su amor por Jin y su compromiso con la nueva familia que estaban creando, desde el inicio supo sobre los problemas de confianza que tenía Jin, de sus miedos sobre las relaciones debido a sus malas experiencias, que constantemente dudaba de sí mismo, y él, sólo aumentó esos pensamientos negativos, no estaba bien, y fue así que acepto la decisión de Jin, y miró otro panorama para su relación.

Tenía dos opciones, la primera era aceptar que ellos ya no iban a estar juntos, salir despechado con otras personas o la opción más madura, que era, trabajar duro en sí mismo, crecer y aprender, graduarse y regresar siendo una mejor versión de sí mismo. Para ello tuvo que alejarse de aquello que podría ser peligroso, de las personas que lo buscaban con dobles intenciones, de las fiestas locas universitarias, tenía amigos, Mark fue un gran apoyo, salía con él y con otros amigos, pero en algo tranquilo, no quería más problemas y tampoco era como si deseara salir con alguien más, él pensaba en Jin, adelantó materias, sacaba los mejores promedios, todo estaba listo para regresar antes, pero la pandemia no ayudó a sus planes, no se desánimo, sobrellevó las dificultades, antes de graduarse por completo, mandó solicitudes a bufets de abogados en Corea, cuando se graduó ya tenia varias entrevistas, hasta que dio con el trabajo indicado. Ahora comprendía la insistencia de Jin porque fuera al extranjero, de alguna manera eso le había ayudado mucho a conseguir un buen empleo.

SeokJin llegó más tarde, con una bolsa de comida para llevar se un restaurante que ambos disfrutaban y una botella de vino, no habían hablado mucho esos días, Jin parecía no querer insistir debido a la muerte de su padre, pero Namjoon estaba ansioso por hablar.

—Traje comida de regreso, no quiero cocinar ¿Qué estabas haciendo?

—Preparando todo para la semana—dijo con una media sonrisa, ayudándole a sacar la comida de las bolsas.

—¿Estás nervioso?

—Algo.

—No debes estarlo, eres increíble y estoy seguro de que ellos lo verán así.

Namjoon asintió. —Espero que así sea, ¿Tus padres dijeron algo? Debí ir a saludar.

—No, ellos entienden la situación, creo que por eso quisieron que los niños estuvieran con ellos hoy, ya sabes, después de lo sucedido con tu padre...es... complicado teniendo niños aquí.

—No me molesta que ellos estén aquí, al contrario me ayuda mucho, pero, está bien si estamos solos hoy, necesitamos hablar.

SeokJin hizo una mueca desviando la mirada, Namjoon lo conocía lo bastante como para saber que evitaba a toda costa las conversaciones incómodas y serias, él tampoco estaba fascinado con ellas, sin embargo, era necesario, no podían vivir fingiendo que nada habia pasado, no si quieran un comienzo más sano.

—Podríamos dejarlo para después.

—No Jin, es algo que tenemos que hablar ahora, ven—alargó su mano, la cual Jin tomo, podía sentir el temblor de sus dedos, se sentaron uno al lado del otro en el sillón, todo estaba en silencio—. ¿Por qué tienes miedo?

Hosadama *Namjin* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora