Hosadama *Namjin*

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Namjoon sabía que algo estaba sucediendo con SeokJin y eso era una constante que le causaba mucho estrés, le costaba concentrarse en sus clases e incluso distraerse, por más que le preguntaba, este decía que todo estaba en orden, que no había de que preocuparse, no le creía, así que ahorró en esos cuatro meses para poder regresar a Corea, tenía dos semanas de descanso, por lo que no interfería en sus clases. No le dijo nada, porque quería que fuera una sorpresa.

Por lo que sabía Jin estaba viviendo con sus padres, porque su padre estaba enfermo, eso le hacía pensar que estaba siendo paranoico y que en realidad el cambio de Jin se debía a la preocupación por su padre, pero, aun así, quería verlo, asegurarse que estaba bien, y ver a sus hijos, extrañaba a esos niños.

No sabía si sería bien recibido en casa de los padres de Jin, pero debía arriesgarse, eso si quería que fuera una sorpresa, bajó del taxi después de pagar y suspiró, tomó con fuerza la mochila que llevaba en el hombro y caminó a la casa, tocó el timbre, esperando, la puerta fue abierta por Baekhyun quien le miró con los ojos muy abiertos.

—¿Namjoon?

—Hola Baek ¿Cómo estás?

—Ammm, bien—balbuceo—. ¿Qué estás haciendo aquí? ¿No deberías estar en Boston?

—Vine a visitar a Jin ¿Está aquí?

Baekhyun suspiró. —Sí, entra.

La reacción de Baekhyun le puso nervioso, pensó de inmediato que era mala idea estar ahí, entró con inseguridad, siendo seguido por el mayor, quien estuvo en silencio, muchas dudas estaban en su cabeza, pero, todas quedaron obsoletas cuando en la estancia vio a dos pequeños, a pesar de no haber estado más que ocho meses fuera para él habían crecido mucho, el primero en verlo fue Hoseok, quien abrió mucho los ojos y lo observó emocionado.

—¡Papá!

Sonrió al escucharlo ser llamado de esa forma, iba a ir corriendo hacia él, cuando escuchó la voz de Jin llamar su nombre. Estaba ansioso por verlo, así que lo miró, su sonrisa era tan grande que sus mejillas dolían, observó su rostro, tan hermoso como siempre, fue recorriéndolo, hasta que su vista cayó en su torso, algo no estaba bien, nada bien, SeokJin llevaba una camisa ancha de rayas negras y blancas, sin embargo, era notorio el vientre redondeado, este perdió el color en su rostro. Se quedó sin habla, mirándolo en blanco.

—Namjoon, puedo explicarte—tropezó con las palabras.

—¡Papá!

Ambos niños llegaron a sus pies, Taehyung alzó los brazos para que lo cargara, aun en shock, se agachó hasta estar a su altura, tomó mucho de sí para poder sonreír, su mente era un hoyo sin fondo, con muchos pensamientos cruzados, abrazó a los pequeños y dio un beso en sus cabecitas.

—Hola, vaya, están muy grandes—dijo tembloroso.

—¿Viniste a ver al bebé canguro?

—¿Bebé canguro? —preguntó tenso.

—Sí, papi lo tiene en su panza, dice que llegará pronto, tenemos muchas cosas chiquitas para él.

—¿Él? —su labio inferior temblaba.

No se dio cuenta de que los padres de Jin ya estaban ahí, hasta que escuchó la voz de la señora Kim.

—Niños, ¿Por qué no van con el tío Baek para que les de unas galletas?

—¡Si! Ya volvemos papá—dijo Hobi antes de tomar la mano de Tae y caminar detrás de Baekhyun.

Se quedó ahí unos momentos, no podía ver a Jin, estaba incrédulo, ¿Qué estaba sucediendo? Estaba comenzando a sentir un enojo terrible, junto a una duda que amargaba su garganta, tomó aire antes de levantarse y mirar a Jin.