La vida estaba llena de momentos que cambiaban el rumbo del camino que se esperaba seguir, segundos que definían todo, así se sentía ese momento. El tiempo había pasado demasiado rápido para su gusto, en menos de lo que pensaban, las maletas de Namjoon estaban hechas, y sólo quedaban horas para que abordará el avión a Boston. Era la última noche que pasarían el uno con el otro.
Pasaron todo el día juntos, salieron de paseo con los niños y después vieron películas, a Jin le rompía el corazón ver qué sus hijos creían que Namjoon sería su padre, porque eso no podría ser, Namjoon se iría y realmente no estaba seguro si regresaría, pero, estaba bien, lo amaba y quería que tuviera una mejor vida, una que no creía que pudiera darle, la diferencia de edad era de diez años, la vida de Namjoon estaba comenzando, él ya había vivido demasiado como para ser egoísta y amarrar a un chico que podía tener un futuro maravilloso.
No le dijo nada acerca de sus inseguridades, seguía prometiendo que ellos estarían bien, porque no deseaba que Namjoon se arrepintiera, aunque las intenciones de su padre eran crueles para él, era una buena oportunidad para Namjoon. Conocería a alguien más, de su edad, con quien podría vivir muchas emociones, conocer la vida, tal vez se casaría y tendría hijos propios en unos diez años más, y él, podía seguir adelante, tomando los recuerdos de la fugaz, pero dulce relación que tuvieron.
Era imposible de creer Namjoon estaba llenando vacíos que tenía, era la relación más bonita que había tenido jamás, Namjoon era un gran chico y estaba seguro que se convertiría en un explendido hombre.
—No quiero hacer esto, no quiero irme—susurró mirándolo.
SeokJin acarició su mejilla, ambos estaban acostados en la cama mirándose fijamente.
—Shhh, no hablemos de eso ¿Está bien? No hoy, los últimos días s de lo único que hemos hablado, ya está decidido.
Namjoon hizo una mueca. —¿Por qué siento que te estás despidiendo para siempre?
—Jamás será una despedida Namjoon, sólo un hasta pronto ¿Verdad?
—Sí, lo será—susurró relamiendo sus labios—. Te voy a besar, toda la noche.
—Me sentiría muy ofendido si no lo haces—sonrió antes de acercarse.
Namjoon tomó sus mejillas con una suavidad extrema, apenas un ligero toque, que causó un escalofrío en todo su cuerpo, el beso era tranquilo, pero profundo, sus bocas se movían bailando el mismo paso, con el mismo ritmo, las caricias que lo derretían como mantequilla trató de guardarlas en su mente, memorizarlo, sin olvidad ninguna de sus reacciones, de sus ojos bonitos y la sonrisa que reflejaba hoyuelos especiales, le gustaba más de lo que pudo llegar a imaginar.
No entendía cómo en tan poco tiempo Namjoon se había convertido en alguien tan necesario y especial, había entregado sin medida y sin restricciones su mente, alma y cuerpo, su corazón y su amor. Mientras este acariciaba su cuerpo, susurrando palabras de admiración y amor en su cuello, el calor aumentando por el roce de sus pieles, pensó que no quería perderlo, que era injusto renunciar a lo que le hacía feliz, que podía ser egoísta, quería serlo, sin embargo, esas palabras de suplicas se quedaron atoradas en su garganta, que era besada y marcada por Namjoon.
No era un experto sexualmente hablando, sin embargo, sabía en dónde tocar, cómo besar para que sus pies se acalambraran debido al placer, él mismo lo beso, lo apretó, acarició y gozo, guardando en su mente cada fracción de su hermoso cuerpo.
—Te amo—susurró Namjoon cuando abrió sus piernas, sin dejar de ver sus ojos.
No prestaba atención a nada, más que a la forma en la que lo hacía sentir y cómo lo miraba, con esos ojos que desnudaban su alma entera, mientras se hacía espacio dentro de su cuerpo expandiendo su interior, llenándolo de un calor y suavidad abrasadora.
—Te amo—respondió atrayéndolo a su cuerpo, besándolo con mayor intensidad, necesitado de llevarlo debajo de su piel.
Namjoon tomó el placer de su propio cuerpo, dejándose llevar por la intensidad de sus emociones, con sentimientos encontrados, entre el amor y el dolor. Fue la noche más placentera y dolorosa para ambos, porque girando alrededor estaba una posibilidad que no querían ver.
La inseguridad estaba en sus ojos, la vio desde aquella mañana cuando estuvieron juntos por última vez, tuvieron poco descanso en la noche, sin embargo, no era suficiente. Namjoon le sonrió a Baekhyun, le abrazó y le dijo algo en el oído, Jin les miró sin pensar nada en realidad, entonces se agachó hacía Hoseok y le sonrió.
—Cuida a papá Jin y a Tae, sigue con tus dibujos y jugando, cuando regrese te enseñaré más trucos con la pelota ¿Bien?
—¿Vas a volver pronto? —Hoseok hizo un puchero.
—El tiempo pasa muy rápido, estaremos en contacto, siempre que quieras hablar conmigo ¿Me vas a recordar?
—Sí papá.
Namjoon fingió una sonrisa y lo abrazó besando su cabeza. —Te quiero mucho—después miró a Tae, era muy pequeño aun para comprender lo que estaba pasando, así que solamente se abrazaron—. Te quiero TaeTae.
Se puso de pie y miró de frente a Jin, se estaba haciendo el fuerte para no llorar, rio abrazando a Namjoon acariciando su nuca.
—Hace frío en Boston, por favor cúbrete bien, no faltes a tus clases, lo bueno es que eres excelente en inglés. No dejes que te timen y no confíes en extraños. Llámame cuando llegues.
—Son trece horas de diferencia. Tal vez llegue cuando aquí sea de madrugada—dijo sin soltarlo, escondiendo la cabeza en su cuello.
—No importa, hazlo.
—Te amo Jin, volveré, sea lo que sea que estés pensando, no es verdad, no te vas a deshacer de mí—se separó para mirarlo—. Espera por mí, te lo suplico.
—Lo haré—le sonrió antes de tomar sus mejillas y besar tenuemente sus labios—. Te esperaré toda mi vida de ser necesario.
Namjoon le sonrió, tomó su mochila y se volvió a mirar al hombre mandado por el padre de Jin para preparar su estadía en Boston, suspiró mirando a los niños y a Jin por última vez antes de emprender camino a la zona de abordaje. SeokJin le observó deseando que aquella promesa fuera real, quería pensar que había un futuro para ellos dos.
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Está historia está a días de cumplir dos años en emisión, ajjajaa me voy a esforzar por ya terminarla.
