Capítulo 38

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Dejo toda la casa recogida antes de irme a trabajar, Nicky llega esta tarde y quiero que lo encuentre todo en su sitio.

- Sergio, tómate un par de días libres. Has estado trabajando mucho y te has ganado unas vacaciones y no se te ocurra decir que no. Marina vendrá a sustituirte si hace falta- Marco no pide mi opinión. Solo me ordena que no venga hasta el fin de semana.

- No es necesario, no tengo nada que hacer, no necesito días libres- protesto.

- Pues descansa. Eso sí que lo necesitas.

Espero encontrar a Nicky al volver a casa, pero no está todavía y me preocupa que le haya ocurrido algo.

Estoy pensando en el millón de cosas que han podido suceder con mi teléfono en la mano dudando si debo llamarla cuando se escucho las llaves en la puerta y la veo llegar con sus maletas.

Me acerco para ayudarla, pero ella deja todo en el suelo y me da un abrazo.

- ¿Has estado bien solo? – me pregunta mirándome muy serio.

- Sí, tranquila, no es la primera vez que estoy solo- respondo con una sonrisa- ¿cómo ha ido tu viaje?

- Horrible, había tormenta y he llegado con horas de retraso, pero ya he llegado- termina con una sonrisa.

La ayudo con su equipaje y me pide que la acompañe mientras come algo antes de acostarse a descansar.

- ¿No te vas a trabajar? – me pregunta mirando la hora.

- Marcos me ha dado unos días libres. Estoy de vacaciones hasta el viernes- me mira con desconfianza y me hace reír- no me han despedido. Todo está bien. Solo son unos días libres para descansar después de las fiestas

- Genial, tengo un regalo para ti, no es mío, es de Jason y de los chicos- saca un paquete de su bolso y me lo da. Me alegro de haber pensado en ella también. Simplemente es algo que vi en un escaparate y me hizo pensar en ella.

- Yo también tengo algo para ti- voy a mi habitación y vuelvo entregándole un paquete que está mal empaquetado. Me mira sorprendida.

- No deberías haberlo hecho- dice con cierto tono de culpabilidad.

- Quise hacerlo, es una tontería- digo para que no espere gran cosa.

Los dos abrimos nuestros paquetes a la vez y yo descubro un reloj que parece caro y que puede conectarse a mi teléfono.

Ella saca una sudadera con una gorra de beisbol de las que suele utilizar a menudo.

- ¡Me encanta! – exclama abrazándome- Muchas gracias- se pone la gorra inmediatamente.

- Nicky, esto es demasiado- digo mirando el reloj en su caja, ni siquiera me atrevo a sacarlo para no estropearlo.

- Bueno, esto es de mis hermanos, el mío llegará mañana, no podía traerlo en el avión – Intenta justificarse cuando no era necesario que me hiciera ningún regalo- Vamos, póntelo.

Al día siguiente descubro su regalo y me quedo sin saber cómo reaccionar.

- Yo no entiendo mucho de esto así que pregunté en la tienda y me dijeron que te gustaría.

Al abrir la caja, lo primero que veo es una funda de guitarra completamente nueva. Nicky había comentado mil veces lo vieja que era la mía y que estaba muy usada y algo estropeada a pesar del cuidado que he tenido siempre con ella, pero la vida en la calle ha dejado huella.

Reescribiendo el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora