Capítulo 40

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DOS MESES MÁS TARDE

Ha llegado el verano de nuevo y mi vida ha cambiado completamente desde el año pasado en el que pasé el verano buscando lugares para dormir y caminando sin rumbo por las calles.

Ahora ya camino siempre con un destino y he decidido mi objetivo, ya sé lo que quiero hacer y es dedicarme a la música.

Ya no solo toco en la discoteca, sino que me llaman de distintos locales para tocar mis propias canciones y casi no tengo noches libres. Lo único bueno, es que, en esos locales, llego, toco, me pagan y me voy, no tengo que quedarme hasta el cierre.

Nicky lleva varios días preocupada porque tiene que tomar una decisión. Por lo visto, es una buena estudiante y le han propuesto adelantar sus prácticas en verano para poder terminar en octubre y volver a su casa, pero ella se había hecho a la idea de pasar el verano con sus hermanos y regresar aquí al curso siguiente.

Durante el desayuno la veo mirando su ordenador para decidir si compra el billete de avión para volver en verano o no.

- Yo pensaría bien lo de quedarme en verano – digo sin que me pregunte - Te están dando la oportunidad de hacer en tres meses algo que te costará seis en septiembre.

- Sí, pero si no me voy ahora a casa, no veré a nadie hasta septiembre. Mis hermanos han comenzado con la nueva urbanización y no podrán venir hasta fin de año- entiendo sus dudas, sé lo que necesita estar cerca de ellos y el esfuerzo que ha hecho para estar aquí todo el año.

- Pero, si te quedas, en octubre estarás allí con ellos.

- ¿Intentas deshacerte de mí?

- Sabes que no, eres mi única amiga. Estoy pensando en ti, en lo que necesitas a tu familia. Cuando estás con ellos eres menos seria y se te ve más feliz ¿Qué te han dicho ellos?

- Lo mismo que tú - abro los brazos haciéndole ver que la decisión es obvia - Vale, me quedaré y haré las prácticas en verano.

Que se quede ahora supone que se marchará en octubre y que tendré que buscar un sitio para vivir antes de lo previsto, pero ya no me preocupa tanto, son mi trabajo en el restaurante y lo que gano tocando en un sitio y en otro, me siento mucho más tranquilo y sé que podré pagar una habitación en otro piso o incluso compartir este si la dueña está de acuerdo.

Sin embargo, no quiero pensar en el día en el que ella se marche porque sé que será una despedida definitiva, que no volveré a verla nunca, ni a ella ni a sus hermanos, ni a Jason y, sinceramente, sé que los voy a echar de menos.

El viernes, cuando llego a casa por la mañana, Nicky ya se ha ido a hacer su último examen. Ha estado encerrada estudiando durante semanas y creo que estaba esperando este momento para poder descansar un poco.

Como algo antes de meterme en la ducha para dormir un rato. Marco me deja entrar un poco más tarde los viernes desde que se enteró que llego por la mañana y que había ido varias veces a trabajar sin dormir.

Salgo de la ducha pensando que Nicky no está en casa. He dejado la ropa en la habitación y salgo secándome con la toalla cuando la veo frente a mí.

No sé qué taparme primero, ya me ha visto desnudo y, lo peor, es que ha visto las cicatrices. Veo su cara de horror al mirarme. Doy un paso atrás entrando en el baño de nuevo y cierro la puerta, apoyándome en la puerta y recuperando la respiración.

- Perdona, no sabía que estabas aquí – grita Nicky desde el otro lado de la puerta - Estaré en mi dormitorio, puedes salir cuando quieras- Escucho la puerta de su habitación y sé que no saldrá.

Reescribiendo el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora