- ¿Estás seguro de poder suspenderlo todo para quedarte? – pregunta Inés cuando nos quedamos solos.
- Ahora tengo unas semanas libres, ya lo sabías.
- ¿Cuántas semanas? – Pregunta desconfiada.
- Tenía tres semanas y he conseguido ampliarlas un par más.
- ¿Cómo lo has conseguido?
- Tranquila, eran entrevistas y actuaciones en programas de televisión. Está aplazado- No quiero que piense que estoy sacrificando mi carrera porque no lo estoy haciendo.
- ¿Seguro? No quiero que renuncies a ninguna oportunidad- Me acerco a ella y la abrazo besándola.
- Ninguna oportunidad merece la pena si no estás a mi lado. Ahora mi oportunidad es cuidarte y estar contigo.
Intento que Inés descanse tanto como me es posible, porque ella está empeñada en hacer cosas en casa continuamente.
- Inés, estoy acostumbrado a limpiar yo, así que estate quieta en el sofá y deja ese trapo- Le quito el trapo con el que se disponía a limpiar los muebles del salón.
- Pero no quiero que lo hagas tú todo- Protesta.
- Siempre lo he hecho yo todo, así que no me importa.
Finalmente, casi la obligo a sentarse y termino yo de limpiar toda la casa.
Inés tiene que ir a revisiones todas las semanas y la doctora nos tranquiliza diciendo que todo va bien, pero que no puede dejar de hacer reposo.
Los padres de Inés vienen a visitarnos casi a diario e incluso Rober viene de vez en cuando con una actitud bastante distinta a la que ha tenido siempre hacia mí.
Una tarde, Arantxa y Roberto me llaman a la cocina mientras Rober y Eli se quedan con Inés en el salón.
- Hemos estado pensando en el futuro- No quiero tener esta conversación con ellos y menos después de la introducción de Roberto- Sabemos que puedes mantenerlas sin problemas y que Inés tiene su trabajo, pero quizá podríais pensar en venir unos meses a casa cuando nazca la niña y tú tengas que marcharte a trabajar.
- Sabéis que Inés no quiere- Yo prefiero quedarme en nuestra casa, formando nuestra familia, pero sería capaz de aceptarlo si fuese la decisión de Inés.
- Quizá tú puedas convencerla. Sois muy jóvenes para ser padres y podemos ayudaros- Arantxa en mucho más directa que su marido.
- Creo que podemos hacerlo y yo no voy a irme dejándolas solas. Inés y yo lo hemos hablado y ellas pueden venirse conmigo a Barcelona- Los dos me miran sorprendidos con esa decisión.
- ¿A Barcelona?
- Sí, mi trabajo está allí y los meses que esté Inés de baja, podemos estar juntos- Entiendo que les preocupe no ver a su hija y a la niña- Pero no os preocupéis, vendremos a menudo y siempre podéis venir cuando queráis. Estamos mirando un apartamento más grande.
- No podéis iros a Barcelona- Dice Roberto con autoridad. Le dirijo una mirada con la misma autoridad.
- Yo creo que sí que podemos, pero hablaré con Inés. Haremos lo que ella diga.
- Intenta convencerla, si tú se lo pides, ella lo hará- Pide Arantxa.
Me quedo callado para no responderle que yo no quiero pedirle nada, que estamos bien solos y que podremos cuidar de la niña sin su ayuda.
Cuando se marchan, decido hablar con Inés del tema, aunque ya sé su respuesta.
- Ya he hablado con ellos cien veces y les he dicho que no vamos a ir a su casa. Me voy contigo a Barcelona- Inés está enfadada y parece que lo está pagando conmigo.
ESTÁS LEYENDO
Reescribiendo el destino
Teen FictionSergio es una de esas personas que ha nacido sin suerte. Todo lo que puede salir mal, saldrá mal, pero un encuentro ocasional puede llegar a cambiar su suerte para siempre o quizá no del todo. (Borrador sin revisar) Historia vinculada a la saga de L...