Capítulo 54

11 3 0
                                    

Cada día que pasa la marcha de Nicky es más real. Sé que ella y Jason intentan pasar más tiempo conmigo y me han acompañado a todas las sesiones de tatuaje y no sé si esto es bueno o va a hacer más difícil mi situación cuando se marchen.

Realmente, he de confesar que me da miedo estar solo de nuevo. No quiero imaginar el piso vacío.

Cada vez que veo las cosas de Nicky empaquetadas, siento una opresión en el pecho que no me deja respirar.

He exigido a Castillo que me deje salir antes del cierre. Al fin y al cabo, solo me queda un fin de semana aquí y no creo que vaya a echarme por esto y, en el fondo, creo que me da lo mismo.

La semana que viene tengo que irme a Barcelona por una temporada para trabajar con Carlos.

Entro en casa y veo que hay más cajas preparadas. Nicky me dijo que mañana vendrá la empresa de mensajería a llevárselo todo. Sus cosas empaquetadas son el recordatorio constante del adiós.

Nicky me sorprende apareciendo en el salón a estas horas. Creo que últimamente no duerme demasiado bien y lo entiendo. Los dos nos quedamos mirándonos en silencio.

- Supongo que tendré que buscar otro sitio para vivir – Nicky se me queda mirando y niega con la cabeza.

- No hace falta, el piso está pagado hasta enero. Ya hablamos con la dueña y puedes quedarte sin problema.

- Sí, bueno, supongo que podría buscar otro compañero de piso, ¿no? – Supongo que necesitaré a alguien que me ayude a pagarlo. Nicky asiente un poco emocionada.

- Nada será igual sin ti por aquí mandándome a todas horas lo que tengo que hacer- Intento bromear para evitar echarme a llorar. Estoy al límite y casi no puedo controlarme.

Nicky se lanza a mis brazos llorando y me abraza. Los dos nos quedamos así en silencio unos minutos antes de que yo me separe un poco. Estoy llorando y, para mi sorpresa, no me avergüenza que me vea así. Me limpia la cara con la mano.

En estos meses he cambiado, o mi manera de relacionarme con los demás ha cambiado gracias a Nicky. Ya no me asusta tanto expresar lo que siento, aunque sigo siendo incapaz de hacerlo de una manera normal.

Necesito tiempo a solas con ella. Quiero contárselo todo antes de que se marche. Me ha ayudado tanto que necesito que sepa lo que ha hecho por mí. Lo destrozado que estaba cuando me encontró y cómo ha conseguido que cambie y que deje de pensar que estar vivo era una maldición.

- Todavía no has visto el amanecer en la playa que buscabas el día que nos conocimos – Espero que quiera venir conmigo - ¿Crees que Jason se enfadará si te secuestro un rato y vamos a verlo antes de que te marches?

- No se enfadará, pero tengo que avisarle porque si se despierta y no me ve, puede movilizar hasta al ejército - después de avisar a Jason, le obligó a ponerse una chaqueta y salimos juntos con dirección a la playa.

Por el camino, pasamos por el parque en el que yo estaba durmiendo cuando la vi pasar y decidí seguirla. Nunca le he dicho que la seguí.

- Tú estabas ahí - señala el banco y yo asiento pensando que desearía que no me hubiera visto. Esos fueron mis peores momentos y me avergüenzo de que me haya visto en esa situación. Ahora todo es diferente. Me siento como si fuera otra persona.

- Ahora me parece que eso ocurrió en otra vida- digo muy serio. Nicky se acerca a mí y me abraza por la cintura. No me alejo ni me siento incómodo con ella. Ojalá ella fuese mi hermana Alicia. Desearía poder compartir estos momentos con ella- Tengo que confesarte algo. No te seguí porque supiese que estabas en peligro, ya había empezado a seguirte al ver cómo pasabas por delante. Te estaba observando en la playa, de lejos, cuando vi a esos tres acercarse – He empezado a hablar sin pensar y prefiero no verla. Me asusta que se aleje de mí, sin embargo, no lo hace, continúa con su abrazo.

Reescribiendo el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora