Estoy bastante nervioso con la visita del hermano de Nicky. Ella y Jason me han dicho que me Andy me caerá bien, pero yo no estoy seguro de caerle bien a él.
Camino hacia casa pensando en lo que voy a encontrarme y valoro la posibilidad de que se niegue a que siga viviendo allí.
Entro en casa y veo la maleta de Andy. Nicky y él están en la cocina y ella me llama.
- Tenía muchas ganas de conocerte- dice Andy hablando despacio para que pueda entenderle. Me sorprende con un abrazo- no conozco a muchas personas que decidan cuidar de Nicky de manera voluntaria, así que tienes toda mi admiración- Nicky le mira enfadada y le da un empujón- ¿Has comido? Yo estaba muerto de hambre. Siéntate con nosotros.
- He comido antes, pero tengo hambre- reconozco. Miro a Nicky, que me sonríe contenta y me siento con ellos.
La expresión de Nicky cambia cuando sus hermanos o Jason están cerca, es como si se iluminase.
- Bueno, ¿cómo lo llevas con Nicky? ¿Te da mucho trabajo? – pregunta Andy comenzando a comer.
- No mucho, se porta bien- digo intentando seguir la broma, pero no se me da muy bien eso de bromear. Nicky me mira sorprendida por mi respuesta.
- ¡Claro que me porto bien! – protesta como una niña pequeña y me hace sonreír. Es graciosa.
- Claro que sí, todavía no te has peleado con nadie ni has hecho ninguna estupidez- empieza a decir Andy con ironía- ¡Ah! ¡No! ¡Espera!, que sí que te has peleado y te trajiste a un chico desconocido a casa- Andy no la está riñendo, más bien se ríe de la situación.
- A un chico, no, a un sintecho- especifico yo. Andy me mira y sonríe.
- Bueno, sin entrar a valorar dónde vivías en esos momentos, eras un desconocido y te arrastró a su casa.
Andy no se parece demasiado a Nicky en su manera de ser, es más similar a Jason y, si me hubieran preguntado, habría dicho que eran ellos dos los hermanos.
Bromea continuamente, siempre está sonriendo y Nicky está feliz.
- Voy a descansar un rato antes de irme a trabajar- creo que ha llegado el momento de dejarlos solos disfrutando de su compañía.
- ¿No vas a tocar? – pregunta Nicky.
- Hoy no, esta noche empiezo a trabajar en la discoteca- ya le comenté a Nicky la posibilidad, pero no sabía que empezaba ya. Me mira y sonríe.
Me sigue al salón y aprovecho para hablar con ella ahora que su hermano no nos escucha.
- He visto que tu hermano ha dejado aquí sus cosas. Sacaré las mías de la habitación para que pueda utilizarla él.
- ¡Ni hablar! Viene solo unos días, puede utilizar el sofá.
- Tu hermano no va a dormir en el sofá, si no duerme en la cama y yo en el sofá, me quedaré en la calle hasta que vuelvas de tus vacaciones – espero que la amenaza funcione.
- No puedes quedarte en la calle, estamos en pleno invierno y hace frío – me encojo de hombros, ella no puede obligarme a venir a casa. Depende de ella - De acuerdo, tú dormirás en el sofá.
- Vale, voy a sacar mis cosas.
- Ibas a descansar.
- Sí, en el sofá- digo con una sonrisa. Creo que es la primera vez que le gano una negociación.
ESTÁS LEYENDO
Reescribiendo el destino
Teen FictionSergio es una de esas personas que ha nacido sin suerte. Todo lo que puede salir mal, saldrá mal, pero un encuentro ocasional puede llegar a cambiar su suerte para siempre o quizá no del todo. (Borrador sin revisar) Historia vinculada a la saga de L...