Capítulo 70

15 3 0
                                    

Alicia prefiere dormir durante el día y protestar por la noche, así que llevo un par de días sin descansar demasiado para que Inés se recupere mejor.

Tengo que ir a una entrevista en la radio, está cerca y no será mucho tiempo, pero todavía no me he separado de ella ni un segundo desde que regresé de la gira y estoy dudando si la aplazo de nuevo.

- Tienes que ir. Yo estoy bien y puedo quedarme un par de horas sola- Insiste para que vaya.

- ¿Seguro? Puedo quedarme, pedir que la hagan por teléfono o algo- Yo no estoy convencido de dejarlas solas. Ya he hecho varias entrevistas telefónicas estas semanas.

- Creo que te pasas de sobreprotector. Manu, llévatelo y sácalo de casa un rato- Manu asiente sonriendo.

- Vamos, "papá", Inés tiene razón. Arréglate y nos vamos- Manu me arrastra hacia el baño.

- Puedo llamar a tus padres para que se queden...- Voy diciendo mientras Manu sigue empujándome.

- ¡Ni lo sueñes! Se pasan aquí la vida, déjame descansar un rato de ellos- Rechaza Inés riendo.

Antes de marcharme paso de nuevo a verlas para asegurarme de que estarán bien.

- Vete tranquilo. Yo estoy algo cansada y voy a dormir un rato mientras Alicia duerme también- Me quedo con ella hasta que se mete en la cama con la niña.

Manu va casi regañándome de camino a la emisora de radio por ser demasiado protector con ellas.

- Tienes que dejarle un poco de espacio, la estás agobiando- Dice reproduciendo palabras de Inés.

- No puedo, necesito saber que están bien. No quiero perderlas. No soportaría perder a nadie más- A él puedo confesarle mis miedos.

- No les va a pasar nada. Simplemente relájate un poco y disfruta de la felicidad. Te mereces ser feliz de una vez por todas.

- No puedo, siempre he tenido esa sensación de pérdida y ahora me da miedo ser tan feliz. Estoy cumpliendo todos mis sueños y siento que esto no puede ser verdad. Mi vida siempre ha estado marcada por el sufrimiento y me cuesta creer que pueda ser tan feliz.

- Pues, ¿qué necesitas para saber que es real? – Manu aparca el coche y señala hacia la puerta de la emisora donde se encuentran algunas personas esperándome.

- No puedo pedir más- Digo con una sonrisa al verlas. Manu tiene razón, tengo que disfrutar de los regalos que me está haciendo la vida.

Saludó a las personas que me esperan con la ayuda de Manu, que no se separa de mí en ningún momento.

La entrevista me resulta divertida y amena y termino cantando con algunas de las versiones que he estado tocando en la calle los últimos años.

Creo que Inés tenía razón y necesitaba salir un poco y volver a trabajar. Me siento mucho mejor durante el trayecto de vuelta a casa.

- ¿Quieres que te acompañe? – Pregunta Manu parando el coche en la puerta.

- No, vete a casa. Mañana hablamos- Salgo del coche y nos despedimos.

Al llegar al rellano escucho a Alicia llorar y miro la hora con una sonrisa. Las nueve, hora de despertarse para amenizar nuestra noche hasta la madrugada.

- ¡Ya estoy aquí! - Digo desde la puerta. Alicia para de llorar un segundo para respirar y la escucho berrear de nuevo en nuestro dormitorio- Inés, ya veo que se ha despertado para la cena- Bromeo llegando a la puerta de la habitación.

Lo primero que percibo es ese olor tan familiar y que despierta mis recuerdos y mis pesadillas. Lo recibo como un golpe que casi me tira de espaldas contra la pared y me veo obligado a sujetarme en el marco de la puerta. La niña llora e Inés permanece dormida a su lado.

Reescribiendo el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora