Reescribiendo el destino

Capítulo 73

TRES MESES DESPUÉS

Carlos me ha llamado para informarme de los planes para el año siguiente.

- Sergio, planificar una gira con un bebé se seis meses es un poco más complicado, no puede viajar horas infinitas en coche- Me advierte, pero yo he sido inflexible, la niña viene conmigo, aunque tenga que reducir el número de conciertos.

Me ha costado darme cuenta de que puedo elegir, que mi vida no tiene porqué estar marcada por la voluntad de los demás. Estoy empezando a construir mi propio camino.

- Lo entiendo, pero no puedo dejarla durante seis meses. Si lo hago, cuando vuelva ni siquiera me conocerá.

- Bien, vamos a intentarlo, pero debes saber el mérito que tiene el trabajo de Alberto para cuadrar las fechas de los conciertos con las visitas a los abuelos de la niña- Alberto ha dejado su trabajo en la discoteca y ahora trabaja conmigo.

Carlos se dedica a lanzar nuevos artistas y hace un par de meses que dijo que su trabajo conmigo estaba hecho, así que me recomendó contratar a alguien de confianza y casi me impuso a Alberto. Así que ahora ya no tengo solo a Manu y a Hugo trabajando conmigo, sino también a Alberto.

Cada vez me cuesta más pasar desapercibido por la calle y, afortunadamente, ya tengo mi permiso de conducir y mi propio coche para no depender de Manu o de Hugo, aunque suele acompañarme siempre uno de los dos.

Cada sonrisa y cada gesto de Alicia me recuerda a Inés y sí, estoy intentando cumplir con su deseo de hacerla sonreír cada día, cosa que no me resulta difícil pues es una niña alegre y feliz.

Ahora empiezo a entender el regalo de Inés. No puedo sentir tristeza al mirar a mi hija. Ella ilumina mi vida y hace que todo tenga sentido. Ella es el principio y el fin de todas las cosas.

Visito al Padre José en cada uno de mis viajes para llevar a la niña con sus abuelos. Hablamos y tomamos chocolate juntos.

Me sorprendo al ver la planificación de la gira, mi primera gira en solitario. Carlos y Alberto sonríen al ver mi cara al descubrir un concierto en la ciudad de los Parker.

- No te sorprendas tanto, has tenido una buena promoción allí- Dice Alberto.

- Y habéis dejado un par de semanas antes del siguiente- Adivino su intención.

- Supongo que querrás aprovechar para pasar unos días con ellos, ¿no? – Dice Carlos contento.

- Sí, claro, ya lo creo- Me entusiasma la idea de poder visitarlos en su casa y conocer el lugar en el que ha crecido Nicky.

Por supuesto, los padres de Inés no están tan entusiasmados con que me lleve a la niña a la gira.

- Sabes que no es lo mejor para un bebé- Dice Arantxa con prudencia. Ya no se enfrentan a mí porque saben que consiguen mucho más si todos vamos a buenas.

- Estará bien, lo prometo. Rosa vendrá conmigo para cuidar de ella.

- Nosotros podemos cuidar de ella- Insiste Roberto.

- Podéis venir con nosotros mientras estemos en España, puedo arreglarlo con Alberto y dar un descanso a Rosa- Es una idea que ya me rondaba la cabeza, pero no me había atrevido a planteársela.

- ¿Hablas en serio? – Pregunta Arantxa ilusionada. Yo asiento.

- Solo decidme las fechas y lo arreglamos.

Y Alberto lo arregla todo y, al verano siguiente, se vienen con nosotros durante el primer mes.

La gira no es tan intensa como la del año anterior. Es más larga, pero con más descansos.