Capítulo 52

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Hoy he terminado mucho más tarde de lo normal y he ido a desayunar con Manu y con Alberto y con algunos más antes de volver a casa.

Todos destacan que la gente estaba entusiasmada con mi actuación.

- Creo que Castillo está arrepintiéndose de no haberte hecho un contrato de por vida- bromea Sofía.

- No lo pienses. Creo que no lo soportaría- Todos ríen al escucharme, pero yo lo digo completamente en serio.

- Solo espero que no te olvides de nosotros cuando seas una estrella- Dice Alberto palmeando mi espalda.

- Bueno, si necesitas un guardaespaldas con las niñas, ya sabes, no te costará superar el contrato de Castillo- Sugiere Manu bromeando.

- De momento, apenas gano para pagar el alquiler, pero si en algún momento de mi vida puedo pagarlo, serás el primero en la lista- Bromeo yo también.

- Todos lo habéis escuchado. Espero que seas una persona de palabra- Manu se pone en pie y señala a todos como testigos.

- Tengo que irme, no voy a tener tiempo ni de darme una ducha- Me pongo en pie después de mirar la hora. Son las diez menos cuarto.

Llego a casa y encuentro a Jason en la cocina.

- ¿Qué haces despierto tan temprano? – Pregunto, aunque creo que la respuesta es evidente y que no hace falta ser psicólogo para saber la causa de su insomnio- Pensaba que dormiríais hasta tarde.

- Creo que no he dormido ni un minuto en toda la noche- Confiesa Jason antes de sorprenderme cambiando de tema- Estudio Gestión de Negocios y me gustaría ver tu contrato.

- Vale, me vas a decir que se aprovecha de mí, eso ya lo sé. Os vi hablando con Alberto anoche

- Aún así, me gustaría verlo- insiste. Voy a mi habitación y saco los papeles. Jason los pone sobre la mesa y empieza a leer pidiéndome que le traduzca la mayoría de las cosas, sin embargo, no necesita ayuda con las cantidades. Empieza a garabatear en una libreta- Esto es lo que debería pagarte- dice señalando un número de cuatro cifras después de consultar algo en su teléfono.

- No va a pagarme eso ni loco- Digo sorprendido.

- No puedes aceptar que te pague esto. Has de negociar con él- dice Jason muy serio.

- Me paga más en una noche de lo que ganaba tocando en la calle y no tengo que pasar frío.

- Pero ya no tocas en la calle – Nicky aparece en la puerta de la cocina. Habla enfadada. Los dos la miramos - Le llenas el local, gana mucho dinero a tu costa, no puedes dejar que se aproveche de ti.

- Tiene un contrato de camarero – Aclara Jason señalando los papeles.

- Me deja subirme a un escenario y tocar y eso me gusta. Si protesto, puede que no me deje hacerlo... - Confieso mis miedos y a Nicky le cambia la cara.

- ¿Qué tonterías dices? Si él no te deja, seguro que otros lo hacen, ¿qué pasó en Barcelona? Eres muy bueno. Cada vez te siguen más- Sé que tiene razón. No soy idiota, pero necesito algo seguro hasta que mis sueños se conviertan en una realidad, si eso sucede algún día. Ellos no saben lo que es ver desaparecer el suelo bajo tus pies una y otra vez haciéndote caer hasta el infierno.

- No quiero volver a la calle – No puedo explicarlo mejor.

- No vas a volver a la calle, nunca – Nicky se acerca y toma mis manos entre las suyas mirándome a los ojos. Me pierdo en la mirada de Alicia. ¿Por qué tienen las dos los mismos ojos? - ¿Me oyes? Nunca volverás a dormir en la calle y por eso tienes que exigir tus derechos, no te dejes pisotear – Tengo que creerla, no tengo opción.

Reescribiendo el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora