Capítulo 53

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El lunes es mi día libre y Nicky me ha dicho que van a acompañarme al tatuador, así que estoy con Charlie y con Jason esperando en el portal a que baje.

Miro el rincón en el que solía dormir. A veces tengo la sensación de que fue ayer mismo cuando me levantaba allí al amanecer para que nadie me viera y otras que fue en otra vida.

- ¿Estás bien? ¿qué miras? – pregunta Jason al verme metido en mis pensamientos. Charlie me mira.

- ¿Te estás arrepintiendo de los tatuajes? – pregunta Charlie.

- No, es solo que- siento mucha vergüenza, pero creo que puedo hablar con ellos con sinceridad- Bueno, yo dormía ahí algunas noches- digo señalando el rincón oculto por las plantas. Los dos me miran y les cambia el gesto. Seguro que no era esa la respuesta que esperaban. Bajo la mirada al suelo.

- Eh, no tienes que avergonzarte- Charlie pone su mano bajo mi barbilla y me obliga a mirarle a los ojos- Has salido de ahí, tienes que sentirte orgulloso.

- No puedo. No es mérito mío, fue Nicky la que lo hizo- digo hablando en voz baja. Charlie niega con la cabeza.

- No, ella te dio el empujón que necesitabas, pero has sido tú el que has salido- me da un abrazo, otro más. Creo que al final tendré que acostumbrarme a esto- No te avergüences nunca de quién eres.

Llega Nicky y no pregunta nada, creo que ella y Jason se hablan con la mirada.

- ¡Vamos! Tengo ganas de verte sufrir- me dice Nicky empujándome hacia la calle.

Cuando llegamos, Charlie y Jason deciden quedarse fuera y solo entra Nicky conmigo.

Estoy bastante nervioso, pero nada va a hacerme cambiar de opinión. El tatuador me aconsejó ir poco a poco al ser mi primera vez, sin embargo, yo decidí tatuar los dos brazos al mismo tiempo. Necesito pasar página y dejar de ver unos brazos que no son los míos.

- ¿Estás seguro de querer hacerlo así? Te va a doler- Pregunta Nicky después de escuchar los consejos del tatuador.

- Sí, seguro que no duele más que lo que causó esto- Respondo mostrando mis brazos.

- Hace mucho tiempo, ¿lo recuerdas?

- Cada noche, cada minuto, cada vez que las veo- digo muy serio.

Entran dos tatuadores y lo preparan todo antes de comenzar a trabajar.

Es verdad que duele, es como una quemazón constante, pero no me importa, puedo resistirlo. Como quiero terminar pronto, la sesión dura más de tres horas y hacen varias pausas para descansar. Hace ya rato que he pedido a Nicky que se marche con Charlie y con Jason y que vengan a buscarme al terminar. No es necesario que se quede allí.

Hasta dos días más tarde no veo el resultado. Es solo el principio, todavía quedan muchas sesiones, pero me gusta como queda. Salgo de la ducha y me pongo una camiseta de manga corta.

Jason y Charlie se me quedan mirando sorprendidos.

- ¡Espectacular! – dice Jason acercándose a verlo de cerca. Charlie se acerca tras él.

- ¿Puedo? – Charlie me pide permiso para tocarlo. Yo asiento- ¿Te duele?

- No mucho, es como un arañazo, supongo- Es un poco molesto, pero merece la pena.

En el restaurante también están esperando para verlos y su reacción es parecida. En el único sitio en el que no los he enseñado todavía es en la discoteca. No sé por qué, pero me da algo de miedo la reacción de Alberto y de Manu.

Salgo del restaurante para ir a casa y, al entrar, pienso que me he confundido de dirección.

Abro la puerta y escucho voces, más de las que esperaba y, al entrar, allí están todos los hermanos de Nicky. Al único que no conocía personalmente es a Dave, lo veía en la parada con Nicky, pero se marchó antes de conocernos.

Reescribiendo el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora