¿Estoy Soñando?

Capítulo XXXIV

Mi acción sorprendió a los presentes y sólo me límite a sonreír para no intentar agarrarme a madrazos con el hijo de mami —Usted quería ver a la señorita Komugi, así que déjese de cosas y ¡vámonos! —creé un hoyo tele-transportador en el suelo y le señalé para que saltara dentro de éste.

—Antes los mato por tocar a Komugi —dijo la hormiga, pero me valió treinta mil hectáreas de chorizo y le tomé del brazo.

—Usted no hará eso —expresé y él se molestó zafándose de mi agarre —Ni aún que se enoje lo hará, así que déjese de jaladas —lo empujé hacia el hoyo y el bro por inercia me sujetó del brazo, y ambos caímos por éste dejando a los otros dos desconcertados.

Aparecimos en la villa subterránea y al darme cuenta, el reycito no había caído de la mejor manera, pues, se dio un buen golpe de cara contra el suelo, no lo pude evitar y me empecé a reír a carcajadas como toda buena fan de Hunter x Hunter, lo cual pareció molestarle ya que me quiso volver a golpear con su cola, pero como ya me esperaba esa reacción suya, le detuve su ataque y eso pareció sorprenderle.

Calme mi risa mientras veía como el bro me observaba con seriedad —Ay perdón, no lo pude evitar, Meruem-sama, es que no todos los días ves al rey hormiga caer de cara…debí de haberlo grabado —mencioné aquello último en un murmuro y después de unos segundos reaccioné, porque me dirigí a él por su nombre del cual se "suponía" yo no tenía conocimiento.

Fuck, creo que acabo de regarla.

—Primero te ríes en mi cara y ahora resulta que ¿sabes mi nombre?, explícame ¿cómo es eso posible? si nunca te lo mencioné —cuestionó con seriedad.

Hombre, es que si lo dices así suena chusco, pero bueno, tarde que temprano se iba a enterar de la verdad.

—Digamos que le mentí, pero sólo un poquito —respondí y él no dejaba de verme —Oh ¡vamos! —alegue —¿En serio quiere discutir esto cuando ya está tan cerca de ver a señorita Komugi?, ¿no lo podemos dejar para después?, o sea se míreme —señale mi cuerpo —No ve que también estoy pasando por una crisis, digo, acabo de perder un brazo, ¡un brazo!, y lo único que quiero es que usted pueda ver a la señorita —hablé cómo mi último recurso de salvación mientras me levantaba del suelo y él copiaba mi acción.

Se quejó con seriedad —Deja de ser tan dramático, estoy consciente de que te falta una extremidad, pero no habrá otro momento para hablarlo —dijo Meruem empezando a caminar, a lo cual le seguí.

—Espere, espere, espere, ¿a qué se refiere?, ¿qué quiere decir con que “no habrá otro momento”? —le mire con duda a pesar de ya saber la respuesta.

Me ignoró por unos segundos —Porque cuando peleé contra ese humano, su último ataque me derrotó pero de no ser por Pouf y Youpi yo ya no estaría con vida, sin embargo, hace unos minutos que no siento sus presencias lo que significa que lo que me haya hecho ese humano, me está volviendo a matar lentamente como lo hizo con ellos, no obstante, también considero que si sigues estando cerca de mí muy pronto morirás —nah, lo dudo, si de por sí los castigos de Yami-chan no me matan, dudo que el ataque del anciano lo haga.

—Es en esa casa; puedo sentir la presencia de dos personas —mencioné antes de responder a su comentario, seguidamente nos dirigimos hacia la vivienda —Entonces ¿usted está muriendo? —pregunté retomando su comentario y él afirmó —Ohh…¡con mayor razón tiene que ver a la señorita Komugi! —expresé con "preocupación" como si fuese un niño pequeño, lo cual ocasionó que Meruem me viera con seriedad —Además, lo dudo mucho, alteza —respondí y él cambio su semblante a uno desconcertado. Habíamos llegado a la puerta de la casa —No creo que el ataque del anciano me mate así como así, después de todo tengo habilidades curativas —proseguí —Pero de seguro eso usted ya lo suponía —emane una sonrisa alegre.