¿Estoy Soñando?

Capítulo IV

Me había colocado atrás de los cuatro y los empuje, para que empezaran a caminar hacia la salida, al llegar sentí el aire puro de la naturaleza toda bien hermosa, sin embargo, un vago recuerdo llegó a mi mente, estaba en un lugar con mucho viento y algo oscuro, parecía como si estuviese en una tormenta, luego se fue y escuché cómo Lippo, el cuál se encontraba junto a una señorita que sujetaba una caja en mano, nos estaba explicando en qué consistiría la siguiente fase del examen y el tiempo que tendríamos para cumplirla, el cual sería en un lapso de una semana, también nos dijo el valor de cada ficha, tanto la de nosotros cómo la de nuestra "presa" y la de los demás; fuimos pasando cada uno conforme habíamos bajado de la torre, para tomar una ficha con el número de quién sería nuestra "presa", ya me tocaba pasar a mí.

¡Pues sí! ¡fui la número tres!, gracias a que el maldito de Lippo no me dejo regresar por mi camino, el mondrigo me cerró la puerta.

Me acerqué para tomar la ficha, mientras murmuraba un millón de cosas que ni sentido tenían, pero para mí eran coherentes y más lo eran, porque no tenía ni la menor de las ideas de lo que iba hacer en esta parte del examen.

Si no la paso, al menos lo intenté.

—Usted es muy malo, me cerró la puerta antes de siquiera poderme regresar por ésta —la cara de Lippo mostró confusión y ¿cómo no?, que una loca que no es loca, pero que la consideran loca, te esté hablando así de la nada, es de lo más extraño, tomé mi plaquita —No se haga, que yo sé que usted es el encargado de cuidar la torre-prisión de trampas, Lippo, pero yo no quería llegar así de pronto al final de la torre —me fui toda molesta y para cuando llegué con los chicos me percaté de mi grave error.

¡Mierda!, creo que acabo de regarla bien y bonito, espero no meterme en problemas.

—¿(...), te encuentras bien? —la voz de Kurapika me asusto.

—¡Ahhh! sí, estoy perfectamente bien, pero porfis no me vuelvas asustar que ya suficiente tengo con lo que me ha pasado —el semblante de Kurapika se mostró confuso —Olvida lo, mejor concentrémonos en el examen —esbocé una dulce sonrisa.

—¿A qué te refieres con "lo que me ha pasado"?, me preocupo por ti (...), espero algún día me lo digas —nuevamente escuché la voz de Kurapika —Seguro, los cinco pasaremos ésta fase —lo que dijo, fue muy diferente a lo que escuché, el kurta esbozo una dulce sonrisa que lo hacía ver ¡requeté wai!.

¡Me encanta su cabello!, algún día me lo pintaré así.

Me puse hablar con Gon y a molestar un rato a Killua y a Kura-chan en lo que llegaban sus turnos de pasar y así subir al barco e irnos a la isla dónde haríamos la siguiente fase del examen.

En el barco me puse a ver la hermosa vista del mar, ya que era la primera vez que viajaba en barco y casualmente no me mareaba —Esto está muy sacado de onda, para empezar ¿quién era ese maldito que me ataco? y ¿por qué tingados se fue a meter al departamento? y para el colmo ¡en el pinshes baño!, no pudo escoger la cocina, el cuarto, no lo sé, el closet ¿tal vez?, ¡pero nooo!, tuvo que escoger ¡el maldito baño!. ¿Por qué rayos no me mato? y peor aún ¿cómo carajás llegué aquí? —me dije para mis adentros y sin darme cuenta alguien ya se encontraba a un lado mío.

—Te ves muy pensativa, ¿sucede algo? —me asusté por el repentino comentario.

¡Ahhh!, ¡¿Kurapika?!.

—Perdona, no quería asustarte, sólo quería saber qué te pasa.

Aww que lindo, te preocupas por mí, pero no me vuelvas a asustar ¿si?, ya van dos veces.

Le dedique una sonrisa para después dirigir mi vista al mar —Ella no sabe lo que le sucedió a mi clan, tal vez debería decirle en algún momento —¿cómo te digo que si lo sé?. Espérate ¿acabo de volverlo a escuchar sin que él hable?, ¡¿qué tingados?!.