El Pasado: Primera Parte

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Tiempo atrás.

Una joven de apariencia fina con unos ojos color azul zafiro, cabello azabache, piel tan clara como la nieve y una personalidad tan aventurera pero a su vez tan refinada, se encontraba caminando entre las calles de la ciudad de Yorkshin. Adicta a los juegos de azar y al peligro, se adentro a un casino perteneciente a la mafia y liderado por el hijo mayor de los Kobayashi. Tomó asiento cerca de una ruleta donde varios aficionados bañados en dinero se encontraban jugando.

—¿Desea unirse al juego, señorita? —preguntó el encargado de hacer girar la ruleta.

La joven de ojos color zafiro miró al chico con un gesto divertido —En realidad busco algo aún más emocionante, ¿en cuál juego crees que pudiera encontrarlo? —respondió con naturalidad, pero a su vez siendo un comentario clave.

Él le miró y sonrió al igual que ella —Ya veo que clase de entrenamiento busca, señorita. Pero me temo que esta noche no hay alguno que se asemeje a lo que quiere —comentó de la misma forma que ella. La joven se desánimo un poco limitándose a sólo dar un suspiro.

—Entiendo, supongo que será en otra ocasión —ella se alzó de hombros resignada, luego se levantó de la silla para seguir con su camino. Llegando a la salida de aquel casino, abrió la puerta de cristal chocando con alguien que apenas iba entrando —Ay —quejó de dolor estando por caer al suelo, pero aquella misma persona que estaba por entrar, le tomó de la cintura y su mano para evitar tal caída.

—¿Hesma? —pronunció sorprendida la persona.

La azabache reconoció la voz inmediatamente y le miró fijamente a los ojos mientras ambos poseían un semblante sorpresivo —Eishion —fue la palabra que salió de sus labios —Que sorpresa verte, me dijeron que no estabas —el joven la ayudó a mantenerse de pie para que ambos pudieran tener un buena conversación, después comenzaron a caminar a la par hacia la oficina de Eishion.

—¿Acaso buscas algo emocionante? —preguntó divertido el chico estando más cerca de la puerta hacia su oficina.

—Busco algo excitante —respondió Hesma con el mismo tono de voz que él —Mi hermano ya se enteró en qué ando metida, así que no tardará en mandar a alguien de confianza para buscarme —continuó hablando.

Llegaron frente a la puerta. Eishion no perdió más tiempo y la abrió dándole paso a la mujer para que entrará primero siendo él el segundo —Pero ¿que tú no eres la mayor? —cuestionó confuso.

Hesma se avergonzó dándose vuelta rápido para verle la cara al chico —¡No! —contestó inmediatamente —¡Él es el mayor y yo la menor!, así él diga lo contrario o el mundo lo diga. ¡Yo siempre seré la menor! —alegó.

Sorprendido el joven, de pronto se empezó a reír divertido por la actitud de la chica —Entonces sí eres la mayor, pero le mientes al mundo. Que atrevida, Hesma.

—¡Cállate, Eishion!, ¡yo no le miento a nadie! —apeló la azabache enfadada. Él se calmó mientras se sentaba en su silla detrás de su escritorio, le pidió a la joven que tomará asiento en alguna de las dos sillas al frente de él. Hesma no lo pensó mucho y se sentó, después de aquella leve discusión por parte de la azabache, ambos empezaron a tener una conversación sobre diversos temas.

En otra parte.

Un hombre con una apariencia bien cuidada y trabajada, poseyente de unos ojos color esmeralda y cabello castaño, se encontraba del otro lado de la acera viendo la entrada del casino donde anteriormente había entrado Hesma. Sacó su celular para marcar un número, aquella llamada empezó a sonar teniendo a alguien que la contestara del otro lado de la línea.

¿Estoy Soñando?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora