¿Estoy Soñando?

Capítulo VIII

Aprovechando que ya andaba afuera y que si regresaba, probablemente terminaría metida en problemas con los Zoldyck y eso no era muy favorable que digamos, mejor preferí despedirme y largarme de ahí lo más pronto posible, porque quiera o no, ese lugar estaba a punto de convertirse en la tercera guerra mundial y pa' mis pulgas no gracias. Había llegado a las puertas de prueba y a decir verdad está seria la primera vez que intentó abrirlas, ya que ¡jamás! había tenido la necesidad de hacerlo, así que posicioné mis manos en la gran puerta y apliqué fuerza para abrirla, pude notar como se abrieron todas.

¡Waow!, ahora si puedo decir que ya le hago competencia a Midoriya.

Me salí del gran patio de los Zoldyck para ya no estar en su propiedad y al chile me agarré a correr, viendo de reojo cómo un Zebro se quedaba con un semblante algo confundido. Estando lejos de la montaña Kukuroo, ahora me encontraba en el centro de la ciudad de Dentora y prácticamente no había nadie a mis alrededores.

Y ¿ahora qué?, no se ha dónde ir, prácticamente tengo que esperar seis...bueno ahora ya serían cinco días, para poder me reunir con los chicos.

No me la iba a pasar ¡cinco días en Dentora!, así que decidí mejor irme de la ciudad. Al pasar de unas horas que prácticamente podría decir que ya era de madrugada, había llegado a quién sabe dónde ya que no me fije en el nombre de la ciudad de a dónde había llegado, pero ni importancia le tomé y seguí mi camino, llegando hasta una tienda que para las horas que eran estaba cerrada, ¡pero! podía ver por fuera de ésta los productos que vendían en la ventana del mostrador.

¡WAAAAAAA!, ¡AQUÍ VENDEN LO QUE NECESITO PARA MEJORAR EL PROGRAMA QUE ESTOY HACIENDO!, ¡sin duda esto ha sido lo mejor que me ha pasado!.

Mis ojos brillaban cómo estrellas y estaba más que pegada a la ventana del local, admirando los dispositivos que tenían en venta.

—Si compró eso podría facilitar un mejor funcionamiento para el programa, pero eso también significaría cambiar el código de programación, para que sea apto de poder leer los nuevos dispositivos que le estoy proporcionando y su capacidad de reacción sea aún más rápida y eficiente que la que ya tiene, lo que significa ¡que no debo de perder más el tiempo Y OPTENERLO YA! —estaba más que emocionada y no paraba de hablar sola.

—Si tanto lo quieres, toma lo que ya es tuyo —dijo una voz que se encontraba detrás de mí.

Me asusté cuando escuché aquella voz, así que me giré para ver a la persona y saber de quién se trataba, entonces fue cuando me llevé la sorpresa de quién era.

¡¿Shalnark?!.

El rubio de carita hermosa esbozó una sonrisa alegre y me volvió a casi decir lo mismo, pero era más mi shock de impresión por habérmelo topado, que no era capaz ni de formular una simple palabra.

Estoy ante una de mis arañas favoritas...¡ESTOY ANTE UNA DE MIS ARAÑAS FAVORITAS!, ¡joder Hades!, ¡que no me lo puedo creer!.

—Ahhh... —me lleva la que me trajo, ¡que no soy capaz de decir algo! —¿Hace cuánto que llevas escuchando me? —bueno al menos terminé diciendo algo.

—No mucho, pero lo suficiente para saber que deseas tanto eso que se encuentra del otro lado del vidrio —mantenía su semblante sonriente que lo hacía ver ¡tan lindo!.

—Oh ya veo, así que escuchaste la gran parte de lo que decía —dije un poco avergonzada.

—Podría decirse que sí —mencionó divertido —¿Qué estás esperando?, toma lo que ya te pertenece —¿te das cuenta que me estás incitando a robar?.

—Pero si aún no lo compro, así que no puedo decir que ya sea mío —¿por qué me huele a que algo aquí va a salir mal?.

El Shalnarkcito se acercó al vidrio y de un golpe lo rompió, para después tomar lo que había ahí.