Capítulo XXIX

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Por un momento salió mi lado homosexual, pero siendo hombre diría que se ve como algo normal, o eso creo. Me alejé de ella y vi como se quedaba con un semblante confuso sin entender lo que había pasado, pero más era mi sutil risa por ver que había hecho que se sonrojara.

—¿De qué te ríes? —mencionó confusa.

—De algo que al parecer no entiendes, gatita —dije coqueta, pero como ahora soy hombre, coqueto —Por cierto, ¿siempre eres así de linda?, porque te ves hermosa con la cara roja —ouh waow, me rimo el enunciando. Tomé mi distancia y empecé alejarme más de ella, pude escuchar como Pitou hacia un grito frustrado por no entender lo que había sucedido con anterioridad, así que por ello estaba que me moría de la risa, no me imaginaba lo divertido que podía ser siendo bato. Me salí del hormiguero y empecé a caminar por el bosque del rey hada hasta que vi a lo lejos la neblina de Morel, por ende, con una sonrisa en rostro caminé hacia ella, luego note que había hormigas desconcertadas sin entender que era toda esa neblina que veían; observé el día y apenas el sol estaba en su punto más alto.

—Mmh…no he visto al viejo en mucho tiempo, ¿y si voy a verlo?… —me decía para mis adentros mientras veía como iban desapareciendo las hormigas —Sí ¿por qué  no?, será entretenido.

Caminé un poco más y debajo de mí se abrió un hoyo que me succionó, el cual me llevó a una cámara de color blanco donde había un tingo de cadáveres muertos de hormigas, y un poco más alejado estaba la persona a quién esperaba ver.

—Oh, pero que sorpresa, eres tú de nuevo —jeje, eso me confirma que sí me vio aquella noche.

—¿Tanto cambié como para que no me reconozca, maestro? —pregunté fingiendo tristeza, pero mi comentario lo desconcertó.

No me pude evitar reír, se veía confuso por no entender que sucedía, así que decidió acercarse a mí para intentar ¿hablar o atacar?, ni idea, pero yo no dejaba de reírme hasta que por fin me calme y el anciano, ya se encontraba muy cerca de mí.

—Usted sí que me hace el día, Netero-san, pero para facilitarle más las cosas, soy (...) —mencioné viéndole a los ojos y parecía no creer se lo —Kitten cambio mi apariencia gracias a un favor que le pedí.

El anciano ahora sí que me creyó, pero no podía asimilar como el cambio tan drástico y no lo culpo, está vez el maldito gato Kyubey sí se había pasado de lanza con el favorcito. Le expliqué el motivo, razón y circunstancia del porque estaba ahí, esperaba un sermón de su parte, pero al chile ni me dijo nada, sin embargo, de lo que sí me enteré ¡era que él fue quién me había mandado aquellos mensajes por teléfono!, luego sólo se limitó a escucharme y a decirme cual era su plan, el cual ya me lo sabía al derecho y al revés.

—¿Puedo contar con tu ayuda o sólo vienes a pasar el rato? —como cuando tu maestro ya te conoce pero si bien machín, es una lástima no poder ayudarles —La dicisión que tomes está bien, sé que está pelea conllevará a algunas muertes, así que mientras menos estemos involucrados menor será la pérdida —oh bueno decidase ¿quiere que participe o no?.

—Pero mayor será la desventaja ante el enemigo; hay tres guardias reales que protegerán al rey, pero eso ya lo saben, o al menos saben de la existencia de uno de ellos —esperemos que lo que diga no cambie los hechos de la historia —El plan que están llevando acabo está funcionando, de una forma algo cuidadosa y lenta, pero funcionable, sin embargo… —suspiré pensando en lo que diría —No subestimen a la guardia real, por algo son los protectores del rey. Presencié la fuerza de uno de ellos al igual como la vieron Gon y Killua, yo estaba ahí cuando esa hormiga los atacó y… —quedé en silencio y pude sentir mis ojos cristalinos.

~Que hipócrita, lloras porque mató a tu amigo, pero aún así sigues ahí con esa hormiga como si fueras su perro faldero~

¿Estoy Soñando?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora