Capítulo XXXVII

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Pov' Narrador.

Aquellas palabras resonaban en la mente de (...) haciéndole pensar un sin fin de cosas, de las cuales hasta ella misma no creía, pero mientras más lo pensaba y más conectaba las piezas de aquel rompecabezas que mantenía desbalagado, más se daba cuenta de todo lo que sucedía. Chrollo Lucilfer sólo observaba como era la reacción de la joven al darse cuenta de todo, lo cual le causaba una ligera gracia, pues, parecía como una completa niña, con apariencia de niño, dándose cuenta de algo nuevo —En serio hiciste que me sorprendiera, (...). No esperaba que en verdad no te dieras cuenta de lo que sucedía a tu alrededor hasta ahora —pensó el joven Lucilfer emanando una sutil sonrisa.

El chico de cabellos naranjas había salido de sus pensamientos prestando atención a su alrededor, sin embargo, no contaba con quedar atrapado en una situación incómoda con el líder del Ryodan por el hecho de no saber qué decir —Ah…ehm… —expresó divagando en su cabeza, (...) —Esto…primera pregunta ¿p-por qué me besaste?, s-segunda pregunta ¡¿cómo rayos te enteraste de que Hisoka me había dicho algo como eso?! y ter-tercera pregunta ¡¿por qué me besaste?! —cuestionó con nerviosismo y duda.

—Eso lo mencionaste en la primera pregunta —respondió el joven de la gabardina levantándose de aquel sillón e intentando acercarse a (...) de una forma sutil, no obstante, ella logró darse cuenta de las intenciones de su acompañante, a lo cual mantuvo una distancia que no le diera margen al joven Lucilfer de hacer lo que, tal vez, ya tenía planeado, lo cual era volverla acorralar.

—Ehm sí, p-pero es que…n-no…¡no lo entiendo!, y bueno, al final terminaron siendo dos preguntas así que ¡responde! —ordenó aún con nervios la chica.

—Esperaba que fuera algo obvio, pero me doy cuenta que lo más simple se te es muy complicado entenderlo —prosiguió el joven de cabellera negra —(...), desde aquel momento en el que nos encontramos en aquella librería… —de pronto el celular de Chrollo empezó a sonar con una llamada entrante interrumpiendo las palabras del mismo, lo que ocasionó darle un alivio a la joven, porque aún no se encontraba lista para recibir una declaración.

—Deberías contestar, así me das más tiempo para ordenar mis pensamientos —mencionó de pronto, (...), con una dulce sonrisa, a lo cual Lucilfer expresó un semblante molesto, pues, quién haya sido el que le llamó interrumpió un momento importante para él.

Pov' (...).

Miss Lucilfer contestó la llamada dándose cuenta de que era el cadillin de Hisoka, ya que había mencionado su nombre con frialdad así tipo como el ojos inexpresivos —Joder, tío, que esto no me mola para bien, yo me encuentro confundida, porque al chile las weas que pasan por mi cabeza no son de lo más convencional. Anda que no sé qué carajas hacer y si…¿sólo me voy a lo pollitos en fuga? —pensé y pensé hasta que me empezó a salir humito ficticio por la cabeza. De pronto la crucecita colgó la llamada y me dirigió la palabra haciéndome reaccionar.

—¿Te encuentras bien?, tu cara se ve rojiza —mencionó señalando hacia mi cara.

—¡Ah!, bueno, ¡sí!, estoy bien, p-pero recordé que dejé la estufa encendida, digo, que tenía algo que hacer y bueno…me tengo que ir, cruce…digo, ¡Chrollo! —estaba por irme, pero aquí el míster alcanzó a sujetarme de la capa haciendo que me detuviera y volteara a verle.

—Si no te conociera bien diría que estás escapando. Ahora ¿qué dejó pendiente la señorita…o prefieres señorito? —preguntó con cortesía el aquí presente.

Ja ja, que chistosito.

—Un amigo mío está en el hospital, porque participó en la batalla contra las hormigas quimeras, y yo…bueno…tengo que ir a verlo —respondí no tan segura de mi decisión.

¿Estoy Soñando?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora