Capítulo XXXIX

584 84 32
                                    

Esperaba ser tirada por míster ojos inexpresivos, pero antes de que eso sucediera decidí mejor levantarme primero para no lamentarlo después, no obstante, me percaté de que se me había caído mi cápita de hechicero, pero no me importó mucho que digamos, ya que al levantarme quise correr lejos de Illumi, sin embargo, él logró tomarme de la muñeca para detenerme lo cual significó mi completa condena.

—Lamentarás haber hecho eso —mencionó el Illuminati quitándose la tierra del rostro, por lo que trague saliva al escuchar sus palabras.

Intenté soltarme de su agarre, pero por más fuerza que hacía él aplicaba más y era menos las probabilidades de poder liberarme —Este…o-oye…sólo fue un juego, n-no hay porque p-ponerse agresivos ¿cierto? —hablé nerviosa queriendo liberarme, pero era inútil.

Maldigo a mi yo del pasado por querer intentar esta locura, aún sabiendo que su Nen ¡tiene fallas técnicas!.

Illumi se levantó del suelo sin soltarme y tan pronto como lo hizo, con su otra mano sujeto de mi cadena para soltar mi muñeca, por lo cual me empecé a alarmar más, pues, eso me dio a entender que no me iba a dejar ir —Ya que llegaste de sorpresa, (...), me acompañaras a cumplir una misión que tiene que ver con Kill. Pero antes necesito hacer una llamada —sacó su celular para hacer la dichosa llamada, que si mal no recordaba era para contactarse con Hisoka. No se tomó mucho en hacer la llamada, por ende, al colgar guardó su celular y empezó a caminar hacia las puertas de prueba mientras me llevaba a mí también como si fuese su mascota.

—¡Oye! —hablé haciendo un puchero, pero para lo que le importó al Illuminati —¡Ey!, ¡no me ignores, Illumi-chi!, ¡te estoy hablando! —siguió sin darme respuesta el muy hijo de la tostada, lo cual hizo que me molestara aún más.

—Sólo dime lo que me vayas a decir y deja de hacer rabietas —mencionó el míster.

—¡Ush! —expresé —Pues ¿cómo iba a saber yo que me estabas haciendo caso? —cuestione pareciendo como una completa tsundere —En fin. Sabes que así parezco tu mascota, ¿no? —mencioné esperando una respuesta suya, pero siguió caminando ignorándome, por lo cual hice un gesto de fastidio —Oye, te estoy hablando. ¿Por qué nunca me haces caso?, ¿por qué siempre me ignoras?, ¿por qué siempre parece que le estoy hablando a una pared? —pregunté como toda una dramática nivel full, que ni yo me hubiese esperado ser capaz de tanto drama, pues, si bien estuviese en mis tierras me dirían: “Déjate de chiflazones y comportate.

De pronto sentí un tirón en mi cadena que me hizo caer hacia enfrente poniendo mis manos como amortiguador, lo cual generó que cayera de rodillas. Me desconcerté por tal suceso, por lo que observé a Illumi y éste ya se encontraba de cuclillas al frente mío mientras me veía con detenimiento —Yo no tengo ningún inconveniente en que lo seas, además, si es así no dejaría que nadie te apartará de mi lado y tendrías un enorme lugar al aire libre para recorrer —mencionó de repente, Illumi, lo que ocasionó sorprenderme y sentir un ligero sonrojo en mis pómulos.

No sé si estar feliz u ofendida por el hecho de que Illumi quisiera ser lindo diciéndome que soy una mascota que siempre mantendría a su lado.

—Esto…ahh… —pero ¡¿por qué carajas no me sale ninguna palabra?! —Y…¿si mejor continuamos? —sugerí nerviosa con una sutil vergüenza, pues, el ojos inexpresivos no dejaba de verme con sumo detalle.

—Te ves adorable así. Continuemos —dijo, luego se levantó acariciándome la cabeza provocando despeinarme. De igual forma me levanté del suelo y ambos volvimos a empezar a caminar, sólo que durante nuestro transcurso ya no mencioné nada más. Se me había ocurrido la grandísima idea de convertirme en bestia para que Illumi no me viera ruborizada, lo cual hice y en cuanto sucedió la transformación, el ojos inexpresivos volteó a verme con sorpresa —¿Puedes hablar estando en esa forma? —preguntó con curiosidad mi amix.

¿Estoy Soñando?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora