¿Estoy Soñando?

Capítulo XLI

Mi mente quedó completamente en blanco cuando Illuminicchi hizo su pregunta así nada más de la nada. No le quería responder porque no tenía una respuesta clara que le pudiese servir, prácticamente mi Nen había desaparecido de la noche a la mañana. Intentaba no mirarle a la cara, pero su mirada fija en mí me hacía el trabajo más difícil —¿De dónde sacas tal cosa?. Nadie me quitó mi Nen, es sólo…que no he tenido ganas de util…

—Si lo que dices es verdad, entonces dímelo de frente y no desvíes la mirada —me interrumpió el Illuminati con un tono de voz más frío como el de costumbre.

Me mantuve callada por unos segundos; en estos momentos Illumi parecía tomar el papel de padre a punto de darle un castigo a su hija. Le miré de frente como me lo había pedido manteniendo una postura firme, inhale profundo para agarrar más confianza y exhale para demostrar mi determinación —Mi Nen se encuentra bien, sólo no qui…

—Estás mintiendo —comentó de inmediato, Illumi, volviéndome a interrumpir y provocándome un semblante de impresión —¿Sabes por qué lo sé? —cuestionó manteniendo su mirada inexpresiva, pero transmitiendo una superioridad de tener la razón, lo cual me hacía mantenerme estática y con una ligera sensación de nervios —Lo sé porque tú jamás has sido buena mintiéndome cuando me ves a los ojos; primero intentas entrar en calma y te engañas a ti misma con poseer una determinación que te llevará al éxito de tu mentira, después intentas que tu cuerpo no muestre ningún indicio de nervio y por último, haces que tu voz suene segura de sus palabras, pero… —¿pero?, ¡¿hay un “pero”?!. Mi cuerpo ya se encuentra asustado y acorralado, ¿qué más puede haber para que salga ese “pero”, si ya dijo el patrón exacto que siempre hago?. Illuminicchi soltó un suspiro desviando su mirada por unos segundo para continuamente volverla a posar sobre mí —Tu estrategia, a pesar de ya conocerla, aún sigo cayendo en ella desde un principio, sin embargo, en un determinado momento tu voz flaquea y hace que me dé cuenta de que estás mintiendo —permaneció en silencio por unos segundos y de pronto sentí su aura emanar una intimidación directamente hacia mí —No mientas y dime la verdad, (...) —exigió, por lo que instantáneamente trague saliva intentando mantener la calma.

—Vaya, Illumi, ¿no crees que estás siendo un poco duro con ella?; los dos muy bien sabemos que presionar a (...) con nuestra aura es como intentar asustarla, dado que ella no tiene una forma de cómo defenderse y de no ser afectada por la misma. De todas formas no creo que nos lo diga ¿o sí, zorrito? —habló, Hisoka, volteándome a ver mientras recargaba su mentón sobre la palma de su mano y se mantenía de piernas cruzadas, así como una diva, para que su codo se pudiese sostener y no cayera su postura en la que se encontraba.

He de admitir que éste mago asesino fav tiene un punto a su favor.

Illumi seguía manteniendo su Nen activo esperando a que respondiera algo. Podía sentir mi cuerpo temblar por culpa de la presión espiritual de Illuminicchi, digo, por su Nen; trague pesado para no dejarme llevar por el miedo y la intimidación, luego respiré hondo y liberé el aire como dióxido de carbono —Hisoka tiene razón, Illumi —dije con voz firme y viéndole a los ojos, todo rastro de temor había desaparecido en ese momento —Yo no pretendo decirles lo que me ocurrió, así que no esp… —algo que pasó frente a mis ojos y no fui capaz de ver, me golpeó en la frente haciéndome detener en corto mis palabras. En seguida bajé mi cabeza ocultando mi rostro entre mis manos, porque no constó que pasarán varios segundos para que mi cabeza sintiera una fuerte punzada como si fuese un dolor de cabeza —Ahhh, pero ¿de dónde mierdas vino éste dolor? —quejé con la esperanza de que dicha punzada desapareciera.

Pov' Narrador.

Mientras que (...) se mantenía lidiando con su repentino dolor de cabeza, Hisoka deshizo la postura en la que se encontraba expresando un semblante sorpresivo, pues para reacción de él, apenas y había logrado visualizar el ataque de aguja Nen de Illumi, por lo que su mirada fue directo al de cabellera larga, éste por su parte parecía no importarle que el de ojos ámbar le estuviese viendo, así que solamente se enfocó en la reacción de la joven mientras sentía dicha mirada por parte del pelirrojo.