Tres días después.
La mayor parte de los cazadores había sido liquidada por los monstruos del Continente, otros habían quedado gravemente heridos, restando a un total de nueve personas de las veinte que eran, sin embargo, sin contar a los heridos, su número reducía a seis personas en perfectas condiciones. Los grupos de búsqueda por muestras habían sido reducidos a un total de tres, por lo que sólo dos grupos se podían turnar entre quienes iban y quienes se quedaban.
—¡Déjame ir! —exigió, Hesma.
—Que no, ya te dije; es muy peligroso para ti ir y más en tu condición —impuso, Lyan, marcando un límite de hasta dónde podía llegar su mujer.
La azabache se molestó provocando ponerse con un carácter firme y dominante —En estos tres días que han pasado, sólo he ayudado en la construcción de un nuevo barco, pero tú muy bien sabes que yo no solamente vine para esto. ¿Cuántas veces te lo tengo que decir, Lyan?, (...) va a estar bien, además…¡me estás viendo como una persona frágil que necesita de alguien que la cuide!; ¡¿acaso olvidas quién soy?! —alegó la joven esperando una respuesta de su esposo.
El oji-esmeralda le observó con seriedad, luego desvió la mirada para observar a los otros dos detrás de ella y continuamente volver su vista a la joven —Sé exactamente quién eres, pero eso no significa que quiera poner en riesgo a la persona que más amo y más si esa persona espera un hijo mío —comentó para luego que dar en silencio por unos milisegundos, después soltó un suspiro no estando de acuerdo con lo que le diría —Sin embargo, también sé que no vamos a llegar a nada si seguimos así, así que sólo mantente cerca y por ningún motivo, aunque sea sólo por curiosidad, te separes de mí, ¿quedó claro? —preguntó a manera de orden.
Los ojos de la joven se iluminaron como estrellas y con emoción en sus palabras —Cien por ciento claro, señor —respondió cual soldado. El castaño le dio la espalda para empezar a caminar y poderse adentrar al bosque que se encontraba al frente de ellos, pronto fue seguido por Hesma al igual que por Isaac, quien, claramente, se le podía ver su completo desacuerdo porque fuera la azabache con ellos.
Horas más tarde.
—Elfer ¿qué tanto estás viendo?, te aseguro que ellos estarán bien —habló, Eishion, llamando la atención de la joven de cabellera pelirroja dorada.
—Ya lo sé, Kobayashi, pero hace unas horas que no escucho ningún ruido…todo se ve muy…
—¿Tranquilo? —interrumpió el joven estando más cerca de ella, ésta asintió mostrando un semblante preocupado por sus amigos —Opino lo mismo, algo extraño está pasando en éste lugar, pero ¡ey!, ve el lado positivo, ya no falta mucho para irnos; ya estoy cansado de ver como los monstruos de éste lugar intentan asesinarnos —comentó simpático tocando el hombro de la chica para que se tranquilizara, después se retiró para terminar lo último que les faltaba del nuevo barco.
Elfer se quedó mirando el bosque por unos segundos más y luego se retiró sin darse cuenta de que entre ellos, una calamidad sin nombre los acechaba para matarlos. Dicho ser se mantuvo oculto hasta esperar el momento indicado para atacar; pronto sus vidas correrían un riesgo que les llevaría a un sacrificio.
En otra parte del Continente.
Hesma, Lyan e Isaac se encontraban peleando, en un lugar pantanoso situado al Sur del mundo desconocido, contra una serpiente que parecía poseer dos colas. Los dos hombres intentaban proteger a la joven, pero dicha tarea se les fue muy difícil, dado que Hesma no dejaba de involucrarse con la serpiente.
—¡Oleee!. Fallaste, amiga mía —expresó divertida la joven esquivando el ataque de la serpiente —¿Es todo lo que tienes? —cuestionó engreída, lo cual fue un error que le costó casi la vida, pues, la serpiente volvió a atacarle, pero ahora su movimiento fue más astuto y certero, por lo que tal calamidad estuvo apunto de comérsela, sin embargo, Lyan logró reaccionar a tiempo y de un movimiento rápido, le dio un fuerte golpe a la serpiente que le provocó retroceder.
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¿Estoy Soñando?
Fiksi PenggemarLa vida no siempre es justa, pero eso no es algo que le importe a nuestra querida personaje, ella seguirá su vida cómo cualquier otra persona, sin embargo, no se esperaría lo que la vida le traería en cara. Con una personalidad muy peculiar y una me...