¿Estoy Soñando?

Capítulo III

Avancé por el lugar hasta dar con una puerta que me llevo tipo a un comedor, ya que en una mesa había mucha comida para de gustar, me acerqué a ésta y vi unas riquísimas galletas oreo.

Joder, aquí tienen de estas, ¡que rico!.

—Hace mucho que ya no las probaba, ¡saben deliciosas! —me llevé otro paquete para más al rato, sin duda esto es oro.

Me fui del lugar y caminé por el pasillo en lo que me acababa mis galletitas, vi una pared muy comprometedora como para recargarme en ella y dormir un poco, pues no sabía que horas eran y digamos que tan cansada no me sentía, pero debía dormir algo, llegue a ésta y me acomodé muy plácidamente, termine mis galletas y sólo doble el envoltorio y lo guarde en el pantalón que traía, para así cerrar mis ojos y dejar que mi imaginación vuele.

Es lo bueno de que nadie pueda saber que hay dentro de tu cabeza.

La escena de desorden que había en el departamento llegó a mi mente, las cortinas rotas, los muebles tirados, la mesa rota, machas de sangre provenientes de un lugar; lentamente me empezaba acercar a ellas y seguirlas hasta llegar nuevamente al baño, en donde al abrir la puerta vi el cuerpo muerto de mi hermana y al girarme, el invasor de casas estaba en la puerta, sonriendo de manera cínica.

Me desperté de golpe con la respiración agitada y con lágrimas en los ojos, llevé mi mano a la cara para cubrir me la mitad de ésta.

—Sólo fue una pesadilla...ella está bien...todo estará bien —me dije en voz baja.

—¿Te encuentras bien, (...)? —alcé mi vista y vi que mi albino favorito, se encontraba frente a mí.

Me levanté de golpe y desvíe la mirada hacia la ventana, mientras que a la vez me limpiaba las lágrimas, para luego verle a la cara

—Descuida, Killua, estoy bien, pero dime ¿desde hace cuánto que éstas aquí? —mierda, eso estuvo cerca, no quisiera que se empezaran a preocupar por mí.

—Acabo de llegar, sólo estaba de paso, ¿estas segura de que te encuentras bien?, vi que estabas llorando —mencionó viendo me directo a los ojos para que le dijera.

Esbocé una sonrisa divertida, para luego desordenarle el cabello —Ya te dije que estoy bien —el gato se molestó y apartó mi mano mientras volteaba su cabeza para otro lado, pero logré ver que se sonrojo y no pude evitar esbozar una leve risa, sin embargo, también me di cuenta de que tenía algunos raspones

De seguro ya jugaron con Netero a quitarle el balón.

—¿Qué le paso a tu cara?, te ves acabado —aunque ya sé que te paso, pero aún así te pregunto porque quiero cambiar el tema de conversación.

—Estábamos jugando con el anciano, pero era difícil quitarle el balón, así que me fui y Gon se quedó un rato más —espera...¡¿tanto duro mi pesadilla?!, ¡creí que sólo habían pasado segundos!. Ya era de día, sólo eran horas las que faltaban para llegar a la tercera fase —Bueno, me voy a descansar un rato, deberías hacer lo mismo, ya mero llegamos a la tercera fase —debería, pero repetir lo de hace un rato ni loca.

—Ya descanse lo suficiente, mejor iré a vagar por el lugar, nos vemos Killua —y así fue cómo me fui de mi estadía de aquel piso y Killua se fue por su camino —Nos volveremos a ver pronto pared, enserio eres muy cómoda —me dije, para luego seguir mi camino.

Llegamos a la torre de trampas o a la prisión, cómo sea que le llamen, pero si bien recuerdo es "torre de trampas". Me había separado de los chicos así que no baje a la par con ellos, con la mirada los busqué al estar en la cima de aquella torre en dónde nos dijeron que teníamos cómo 72hrs o menos, no recuerdo, para bajar de ésta; vi a mis cuatro mosqueteros y me dirigí a ellos corriendo y para mi santísima suerte caí en una puerta.