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Di otras palmaditas a la espalda de Keren, acariciándola suavemente como una madre a su entristecido hijo al que se le dañó su juguete.

-Vamos, no es para tanto.- Intenté aliviarla pero chilló más.

-¿Cómo que no es para tanto?- Lloriqueó en cuclillas.- ¡Me acaban de meter cachos, imbécil!

Segundos después de que el adivino se haya ido, alguien anónimamente le había enviado una foto a mi mejor amiga de su ahora ex novio besando a una de su curso, quien había dicho que no podía acompañarnos hoy porque tenía que cuidar a sus hermanos.

Vaya farsa la que se hizo. Tenía ganas de decirle a Keren la pinta que tenía de meter cuernos desde un inicio pero pensándolo, sonaría más imprudente de lo que ya era.

Me bajé hasta su altura e hice que me mirara.

-A ver ¿Tú eres boba?- Pregunté y me miró ofendida. Limpié su rostro con delicadeza ignorando la sensación de maquillaje corrido.- ¿Cómo te vas a poner a llorar por un tipo así? Me haces el favor y te vas a levantar, dejas de llorar y te vas a comprar unas botellas de agua para que se te pase la cosa que tienes encima- Aconsejé.- Y de paso algo para comer porque tengo hambre y mis consejos no se pagan solos.

La pelinegra en medio de su sentimentalismo rió, abrazándome y agarrándome desprevenida, tirándonos al piso.

-Dios, ¿Viste lo que haces?- Le recriminé, sacándola de encima, Keren rió.

Se levantó y sacudió su ropa sonriéndome- Voy por unas sodas y unas papas, también llamaré a mi hermano para que nos venga a buscar y te deje en casa.- Desde mi posición le mostré mi dedo pulgar en aprobación.

Cuando la ví desaparecer de espaldas a la zona con locales de comida y más, me relajé en el piso sucio, apoyando ambas manos en el asfalto terroso y la incomodidad de algo golpeó con mi palma.

Levanté la mano antes de tomar el objeto y observarlo ahora con más luz.

-Pero qué anillo más feo.- Me reí de lo que yo misma había visto y observé a detalle el feo anillo con la extraña y gigante piedra negra que poseía. Parecía carbón, ¿Quién en su sano juicio le pondría carbón en vez de diamante a un anillo?

¿Era carbón realmente? Me atreví a golpear la piedra con miedo a que se cayera, pero me llevé la sorpresa de que el carboncito pasó a ser totalmente oscuro a iluminarse cual luciérnaga con un color verde intenso.

Jadeé en sorpresa mirando su brillo.

La luz era leve pero estaba ahí. Intenté darle otros golpecitos, pero esto solo hizo que se volviera a oscurecer como en el inicio. Suspiré y lo guardé en mi bolsillo, reemplazándolo por mi celular que había vibrado.

"Cambio de planes, estoy en el auto esperando con la comida, llega."

Suspiré y me levanté, antes de caminar tecleé una respuesta rápida y me intenté guardar el celular junto al anillo, pero mi bolsillo se veía algo abultado y ja, ja. No.

Un parpadeo y seguramente me agarraban para robarme a estas horas.

Saqué el anillo y en vista de que no tenía dónde guardarlo, lo coloqué en mi dedo sintiendo el peso inmediatamente de la piedra.

No esperé más y comencé a caminar en el terreno. La feria se encontraba en el centro -que irónicamente no está en el centro de la ciudad, pero le decimos así por ser la parte más concurrida- y la zona en donde habíamos estacionado quedaba a orillas de la playa, no tan lejos pero tampoco podría darme la dicha de decir que quedaba cerca. Di unas miraditas a mi alrededor en busca de la figura de Hyunjin y sonreí cuando lo ví divertirse junto a sus amigos en un juego.

sky ;; Lee MinhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora