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Me estaba jodiendo.

Él me tenía que estar jodiendo.

—Como ves, es un espacio de puros hombres.— Señaló el espacio, lleno de literalmente, puros varones.

De verdad me había traído a la academia.

Y de verdad la academia funcionaba 24/7, mierda qué plot twist.

—¡Joven Wedking!— Un hombre ensombrerado y con un bastón se acercó y de manera para nada disimulada me registró como código de barra en escáner. Importándole poco mi presencia levantó una ceja, cuestionando.— Qué...peculiar sorpresa.— Sonrió falsamente hacia mí.

—Disculpe usted, profesor Bennett.— Seungmin reverenció delicadamente al hombre.— Es la prometida de un gran amigo y fui dejado a cargo de ella y hoy,— Suspiró, mirándome de soslayo.— estaba especialmente inquieta en casa.

El tal Bennett asintió, levantando el bastón y señalándome.

—Ya veo, era de esperarse de una mujer joven.— Escupió.— Las de este tiempo son considerablemente las más rebeldes, pero cuando llega el matrimonio no les queda más que madurar.— Le restó importancia y sonrió.— Bueno, queda en responsabilidad suya, joven.

—No se preocupe.— Reverenció nuevamente y sentí su pie patearme. Rápidamente entendí y sin querer hacerlo igual reverencié, cubriendo el escote porque el escáner de ese degenerado no se me pasa.

El viejo de mierda se fue y gruñí.

—¿Qué? ¿Te quieres ir?— Seungmin se burló.— Te puedo dejar con Jaehyun para llevarte a casa de nuevo.

Ah, ya entendí.

—¿Irme yo?— Reí.— ¿Por qué lo haría? La noche es joven y yo también, Seungmin.— Lo apunté con el dedo.— Y a ti ni se te ocurra creer que voy a ceder tan fácil, soy una mujer terca.— Le advertí.— Y si para irritarte tengo que deambular por una academia llena de centenares de hombres que degradan y acosan mujeres,— Señalé detrás de él, donde estaba caminando a lo lejos el viejo ese.— lo voy a hacer.

La verdad es que no me iba a morder la lengua si otro imbécil llegaba a opinar algo e irme con Jaehyun al primer momento de sentirme incómoda y agredida, pero eso no lo iba a decir y menos cuando Seungmin hizo una mueca de fastidio.

Oh no, señor, de aquí no me va a mover nadie.

—¿Por qué no puedes ser como alguien normal?— Bufó frustrado, mirándome y haciendo una mueca.— Bueno, en lo que cabe al menos.

—Tú me estás ocultando algo.— Lo señalé antes de cruzarme de brazos.— Y no soy quién para indagar.

—¿Y por qué lo haces?

Me encogí de hombros:— Porque no me importa si soy o no.— Le resté importancia.— Puede que tal vez me guste ser entrometida, así que, suelta todo.

—¿Realmente no te vas a rendir?— negué, sonriendo.— Bien, pero no quiero quejas.

En ese momento, creí que Seungmin estaba exagerando solo para que me pusiera a lloriquear.

Pero no, en lo único que no estaba jodiendo era en eso, tarde fue cuando me di cuenta de ello; luego de caminar por unos minutos muy considerables, en un pequeño bosque que había detrás de la academia.

—¿A dónde vamos?— Le pregunté mientras sentía algo pasarme por el pie, me estremecí por la sensación.

Escuché a Seungmin burlarse.

—¿Qué? ¿Es mucho para ti?

¡Increíble!

—Pues no,—Bufé— pero me parecería prudente que me dijeras a dónde diablos nos dirigimos.

sky ;; Lee MinhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora