¿Que pasa cuando construyes un lazo entre personas de diferentes bandos?
Eso es lo que la hermana menor de Izuku Midoriya tendrá que averiguar.
Me disculpo de antemano por los errores ortográficos y/o de continuidad, escribí esta historia cuando te...
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"Confesión de amor, discoteca, Sensei y labios mordidos."
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— Buenos días.— dijo la chica, sentándose en el mueble de Nemuri, justo a un lado de Hawks, acurrucandose con el para obtener algo de calor.
Al notar lo que la peliverde hacía el rubio tapó a la chica con una de sus alas mientras la abrazaba, al hacer aquello la chica se hizo bolita en los brazos de Hawks, quedando completamente tapada por su ala derecha:— gracias Keigo.— dijo ella, besando el cuello del hombre y haciendo que este se estremeciera.
— Oye, niño, ¿no has visto al arbusto?— pregunto Nemuri mientras se rascaba el abdomen, despertando a penas.— vi que su habitación estaba abierta así que debió salir, solo vi a su hermano el malote durmiendo mientras abraza a una almohada.
— si, le tengo que dar una almohada, si no lo hago no me deja ir.— dijo la chica mientras se acurrucaba cada vez más, gesto que hizo a Hawks enternecerse y sonrojarse.
La mujer miró a su alrededor en busca de la chica:— ¿ya se volvió omnipresente?— Hawks y la peliverde rieron, el hombre no tardó mucho en abrir su ala y mostrar a la acurrucada chica.
— Bueno, quiero que comiences bien conmigo así que duchemonos en las termas juntas.— la ojiverde asintió, por su parte, Hawks bajo las comisuras de sus labios, formando un puchero en estos mientras observaba como las dos mujeres se iban.
Al entrar al gran baño con termas del departamento de Nemuri ambas comenzaron a despojarse de sus prendas, al quedar desnudas ambas se envolvieron en toallas:— dime, ¿alguna vez te haz confesado a alguien?— pregunto Midnight, retirando su toalla y entrando a la gran bañera llena de agua termal.
La hermana de Izuku la imitó, pensando detenidamente en su respuesta:— estuve a punto de hacerlo.— aquel recuerdo amargo llegó a su mente, era un recuerdo que quería borrar.
— Uh, ¿está en la clase?— la peliverde asintió.
La ojiverde había logrado escapar de clases a tiempo para llegar a la escuela de Izuku al final de sus clases, después de todo sus jornadas eran un poco las largas que las de su hermano, aquel día había decidido confesarse al que por mucho tiempo fue el chico que le gustaba, por fin se confesaría a Katsuki Bakugo. Al llegar al lugar donde estaba el aula del rubio y la de su hermana la chica se detuvo frente a un estanque de peces, observando por la ventana una cabellera rubia y otra peliverde, la chica no pudo evitar sonreír con emoción y sonrojarse ligeramente ante lo que estaba por hacer, sin embargo, justo cuando iba a gritar el nombre de su amigo de la infancia comenzó a escuchar lo que hablaban.
