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La chica jadeo con cansancio, llevaba más de una hora entrenando con Laito sus poderes de Essense demoniaco, Izuki se encontraba con ella ya que sin querer se había enterado de sus entrenamientos clandestinos con aquel villano; el Exvillano admira...

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La chica jadeo con cansancio, llevaba más de una hora entrenando con Laito sus poderes de Essense demoniaco, Izuki se encontraba con ella ya que sin querer se había enterado de sus entrenamientos clandestinos con aquel villano; el Exvillano admiraba a su hermana, hace años que no observaba cuan determinada podía hacer aquella pequeña chica, Izuki pensaba que lo que poder solo verla era un regalo que él no merecía, sin embargo, no planeaba de alejarse de a chica hasta que su momento de morir llegara.

Por otro lado, Laito miraba con curiosidad como el hombre miraba a su hermana con una sonrisa y una mirada de cariño y anhelo, aquello le dio asco, usualmente no solía ver este tipo de expresiones, no estaba acostumbrado; Luego de observar un rato al villano de cabello verde observo a la chica de este mismo color de cabello, Laito desde que comenzó a observarla noto que aquella chica era amada por todos, aun no encontraba quien la odiara. El hecho de que ella no pueda ser odiada era algo justificado, sin embargo, seguía sin entender como no le daba asco que la miraran siempre con amor o como alguien que debían proteger.

A diferencia de los dos hombres que la acompañaban la chica se encontraba centrada en u entrenamiento, ella quería y debía aprovechar aquel poder que le fue otorgado, sin embargo, desde hace un tiempo se encuentra realmente curiosa con respecto a ciertos recuerdos que perdió luego de que una de las personas que más amaba muriera. Sin querer, gracias a su distracción termino rompiendo su propia pierna por lo cual grito por dolor.

Izuki corrió a su auxilio mientras sus huesos crujían gracias a la auto sanación que venía con los poderes demoniacos, Laito miro con más curiosidad a la chica ya que noto lo distraída que estaba, ella no solía cometer errores y si lo hacía eran realmente mínimos:― ¿Puedo saber por qué estas tan distraída hoy? Si es por tu hermano entonces debe irse, la próxima vez podías romper tu cuello o peor el mío. ― dijo mientras intentaba mirarla con severidad.

― No es por Izuki. ― dijo la chica mientras aún seguía tendida en el suelo. ― Yo perdí unos cuantos recuerdos y de alguna manera siento que debo recuperarlos.

Laito miro a la chica con emoción, la situación cada vez era más entretenida para el:― No te mato solo porque mi hermana te necesita para entrenar. ― dijo Izuki seguido de un gruñido.

Si bien lo aceptaba por obligación, no le gustaba que su hermana compartiera tanto tiempo con ese hombre, al notar que ella desaparecía por largo periodos de tiempo no pudo evitar seguirla, quería saber quién tomaba el tiempo que su hermana no le dedicaba a él; Cuando Izuki y Laito se conocieron ambos pensaron lo mismo el uno del otro, ambos pensaban que el otro era una rata fastidiosa.

― Si no fuera porque la respeto un poco, créeme, también estuvieras muerto. ― dijo el de ojos color ámbar al hombre de ojos color esmeralda mientras sonreía.

La chica solo suspiro, tenida en el suelo viendo como dos hombres maduros peleaban por el entrenamiento de una adolescente, para ella era realmente graciosa la situación actual ― A pesar de que siente un dolor espantoso en su pierna ― Con una mano hizo un ademan para abrir un portal, robando así el café que Sero se había preparado y haciendo que el azabache maldijera en voz baja.

Entre héroes y villanos • Boku No Hero Academia Y Tu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora