Entre héroes y villanos • Boku No Hero Academia Y Tu

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La peliverde observó al de ojos pardos, observando a esta con asombro, fue en ese momento al ver a Yuki en el que recordó todo lo que este le había hecho sufrir, haciendo a ese instinto suicida volver a ella; el silencio reinó en el lugar, después de todo todos querían asesinar a la persona que se encontraba en la puerta del lugar, la preocupación por el estado mental de la chica era lo que reinaba.

— ¿Esas son las escaleras a la azotea?— pregunto la chica, Kurogiri asintió.

Con una rapidez admirable la chica subió por aquellas escaleras, llegando rápidamente y sentándose en la cornisa de aquel edificio, los villanos en aquel lugar no tardaron en subir:— Dime, ¿para qué querías subir?— pregunto Twice con nerviosismo.

— voy a saltar, ya no quiero que me torturen.— la pecosa a punto de saltar fue detenida por una niebla negra que pronto se convirtió en una persona.— ¿ahora qué quieres Maou?

El espíritu acomodó su cabello hacia atrás y sonrio:— si mueres yo muero, no es un negocio bueno para mi.— los villanos miraban confundidos la escena, sabían del poder de la chica pero no sabía que sus espíritus se podían materializar.— No tengo mucho tiempo, así que saca tu trasero de aquí.

— No, me voy a morir.— aquel nogitsune vio aquello como una oportunidad.

— Sabes, te hace falta un amigo, uno bueno no como a esos estupidos que tienes ¿no quieres un amigo?.— el espíritu, usando el poder de su portadora coloco una barrera invisible entre esta y los villanos— claro que lo quieres y como yo lo veo ese hombre debe ser al que tenemos que matar.

— ¿Que?—

— nada.— el hombre pelirrojo sonrió.— entonces, no te suicides, defiéndete; Haile es a quien debemos mutilar, exterminar, te prometo que lo asesinaremos de las maneras más horribles que...

— ¡No!

— Los detalles pueden esperar, adelante, Salta pero eso no lo detendrá, conmigo tienes un buen plan B, puedo hacer sufrir mucho a esa persona.— el pelirrojo abrazo a la pecosa por los hombros.— no podrás creer lo lejos que puedo ir por ti, ¡Vamos! Me has tenido en la banca por más de 10 años, dejame salir y nos divertiremos mucho.

— ¿qué tengo que hacer?— pregunto la pecosa con cansancio.

— lo único que tienes que hacer es quitarme es quitarme estas cadenas y ponerselas a mi hermano.— dijo el refiriéndose a mi espíritu bueno.

Los ojos del hombre se tornaron rojos y su cabello negro, con una sonrisa sádica extendió sus brazos hacia la chica, esperando que esta lo liberara:— Veras, ya que eres tan listo y un gran amigo pensaré en tu oferta, te avisaré; prefiero no escoger a la ligera.

El pelirrojo gruñó, después de todo esperaba que si se volvía a encontrar con su captor ella lo liberaría de inmediato:— ser joven no significa que sea un blanco fácil, he nadado con pirañas, no necesito hacerlo con un tiburón.— la chica comenzó a caminar por la cornisa, cuando estaba apunto de caer el pelirrojo la tomo de la cintura, girandola y asegurandola.

— te ofrezco un poder más grande, ¿no lo quieres? Créeme, niña, es lo mejor.—

— me halaga tu oferta.— la chica se giró, observando a los villanos golpear un campo de fuerza invisble.

— ¿No quieres ver a Haile sufriendo?— ____ sonrio.

— prefiero saltar, puede que sea suicida pero aún no pierdo la cabeza.— el pelirrojo sonrió, complacido.

— Así que, te haces la difícil, eres más ruda de lo que pareces.— la chica levanto una ceja.

— Por algo existes.— el pelirrojo chasqueó la lengua, junto con el desaparecido la barrera transparente que impedía a todos pasar.