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Cerré mis ojos y me recosté en el hombro de Izuku, la mayoría de la clase 1-A se encontraba en la sala común, ya se charlando o viendo la televisión:— Yaoyoruzu-san me dijo que pudiste tocar a Jirou.— dijo mi hermano por lo cual sonreí.

— si, es genial porque ahora no me siento tan incómoda si alguien toca mis manos.— la chica levantó su mano y sonrio.— sin embargo aún me siento incomoda.

— hermana, ¿quieres que deje de ser amigo de Uraraka-san? Después de todo lo que te dijo, no puedo verla sin enojarme.— la pecosa sonrio.

— no es mi decisión, Izu, Uraraka no es mi amiga pero no por eso tiene que dejar de ser la tuya.— comence a jugar con los dedos de mi hermano, sabiendo que por fin Ochako estaba mostrando quien era en realidad.— Pero si eso es lo que quieres no me molestaré.

— esta bien.— escuche a mi hermano susurrar.

Abri mis ojos, observando a la persona que tenía en frente con una sonrisa, Uraraka me miró de mala manera lo cual me hizo sonreír aún más.

Me abracé a mi misma, aproximadamente eran las doce de la madrugada, mis problemas de sueño se habían resuelto gracias al consejo de Momo, sin embargo había alguien a quien debía ver; corrí la cortina del ventanal que llevaba al balcón, abriendo e...

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Me abracé a mi misma, aproximadamente eran las doce de la madrugada, mis problemas de sueño se habían resuelto gracias al consejo de Momo, sin embargo había alguien a quien debía ver; corrí la cortina del ventanal que llevaba al balcón, abriendo este y sintiendo como es aire frío me refrescaba, observe a la persona que se encontraba obserbandome desde abajo.

—  ¡Silencio! ¿Qué resplandor se abre paso a través de aquella ventana? ¡Es el Oriente, y Julieta, el sol! ¡Oh! ¡Mirad cómo apoya en su mano la mejilla! ¡Oh! ¡Quién fuera guante de esa mano para poder tocar esa mejilla!— dijo Laito de manera dramática a lo cual sonreí.

Era la escena del balcón de Romeo y Julieta:— ¡Oh Romeo, Romeo! ¿Por qué eres tú Romeo? Niega a tu padre y rehúsa tu nombre; o, si no quieres, júrame tan sólo que me amas, y dejaré yo de ser una Capuleto.— eche mi cabello para atrás.

Me senté en el barandal de mi balcón y seguí hablando:— Sólo tu nombre es mi enemigo ¡Porque tú eres tú mismo, seas o no Montesco! ¿Qué es Montesco? No es ni mano, ni pie, ni brazo, ni rostro, ni parte alguna que pertenezca a un hombre. ¡Romeo, rechaza tu nombre; y a cambio tómame a mi toda entera!— escuche a Laito reír por lo cual sonreí.

— Te tomo la palabra. Llámame sólo “amor mío” y seré nuevamente bautizado. ¡Desde ahora mismo dejaré de ser Romeo!— Laito abrio sus alas mientras me miraba desde afuera del edificio.

— Dime, ¿cómo has llegado hasta aquí y para qué? Las tapias del jardín son altas y difíciles de escalar.— por alguna razón recordé a Shinso, seria genial si hiciéramos esto juntos.

— Con ligeras alas de amor franqueé estos muros.— el hombre comenzó a volar frente a mi, ahora mismo nos encontrábamos uno frente a otro.

— Te asesinarán si te encuentran mis hermanos.— cambie la última parte del dialogo por lo cual el sonrio.

Entre héroes y villanos • Boku No Hero Academia Y Tu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora