¿A donde fueron Obito y Rin cuando se reecontraron? ¿Qué hizo Rin durante los años que esperó por Obito? ¿Será todo como antes?
Una cosa es segura, Obito y Rin tienen ahora la oportunidad de volver a empezar.
*Los personajes no son míos, le perten...
"Cariño espero que estés aquí cuando más te necesite" The Chainsmoker
—O-obito ¿eres tú?
El cascarón se había roto y un hombre salió de su interior. Rin trató de limpiar bien sus ojos para quitarse las lágrimas y afinó la vista para ver mejor. —No hay dudas ese es Obito pero ¿por qué luce así? Rin recordó el instante en el que el juubi empezó a desaparecer. —Eso significa que ... Obito se convirtió en el jinchuriki del juubi, pero ...
Otro recuerdo vino a la mente de Rin, ella recordó las palabras que Madara le había dicho a Obito "No se puede controlar al juubi sin convertirse en su jinchuriki"
—Ya veo, yo tenía razón, Obito nunca pensó en obedecer a Madara. Por eso no lo revivió y fue él quien se convirtió en jinchuriki. Obito en su nueva forma actuaba un poco extraño, como si no tuviera conciencia.
Una serie de barreras comenzaron a caer sobre él y Rin volvió a poner atención a lo que estaba pasando. Obito se deshizo de las barreras que cayeron sobre él y luego eliminó una barrera que estaban montando los antiguos Hokage.
—Esos son los otros Hokage, alguien los debe haber revivido a ellos y a Minato sensei.
Pero Rin no tuvo tiempo de pensar en eso porque de inmediato Obito se puso enfrente de Naruto.
—Detente Obito, déjalo ya — ordenó Minato.
—¿O-bi-to?
Rin dio un pequeño salto de la impresión. —No puede ser ...
Rin comprobó que Obito había perdido su voluntad. Ella había comenzado a descompensarse, no aguantaba más ver todo lo que estaba pasando, sus ojos se cerraban lentamente viendo como los Hokage intentaban derrotar a Obito.
Rin quedó recostada de lado, el portal del limbo aún seguía abierto pero ella estaba ida. Ese de allí no era Obito, era el juubi.
—Rin
Rin escuchó a los lejos una voz llamando su nombre pero no consiguió reaccionar.
—Rin
—Esa voz ¿es Obito? — Rin cerró sus ojos y se acordó de una frase que ella le había dicho a Obito una vez. "He decidido estar a tu lado y observarte bien". Rin abrió sus ojos y reaccionó. —Le dije a Obito que me quedaría a su lado y lo observaría ¡No puedo rendirme ahora! Rin recobró sus fuerzas y se alistó para observar una vez más, cuando ella recobró su conciencia y se preparó para seguir observando se dio cuenta que Obito también había recobrado la conciencia y dominado al juubi y ahora estaba listo para luchar.
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Obito recibió una explosión pero no le hizo nada y luego fue atacado entre Naruto, Sasuke y el segundo y cuarto Hokage pero su ataque tampoco surtió efecto en Obito. Rin seguía preocupada pero ahora se mostraba mucho más tranquila, ella soportaría el dolor para seguir al lado de Obito.
Rin sentía que le había fallado a Obito y así misma ya que no había mantenido su palabra de estar junto a él así que lo único que le quedaba era acompañar a Obito desde el limbo. Por lo que no se dejaría llevar por sus emociones otra vez, ella lo observaría todo hasta el final.
—Obito tú antes querías ser Hokage ¿por qué haces esto? — Ahora era Minato quien intentaba convencer a Obito.
—¿No te parece que es demasiado tarde para darme lecciones sensei? Siempre llegas tarde, incluso cuando era importante. Me alegro de que mi maestro llegase a ser Hokage, gracias a eso pude renunciar a serlo yo.
—Obito ... — Rin comprendía ahora el porque Obito había atacado a la aldea hace tiempo, él quería darle una lección a Minato.
—Eras mi maestro y no te habías dado cuenta de que era yo así que en el fondo no eras para tanto ¿No te da vergüenza? El Hokage que murió como un héroe está mostrando frente a su hijo lo patético que era.
—Tú no llegaste a ser Hokage así que no te burles de ellos. —dijo Naruto cargando un rasengan. —Y sobre todo ... ¡no te burles de mi padre que si lo fue! — Naruto con ayuda del segundo Hokage golpeó a Obito pero Rin sabía que no tenía que temer, eso no era suficiente para herir a Obito. Así que con calma se dedicó a contemplar la pelea.
