No quiero creerlo

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"Veo la forma en que estás actuando como si fueras alguien más y me frustra" Avril Lavigne


Rin no podía pensar claro, observó como Obito intentó matar al hijo recién nacido de su maestro, con un rápido movimiento Minato pudo rescatar al bebé y sacarlo fuera de ahí pero tras su retirada Obito tomó a Kushina y la trasladó a otro lado, allí la colgó de sus brazos mediante unas cadenas.

—Yo no lo entiendo —dijo —¿Por qué Obito está haciendo esto? 

Las lágrimas comenzaron a salir sin parar, estaba desconsolada, esto no podía estar sucediendo, debía ser una broma pensó.

Obito procedió a extraer el bijuu del interior de Kushina, Rin sabía que cuando a un jinchuriki se le extraía su bijuu, este moría.

—Esto tiene que ser una pesadilla.

Rin se negaba a aceptarlo. El joven Uchiha metió al zorro de nueve colas en un genjutsu y se marchó dejando a Kushina sola, luego invocó al kyubi dentro de la aldea. Las lágrimas le nublaban la vista pero aún así Rin hizo un esfuerzo para seguir observando. 

Obito había ido tras su maestro, estaban por empezar a luchar y a Rin se le partía el corazón de ver a dos seres queridos luchando a muerte. Era obvio que las cosas no terminarían bien.

El combate no fue muy largo, Obito tuvo que retirarse después de recibir un rasengan por parte de su maestro. El Uchiha había usado su técnica espacio-temporal para retirarse, dirigiéndose a una extraña dimensión, era la primera vez que Rin veía ese lugar.

—Así que su técnica no solo le permite teletransportarse sino que también lo conecta con esa dimensión — pensaba Rin mientras intentaba detener su llanto.

Obito se quedó sentado un rato en ese sitio solitario, Rin cerró sus ojos y entonces pudo escuchar lo que decía su amigo.

—Que bueno que decidí traer al Zetsu espiral conmigo. 

Rin abrió los ojos sorprendida, hasta ahora solo había podido observar a Obito, si quería escuchar, ella debía cruzar el portal, como lo hizo la primera vez, pero ahora lo estaba escuchando directamente desde el limbo.

Quería seguir oyendo pero ya no podía, Obito se había retirado de esa extraña dimensión y ahora se encontraba en su escondite. 

—¿Por qué ya no puedo escuchar nada? —se preguntó— y entonces se le ocurrió algo. —¿Qué tal si para escuchar debo cerrar los ojos?— Al hacerlo Rin comenzó a oír todo.

—Ya lo entiendo, aquí solo puedes hacer una cosa a la vez. — se dijo a si misma. En ese momento escuchó unas voces, eran Obito y Zetsu.

—¿Podrías haber secuestrado a la jinchuriki no?— habló Zetsu.

—Ya habrá tiempo para eso, mi intención no era hacerme con el kyubi, mi intención era darle una lección al cuarto hokage.

Rin se sorprendió pero siguió oyendo.

—¿Y ahora que harás? Nagato nos pidió un tiempo hasta hacerse por completo con el control de Amegakure, no hay algo en particular por hacer.

—Te equivocas, tengo asuntos pendientes con la aldea de la niebla así que no estorbes Zetsu, dedícate a ser un nexo entre Nagato y yo.

—Entendido.

La conversación terminó, Rin abrió los ojos pero todo lo que había pasado ese día le quitó el ánimo, ya no tenía fuerza de voluntad para seguir observando a Obito, el portal del limbo se cerró y Rin se quedo dormida. 

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