Te amo para siempre

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"La vida es muy corta para amarte solo en una, prometo buscarte en la otra vida" William Shakespeare

Era temprano en la mañana y un tenue rayo de sol se filtraba por la ventana.

—Buenos días cariño. — dijo Rin soñolienta.

—Buenos días. — contestó Obito con cansancio.

Ambos seguían un poco cansados ya que la noche anterior se habían dormido tarde. 

—Deberíamos levantarnos, tenemos varias cosas que hacer. — sugirió Rin.

Ese día cumplirían un año viviendo en el mundo puro, es decir, se cumplía un año desde que Obito y Rin se habían reencontrado después de tantos años separados por lo que tenían pensado festejar.

—Todavía es temprano mi amor, podemos esperar un poco. — dijo Obito.

—Bueno. — dijo ella sonriendo.

Obito se la quedó observando, aún con sus gestos de sueño y su cabello desordenado, Rin era preciosa. —Eres tan hermosa. — dijo Obito y le dejo un beso suave en los labios.

Rin correspondió el beso, ambos estaban desnudos debido a su anterior noche de amor. Obito tomó a Rin por su cintura y se posicionó sobre ella, haciendo que Rin suelte una pequeña risa.

—¿Qué te da risa? — preguntó Obito ocultando su rostro en el cuello de ella.

—Es que ... recién nos levantamos y tú ya quieres ...

El comentario le hizo gracia a Obito. —Pues si pero ... yo no haría nada que tú no quieras hacer. —Obito la miró a los ojos.  —Se que tú también quieres hacerlo.

Rin rió. —Sí, yo también quiero. — dijo y tomó los labios de Obito entre los suyos.

El medio día había llegado y la pareja seguía en la cama. —¡Mira que tarde es! — dijo Rin sorprendida.

—Relájate, no es para tanto.

—Pero, tenemos que preparar todo para esta noche.

—Y todavía hay tiempo.

Rin suspiró. —Vamos a tomar un baño y a preparar las cosas.

Después de compartir el jacuzzi y hacerlo una vez más allí, Obito y Rin comenzaron a preparar todo para la noche, ellos iban a tener una cena romántica, además aprovecharían para ver la lluvia de estrellas que iba a acontecer justo a la media noche.

Todo estaba listo, decoraron la sala con rosas rojas. Estas se habían vuelto las flores favoritas de Rin ya que fueron las flores que Obito había elegido una vez en su vida pasada para declararle su amor a ella. 

También encendieron pequeñas velas que despedían un rico aroma y una canción de amor rompía el silencio mientras ellos se cambiaban de ropa para la ocasión. 

Rin se puso un vestido largo de color negro que se unía en su hombro derecho y dejaba descubierto el izquierdo, en la parte superior era ajustado y en su parte inferior tenía una abertura que dejaba al descubierto su pierna izquierda. En sus pies se puso unos tacones negros con unas pequeñas piedras brillantes y su cabello lo dejó recaer sobre su hombro derecho. Una vez que estuvo lista salió de la habitación, esperaba sorprender a Obito vestida así. 

Él la estaba esperando a los pies de la escalera, llevaba un pantalon negro y arriba una camisa blanca con un chaleco negro. Obito la observó bajando las escaleras, era muy hermosa.

"Tú estás aquí, no hay nada que temer".  Decía la canción que sonaba en la sala.

Obito le extendió su mano y ella la tomó mientras le regalaba una sonrisa de amor.

"Nos quedaremos siempre así, estás a salvo en mi corazón".  La canción representaba los sentimientos de Obito y Rin, juntos fueron a la sala, bailaron abrazados una lenta balada, cenaron y hablaron de muchas cosas.

La media noche estaba por llegar y con ella la lluvia de estrellas, la pareja dejó su casa en orden y salieron para poder apreciar el espectáculo.

—¡Mira que grande está la luna! — dijo Rin

La luna se veía enorme, como si estuviera muy cerca de ellos, su luz iluminaba el bosque donde vivían Obito y Rin.

—¡Mira Rin, ya cayó la primera estrella!

—¡Sí!

Las estrellas habían comenzado a cruzar el cielo.

Obito y Rin se tomaron de las manos y comenzaron a caminar hasta el lago que quedaba frente a su casa, allí era donde la luz de la luna era más brillante. Mientras caminaban hasta allí, una luz plateada comenzó a rodear sus cuerpos. La mágica luz los descalzó y transformó su ropa, Obito ahora llevaba un pantalón y una camiseta de mangas cortas y Rin tenía un pequeño vestido holgado, ambos vestían de blanco.

—Rin ... — comenzó a hablar Obito mientras la miraba dulcemente. —Mi amor por ti es tan grande que no me alcanzaría una sola vida para amarte, si existen más vidas después de esta, te buscaré, no importa si me toma mucho tiempo, y cuando te encuentre te amaré, prometo amarte en cada vida.

—Yo sé que me encontrarás, nuestras almas no pueden separarse, así que no importa lo que suceda, me encontrarás. Y mientras tú vienes a mi, yo te estaré esperando, siempre te estaré esperando, para amarte como lo hago ahora.

—Rin ... 

—Obito ...

Parados frente al lago, mientras las estrellas cruzaban el cielo nocturno y la luna brillaba sobre ellos Obito y Rin compartieron un beso, un beso que representaba su eterno amor.


FIN.


Agradecimientos finales: Muchas gracias a todos los que llegaron hasta acá, a muchos les agradecí exclusivamente en comentarios o mensajes y a otros aprovecho para agradecerles ahora. ¡Gracias por leer esta historia! ♥

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