Alma Gemela

Capitulo XXXVI

Por: Lena

5:00 p.m.

Pero mira que esto si es tener mala suerte. Que Kara me estuviera prohibida por ser quien es le ponía complicaciones a mi relación con mi familia, pero a la vez estaba ese toque excitante; y algo que caracterizaba a los Luthor o más específicamente a mi padre y a mí era ser seducidos por lo que se nos tenía prohibido.

-Sé lo que parece todo esto, pero te juro que yo no me acerque a ti con ninguna otra intención que no fuera el conocerte. Alcance a escuchar notando que mientras yo tenía mi debate mental la ojiazul seguía hablando.

-No lo sé Kara, esto me parece demasiada coincidencia. Y aunque lo decía por ponerla nerviosa una parte de mi si se lo estaba preguntando ''¿Realmente le gusto o solo trata de sacarme información de mi familia?'' Y no era que me menospreciara, pero un pequeño punto en mi cabeza no me dejaba de molestar al respecto.

Al seguir buscando en el mini bar yo le estaba dando la espalda a mi ángel por lo que no me percate que se encontraba atrás de mí hasta que la sentí pegada a mi espalda.

-Tal vez tenga que convencerla con algo más que palabras señorita Luthor. Sentí como subía su mano derecha por mi brazo hasta mi hombro retirando mi cabello hacia el otro lado.

-Creo que... no es... pertinente esto... cuando no estamos... solas- Dije tratando de respirar pues sin importarle mis palabras comenzó a lamer y chupar mi cuello, pude sentir como sonreía sobre mi cuello para luego dame un pequeño beso y regreso al sillón.

-Tienes razón, además todavía no terminamos nuestra conversación. Para ser completamente sincera a mí ya no me importaba mucho seguir con la conversación, pero su voz me decía que en verdad necesitaba decirlo todo por lo que sirviendo dos copas de vino tinto regrese a su lado entregándole una de las copas.

Volví a ver ese debate en sus ojos y por un segundo estuve tentada no dejar que hablara, pero Jess apareció con nuestra comida.

-Gracias Jess, si no te queda ningún pendiente ya te puedes retira. Pude ver que la rubia ocultaba una sonrisa al llevarse su copa a los labios.

-Muchas gracias señorita Luthor, con su permiso me retiro.

Se despidió de ambas y cerró la puerta de la oficina.

6:00 p.m.

Mientras comíamos ninguna de las dos dijo nada dejándonos en un silencio lleno de sonrisas y miradas inocentes y no tan inocente. Terminamos de comer dejando todo en la mesa de centro y podría jurar que en el momento en que deje mi copa en la mesa de centro sentí como el ambiente comenzaba a sentirse denso.

-Ya es hora de que te cuente toda la verdad.

-Pues soy toda oídos. Pude ver un mundo de emociones en todo su rostro aunque la que predominaba era ¿el miedo? Incluso se podía decir que era más que eso.

-Está bien, lo primero que debes saber es que mi verdadero apellido no es Danvers, sino Zor-El, yo soy Kara Zor-El... Y fue así como comenzó todo; con cada cosa que iba diciendo me encontraba más que fascinada, pero como siempre me pasa una parte de mi cerebro analizaba cada palabra decía mi ángel sobretodo el hecho que repitiera una y otra vez su apellido eso fue lo que más se clavó en mi mente pues a pesar de no ser un apellido muy común juraría que lo había escuchado o leído en alguna parte.

-A pesar de que ya no están conmigo yo los sigo recordando cada día y cada noche, es como que sin importar el tiempo que ha pasado pienso que un día despertare y estarán conmigo.

-Nuestros seres queridos jamás desaparecen del todo, siempre se quedan en nuestro corazón.

Para este momento tanto Kara como yo ya teníamos los ojos humedecidos, ver el dolor en sus ojos me llenaba de impotencia pues sabía que no podía quitarle ese dolor.

-Tienes razón, eso pasa; sobre todo cuando no murieron por razones naturales-

''¿Por qué siento que esto no va a terminar bien?''

7:30 p.m.

Decir que de la nada la temperatura a nuestro alrededor se enfrió era decir poco. Ya me imaginaba que los padres de Kara no habían muerto de una manera normal, pero mientras me contaba del último día de la vida de sus padres había algo que se negaba a decirme, dejándome con algunos huecos en la historia.

-¿Y nunca supieron quien provoco todo?- Pregunte tratando de verla a los ojos, pero por alguna razón se negaba a mirarme.

-La policía dijo que fue una falla de gas, pero tanto a Clark como a mí siempre nos quedó una duda, una duda con la que Clark se obsesiono.

-¿Y qué duda es esa?

Por un momento solo pude ver como mi ángel se levantaba dirigiéndose al balcón, pero sin salir solo se quedó mirando el cielo y dándome la espalda.

-Unos días antes de que murieran, mi tío había discutido bastante con un hombre y este hombre le dijo que se iba a arrepentir. Hizo una pausa volviendo a respirar profundamente, yo por alguna razón no podía ir hacia ella; era como si hubiera un campo de fuerza que me impedía acercarme.

-El día que todo pasó mi padre hablo con el mismo hombre y este le repitió las mismas palabras que a mi tío. Sus pausas dramáticas me estaban poniendo la piel chinita.

-Yo vi a ese hombre y no lucia nada bien, se notaba nervioso mirando a todas partes como si buscara algo y en el momento que mi padre le pidió que se fuera el hombre se veía como si quisiera decir algo, pero otra cosa lo detenía.

La ojiazul se giró hacia mí clavando su mirada en mis ojos, pero sin acercarse ni un, centímetro solo me miraba como si quisiera grabarme en su memoria.

-Ese hombre Lena, ese hombre es tu padre, Clark ha pasado la mitad de su vida buscando pruebas de que tu padre tuvo algo que ver o lo planeo todo.

Nada me preparo para eso ¿Mi padre un asesino? Imposible él era todo lo que el mundo quisiera, pero jamás un asesino.

-Están equivocados mi papá no es un asesino. Era obvio que ella esperaba esa respuesta y ahora entendía porque se alejó de mí, no era por miedo a mi reacción, sino para darme el espacio que ahora mismo me hacía falta.

-No sé si es un asesino o no, pero de lo que si estoy segura es de lo que vi esa noche, tu padre sabias algo, sabía lo que iba a pasar y no dijo nada-

No, eso no es verdad, sentía que mi cabeza iba a explotar en cualquier segundo.

-Largo de mi oficina, LARGO. Grite poniéndome de pie.

Kara no dijo nada y tomando sus cosas, el folder con la información de su supuesta relación con mi hermano y salió cerrando la puerta, después de escuchar las puertas del elevador cerrarse me desplome en el sillón sintiendo un cansancio infinito y para variar mi cabeza comenzó a formular mil y un preguntas que por ahora no tenían una respuesta concreta, pero que no se quedarían así.

-Tengo que saber la verdad, no importa el costo- Me dije tomando mis cosas para salir, necesitaba ordenar mis ideas y sobre todo comenzar a buscar respuestas, por lo que mientras iba en un taxi hacia mi casa decidí llamar a la única persona que podía ayudarme.

-Hola preciosa ¿Y ese milagro que me llamas?- Contesto con su típico tono seductor.

-Jack, te necesito.

-Lena ¿Qué te pasa? Te escucho mal.

-Por favor tienes que venir, eres el único que me puede ayudar y en quien confió.

-Llego mañana temprano, por favor no hagas ninguna locura antes de que yo llegue.

-Está bien, te espero.

Nos despedimos y mientras el recorrido a mi casase hacía más corto note que mis ojos se llenaban otra vez de lágrimas ¿Peroesta vez por qué? ''Kara ¿Por qué?''