Capitulo V

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Por: Lena

25 de agosto del 2011

8:30 a.m.

-¿Señorita Luthor?

A lo lejos escucho la voz de Jess detrás de la puerta por lo que con un movimiento lento me obligo a levantarme, lo cual no es bien recibido por mi cuerpo.

-¡Señorita Luthor! ¿Se encuentra bien? Escucho como Jess se acerca corriendo hasta donde estoy y me ofrece su mano para ayudarme a ponerme de pie.

-Tranquila Jess, creo que me quede dormida anoche- Respondo quitándome el saco.

Al mirarla noto que tiene un par de preguntas, pero no las hará lo cual agradezco enormemente, no tengo energía para dar explicaciones.

-¿Gusta que le consiga algo de ropa?

-No, solo déjame sola yo me encargo- Respondí mientras me acercaba a una de las paredes en donde había una puerta escondida y dentro de ella un guardarropa completo justo para estas mismas ocasiones; aunque en las ocasiones anteriores me había dormido en mi sofá y no en el piso.

Sin decir nada escucho como Jess abre y cierra la puerta lo que me deja un poco más tranquila para cambiarme en mi pequeño baño.

Media hora después me encuentra cambiada y peinada adecuadamente pensando en la razón de haber dormido en el piso. La realidad me golpea de pronto haciéndome regresar a mi escritorio buscando por todo el piso aquel sobre, que en ese momento se encuentra en mi escritorio perfectamente acomodado. Al tomarlo noto que me tiemblan las manos y tengo que tomarme un minuto para controlar mi respiración para luego abrir el sobre. Dentro hay una hoja doblada en cuatro escrita con la misma caligrafía que tenía el sobre por lo que respirando una vez más comienzo a leer.

Amor mío:

Si estás leyendo esto significa que ya no estoy más junto a ti, que ya han pasado tres años de que partí de este mundo y sobre todo que han pasado tres años en los que aún te aferras a estar sola sumida en cualquier proyecto que te obligué a perder todo sentido del tiempo y el espacio fuera de tu laboratorio. Ese pensamiento me pone sumamente triste ya que por primera vez Lena Luthor no puede cumplir con su palabra, no puedo creer que olvidaras tu promesa de seguir adelante, pero en vez de eso te amargas cada día negándote a conocer a tu alma gemela porque te juro que esa persona no va a tocar a la puerta y decir ¡Oye estoy aquí! Tú no puedes olvidarte de tu promesa porque te recuerdo que juraste por el amor que me tienes que no dejarías que el dolor te venciera y que buscarías la manera de ser feliz fuera de ese laboratorio tuyo porque te conozco Lena y sé que en este preciso momento estás pensando que eres feliz ayudando a otras personas lo cual no es la felicidad que mereces porque tu mereces vivir y no solo sobrevivir, mereces estar con esa persona que te robe el aliento con solo un pensamiento o una mirada como tu solías hacerlo conmigo. Lena Luthor te juro que si no comienzas a buscar tu felicidad nada de lo que has hecho tendrá la mínima importancia porque no importa cuántos logros juntes o cuántos premios acumules si no tienes a alguien con quien compartir esos triunfos solo se convierten en un recordatorio de una vida vacía y eso no es lo que tu mereces. No quiero que al recordarme lo hagas con dolor o peor aún con odio porque lo nuestro fue lo mejor que he tenido en mi vida y para ser recordada así prefiero que me olvides. 

No pude evitar las lágrimas que comenzaron a caer por mis mejillas, no podía ser que incluso después de no seguir en este mundo sigue cuidando de mí, ella realmente me ama más allá de la muerte.

Claro que recordaba mi promesa, aunque en ese entonces solo lo había prometido por que ella me lo pidió y no porque realmente me sintiera capaz de vivir sin ella.

Flashback

16 de octubre del 2006

3:00 p.m.

Me encontraba sentada junto a Sam esperando que terminara su ronda de quimioterapia de ese día. Habían pasado dos meses de que le detectado cáncer de pulmón y según el doctor lo mejor que podían hacer era iniciar de inmediato con quimioterapia, aunque ahora mirando lo frágil que se veía no sabía si debí hacerle caso al doctor o buscar alguna medicina alternativa el amor de mi vida se estaba hiendo sin que yo pudiera hacer algo.

-Amor ¿Puedo pedirte algo?- Comento Sam tomando mi mano.

Tenía miedo de lo que fuera a decirme sobre todo después de cuando habíamos hablado con el doctor un mes antes porque ella quería cancelar la quimioterapia y aceptar su destino, recuerdo que tuvimos una de las peores peleas justo enfrente del doctor hasta que Sam (con los ojos llorosos) acepto continuar unos meses más con la condición de que si no había cambios eso sería todo.

Sam siempre había sido de las personas que aceptaba lo que el destino le diera y a nunca ir contra el por miedo a las consecuencias, eso a mí me fastidiaba demasiado.

-Dime amor.

-Necesito que me prometas que si llego a morir tú seguirás con tu vida, encontraras a alguien que te amé como tú te mereces.

Me quede sin palabras, no podía creer que se estuviera dándose por vencida, era sumamente egoísta que estuviera pensando en eso.

-No te enojes por favor, esto solo te lo pido por si llego a morir, pero no creas que te vas a librar tan fácil de mi Luthor- Siguió diciendo mientras besaba mis nudillos.

No conteste, pero parecía que no dejaría el tema hasta que le contestara ya que lo mencionaba cada día durante los siguientes meses hasta que le dije que sí, pero con la condición de que siguiera luchando y no volvieran a tocar el tema de la muerte, Sam había aceptada y desde ese día hasta el de día de su muerte solo hablábamos de los proyectos que Jack y yo teníamos en mente o lo que ambas queríamos para la boda después de que ella saliera del hospital.

Actualidad

25 de agosto del 2011

9:00 p.m.

Solo con recordar esos días un dolor en el pecho comenzaba a aparecer, no era justo que esto pasara. Yo no creía realmente en nada divino o universal ya que así fue criada, lo mío era causa y consecuencia, si haces cosas buenas te pasan cosas buenas y si haces cosas malas te pasan cosas malas o eso era en lo que creía hasta que Sam murió; cómo era posible que una persona que había hecho solo cosas buenas en su vida tenía que estar rodeada de tanto dolor y perdida. 

Alma GemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora