Por: Kara
19 de octubre de 2011
6:00 p.m.
Mi conversación con Jack Spheer solo me dejaba con una certeza; pasara lo que pasara o hiciera lo que hiciera mi único deseo era estar junto a Lena y esa determinación es la que me tiene ahora enfrente del edificio de mi diosa con la sensación de que mi corazón se saldrá de mi pecho con cada paso que doy hacia el elevador.
-DENGAN EL ELEVADOR POR FAVOR. Escuche que alguien grito dándome apenas tiempo de oprimir el botón que detenían las puertas.
-Muchas gracias señorita- Dijo un señor en sus cuarenta y tantos con una caja de herramientas y un banco.
Solo le sonreí y mientras subíamos no pude evitar ver que el hombre se parecía a Mario Bros, ''Si solo le faltaba el casco y los guantes''.
Llegamos al piso del penthouse donde me baje seguida por aquel hombre que me siguió por unos segundos hasta quedarse parado frente a una lámpara de pared que parpadeaba en la que empezó a trabajar.
Por mi parte todo mi cuerpo comenzó a temblar de nuevo al encontrarme frente a la puerta de Lena haciéndome querer correr y a la vez tirar la puerta al puro estilo Danvers.
-¿Todo bien señorita? Pregunto aquel hombre que seguramente me vio parada como mensa parada frente a la puerta sin intenciones de toca o moverme.
Justo cuando le iba a contestar se escuchó un sonido que venía de adentro del penthouse, un sonido de algo rompiéndose que podría jurar era algo de cristal.
Al parecer no fui la única en escucharlo pues aquel hombre comenzó a tocar con fuerza la puerta, pero nadie abría llenándome de ansiedad al mismo tiempo que sentía que mi corazón se comprimía con el pasar de los segundos.
No sé en qué momento, pero de pronto la puerta se había abierto dejándome con la imagen de mi pelinegra en el suelo con la mano izquierda en su pecho; casi a velocidad inhumana me dirigí a Lena sujetándola por los hombros.
-Lena, por dios ¿Qué te pasa? Levante su rostro tratando de llamar su atención.
-No puedo respirar, ataque de pánico. En el momento que Lena dijo eso mi mente me llevo a años atrás, justo cuando estaba en el instituto y un amigo solía pasarle lo mismo.
-Necesita respiración de boca a boca- Soltó el hombre tras de mi sacándome de mis recuerdos y casi por inercia la bese, pero no por que creyera que necesitaba oxígeno, sino que lo que realmente necesitaba era dejar de pensar para poder relajarse y alguna vez leí que cuando besas a alguien ambas personas dejan de pensar.
Mi idea inicial era hacer que mi diosa dejara de pensar y así reaccionara, pero la que dejo de pensar fui yo en el momento en que sentí sus labios en los míos haciéndome olvidar que no estábamos solas y sobre todo que mi ojiverde tenía un ataque de pánico; un carraspeo a mi espalda me regreso de golpe a la realidad haciendo que me separara de Lena mientras ella soltaba un suspiro y comenzaba a respirar con normalidad.
-¿Ya estas mejor Lena?- Pregunte con cautela pues hasta ese momento recordé que teóricamente mi diosa no quería verme, pero todos mis miedos se evaporaron en el segundo que mis ojos conectaron con ese hermoso verde bosque donde uno podía perderse.
-Creo que ya no me necesitan aquí; de todos modos si me necesitan estaré aquí afuera- Dijo el señor que sin esperar respuesta cerró la puerta dejándonos a solas.
Sosteniéndola solo de los hombros no me era suficiente, necesitaba sentirla cerca de mí lo cual para algunos sería absurdo pues la tenía a menos de medio metro, pero para mí esa distancia era abismal por lo que no pude controlar mis brazos que en cuestión de segundos ya la estaban rodeando dejándonos a ambas de rodillas y gracias a no sé qué divinidad ella no me rechazo. ''No sabes cuánto te extrañe''
7:00 p.m.
No sé cuánto tiempo nos habíamos quedado abrazadas, pero de no ser por mis rodillas me hubiera quedado así toda la vida ''Malditas rodillas''
-No sabes el miedo que pase cuando vi que no me respondías- Comente abrazándome aún más a ella y escondiendo mi rostro en su cuello tratando de esconder mi llanto.
-Oye, tranquila no pasa nada; ya estoy bien y todo gracias a ti- Dijo tratando de tranquilizarme algo que habría sido posible si no hubiera salió de mi escondite, pero al mirla más detenidamente, pude notar que por más que quiso esconder su falta de descanso le fue imposible.
-No has dormido bien. Y de inmediato me sentí culpable ''¿Por qué tenía que venir yo a perturbar su vida?''
Tal vez ya no podía remediar lo ocurrido, pero mínimo me aseguraría de que hoy descansara por lo que sin decir nada tome su mano y la lleve a la recamara donde le pedí que se cambiara de ropa y tratara de dormir, tratando de no mirarla para no tentar a la suerte luego me encargue de arroparla con la manta de la cama.
-No me dejes sola. Mi idea inicial era dejarla dormir e ir por comida, pero todo cambio con su suplica cuando noto mis intenciones de salir de la recamara.
No podía dejarla, no cuando se escuchaba tan rota ''¿Todo es por mi culpa?'' Pero justo ahora eso era lo que menos importaba, mi culpa, ahora lo realmente importante era ayudarla a ser la mujer poderosa que siempre ha sido; así pues me quite los zapatos y me recosté detrás de Lena retirando un poco la manta para luego taparnos a ambas.
-Siempre estaré contigo- Comente abrazándola y depositando un beso en su nuca. Me quedamos abrazándola incluso después de que se quedara dormida sintiendo como descansaba en mis brazos y que a pesar del daño que pude causarle mi diosa podía dormirse teniéndome a su lado.
9:30 p.m.
Sin darme cuenta me había quedado dormida aun con mi ojiverde en los brazos, pero el destino o más concretamente, mi hermana, me había despertado al llamarme al celular lo cual fue realmente sorprendente pues mi bolsa había quedado en alguna parte de la sala y aun así lo pude escuchar; con sumo cuidado solté a Lena que al sentirme lejos comenzó a gruñir aun dormida lo que irremediablemente hizo que mi corazón bombeara a una velocidad mayor.
Ya fuera de la cama y de la recamara de mi pelinegra comencé a buscar mi bolsa que con todo lo sucedido no sé dónde había quedado; al final y después de la quinta llamada lo encontré debajo de uno de los sillones.
-Bueno- Conteste luego de sacar el celular
-¿Dónde estás Kara? Marque al departamento y no contestaste, marco a tu celular y tengo el mismo resultado-
-Tranquila Alex, estoy bien, estoy con Lena en su penthouse.
-¿Y qué haces ahí? ¿No se supone que Lena y tú no se hablan?
-Después hablamos de eso ¿De acuerdo?
-Está bien, pero no llegues tarde a casa-
-De hecho...-
-Te quedaras con ella-
No era una pregunta y ambas lo sabíamos; después de cómo me encontré a Lena no tenía el corazón para dejarla sola, así que solo me despedí de Alex y colgué antes de que tratara de darme una de sus grandes platicas psicológicas.
Me quede sentada en uno de los sillones colocando la cabeza en el respaldo mientras me cubría los ojos con mi brazo derecho ''¿Qué voy a hacer contigo Luthor?'' pero esa no era la pregunta correcta, la verdadera cuestión era ¿Qué va a pasar con el resto de los Luthor cuando se enteren quién soy? Y sobre todo ''¿Qué hará Lena cuando todo se sepa?''
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Alma Gemela
FanfictionAlgunas veces uno puede confundir el primer amor con tu alma gemela, pero eso eso es un error común. El primer amor no es siempre la primera persona que te gusta, es aquel que te marcara de por vida, ese ser que te mostrara las maravillas del amor...