Capitulo X

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Por: Lena

11:00 p.m.

Seguía leyendo la carta caminando por toda mi oficina tratando de encontrar la razón por la que aún me mantenía en pie y no me he vuelto a tirar al suelo como la primera vez.

La verdad es que si dolía, pero por alguna razón eran los recuerdos lo que dolía y no la persona que me los recordaba.

-Señorita Luthor ¿Se encuentra hay?

El intercomunicador me sobresalto ya que por lo que podía recordar me encontraba sola en el edificio.

-Soy Jordan, el guardia nocturno- Siguió diciendo como si hubiera leído mi mente.

Rápidamente guarde la carta y regrese a mi silla respirando hondo.

-Sí, sigo aquí Jordan.

-Disculpe la molestia señorita Luthor, pero en la entrada principal se encuentra alguien que desea verla o eso es lo que ella dice.

Algo en mi interior me decía que era ella, mi ángel de ojos azules, la persona que tanto necesitaba ver se encontraba en la entrada de mi edificio, pero ¿Qué hacía aquí?

-Bajo en seguida- Respondí tomando mi saco y salí casi corriendo a las puertas del elevador.

Al llegar a la entrada principal me encontré a Jordan (o supuse que lo era) y como yo esperaba que fuera también estaba mi hermoso ángel.

-Hola Kara, ¿A que debo el honor de tu visita?- Pregunte haciéndole una señal a Jordan para hacerle entender que ya no lo necesitaba, pero por alguna razón tenía a Kara sujetada de un brazo y muy pegada a su cuerpo, él me miro y luego a Kara un poco preocupado "¿Pero qué le pasa a este tipo?" Se notó que Jordan percibió mi cambio de humor ya que inmediatamente la soltó para sujetarla después de cinco segundos pues ahora era obvio para mí que la rubia apenas y podía mantenerse en pie.

-Kara ¿Estas borracha? "¡Claro que esta borracha!" me reprendió mi subconsciente y tenía razón ¿Quién en su sano juicio vendría a verme a altas horas de la noche?

-Len... ¿Lena? Se notaba que no era consiente de siquiera donde estaba.

-Ayúdame a subirla a mi oficina, por favor. Jordan solo asintió y tomo a Kara como si fuera un bebe algo que no me encantaba, pero no tenía tiempo de reclamar.

Ya estando en mi oficina Jordan dejo a la rubia en el sofá y con un asentamiento de cabeza salió de del lugar.

-Kara ¿Por qué estás aquí? ¿Quién te trajo?- Pregunte mirándola detenidamente.

Seguramente venia de algún bar o hago parecido pues su ropa era menos formal que las últimas dos veces que la había visto, también traía una cartera pequeña por lo que nadie la había asaltado, aun así seguía sin saber la razón por la que se encontraba en frente de mí. Me quede parada mirando a esos ojos como si en ellos se encontraran las respuestas del mundo.

-¿Por qué no me has llamado?- Pregunto de pronto mirándome a los ojos y regalándome en el proceso ese azul que no había dejado mi cabeza en los últimos días.

-No te gusto lo que escribí ¿Verdad?

Definitivamente me estaba perdiendo en toda esta conversación lo que no pasó desapercibido por Kara que ahora me miraba con ojos llorosos.

-¿Ni siquiera lo has leído?

Y como si se tratara de la mayor revelación del siglo todo vino a mi cabeza "El artículo", como pude ser tan idiota; pase toda la semana buscando una razón para volver a verla, pensando en ella día y noche para que al final mi ángel me la hubiera dado sin darse cuenta.

-Perdóname, No recordaba que ya había salido el artículo- Trate de explicarle, pero solo sirvió para que sus ojos se llenaran más de lágrimas.

-No llores por favor, enserio lo siento.

Dios, podía sentir como mis propias lágrimas comenzaban a salir. Luego de eso me senté junto a ella mirando como Kara trataba de contener sus lágrimas y sin más comenzó a retirar las pocas lágrimas que se habían escapado de mis ojos con uno de sus pulgares.

-Me gustan tus ojos- Soltó como si fuera lo más obvio del mundo dejándome sin palabras y justo cuando estaba a punto de responder Kara se acercó a mí y comenzó a besarme suave y dulce dejándome probar directamente de sus labios el sabor de lo que había tomado más un toque salado que dejo sus lágrimas en ellos. Eran los labios más suaves que había tenido el placer de probar, encajaban tan bien en los míos; tal y como si hubieran sido hechos específicamente para ello, para fundirse en uno solo llenándome de su sabor.

Dios es mi testigo que yo no tenía pensado en seguir con ese beso, pero en el momento que ese beso suave y dulce se convirtió en algo más hambriento y además Kara movió su lengua sobre mis labios no pude evitar darle acceso a dicho manjar que al estar dentro recorrió mi boca tan lento que me hacía derretirme por dentro. Pero algo no encajaba del todo ya que a pesar de estar disfrutando de ese beso mi mente me decía que era raro que Kara estando tan borracha pudiera lograr tantas sensaciones y que pudiera besarme tan bien; porque ¡Rayos! Esta chica sí que sabía besar, realmente nadie podría saber que detrás de esa timidez se escondía alguien que podía encender a cualquiera con un beso.

Una de mis manos empezaba a tener mente propia cuando poco a poco se movía de la rodilla de Kara por debajo del vestido azul que traía hasta el inicio de su ropa interior que realmente era casi inexistente, pero justo cuando estaba a punto de desviar esa misma mano a su fuente de placer, su teléfono sonó regresándome de golpe a la realidad.

-Kara espera, creo que debes contestar- Dije cuando mi ángel pretendía sentarse sobre mí.

-Déjalo que suene- Respondió bajando su boca a mi cuello causando un escalofrió por todo mi cuerpo, pero a pesar de que todo mi ser lo deseaba no podía seguir.

-No creo que sea buena idea, no estás en condiciones y no me voy a provecha.

Carajo "¿Por qué tengo que ser tan decente?"

Kara me miro y por un minuto note como si quisiera replicar y rogué para que no lo hiciera o estaría perdida, pero al final solo asintió y tomo su bolsa.

-Demonios.

-¿Pasa algo Kara?

-No, ya lo arreglare después, lo que si es que será mejor que me vaya- Comento parándose y bajándose el vestido que mi mano traviesa había subido más de lo que incluso yo recordaba.

-No es la mejor idea, estas algo tomada y puede ser peligroso.

-Ya estoy bien no te preocupes- Contesto poniéndose de pie, pero solo vasto dar dos pasos para que tuviera que sostenerse de la pared.

-Ves, lo mejor será que te sientes y esperes a que termine de enviar un documento y yo te llevo personalmente a tu casa- Comente ayudándole a regresar al sofá y sin esperar respuesta regrese a mi silla.

1:00 a.m.

No había notado lo tarde que era hasta que escuche un pequeño ruido que venía del sofá indicando que (no se desde a qué hora) Kara se había quedado dormida. Se veía demasiado tierna coma para despertarla, por lo que opte por buscar en uno de los estantes de mi oficina una manta (que solía usar cuando decidía quedarme a dormir) y taparla, también arregle el termostato haciendo que la oficina estuviera más templada y sin sentir sueño regrese a mi silla y seguí trabajando o recordando cómo fue que termine mis proyectos en un tiempo récord, además tenía que ver como estaba ahora con mis socios ya que por lo que veía no había hablado con ninguno de ellos desde la muerte de Sam. Era obvio que no sería fácil recuperar tres años de mi vida y menos si no podía dejar de sentir un dolor que a pesar de que iba disminuyendo seguía presente, pero de algo si estaba completamente segura y era de que sea lo que sea que estaba pasando con Kara me aferraría con uñas y dientes.

Alma GemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora