Capitulo XIII

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Por: Lena

6 de septiembre del 2011

11:00 a.m.

Después de tres años volvía a sentirme viva incluso podía decir que me sentía como una adolescente en primavera, pero con una seguridad de una mujer de cincuenta años, pues estaba segura de tres cosas, la primera era que Kara sentía algo por mí; no sabía en qué medida, pero le atraía, la segunda es que la deseaba; deseaba a Kara como hace mucho no me pasaba y la tercera es que esa chica iba a ser mía o me dejaba de llamar Lena Luthor.

-Señorita Luthor ¿Puedo pasar?

Jess me saco de mis pensamientos a lo que solo pude afirmar para que entrara.

-Lamento la interrupción, solo quería informarle que el señor Spheer llamo dejándole un mensaje- Comento entregándome una nota.

-Dime que dice, por favor- Comente mientras escribía un correo a uno de mis socios.

-Preferiría no hacerlo, es algo personal. Podía notar como Jess se había puesto nerviosa lo que era raro ya que al ver la nota era obvio que ella la había escrito, pero no insistí pues conociendo a Jack seguro dijo comentarios que ya de por si incomodaban a la chica.

-Está bien.

Jess asintió soltando el aire y procedió a salir de la oficina.

-Jess espera, ¿Alguien me ha llamado?

-No señorita Luthor, hasta ahora ninguna llamada importante.

Solo asentí como respuesta y dejé que saliera; ''Con que quieres hacer esto más difícil señorita Danvers'' Definitivamente algo había despertado en mí y solo había una forma de apagarlo por lo que me tocaba mostrarle a Kara las consecuencias de sus actos.

1:00 p.m.

Estaba concentrada en mi trabajo que no escuche el intercomunicador sonar y tampoco la puerta al ser abierta, solo hasta que tuve a mi ángel frente a mi supe que tenía compañía

-Bunas tardes Lena-

-Hola Kara ¿A qué debo el honor de tu visita?

Dios no puedo dejar de mirarla y recrear lo que paso ayer, como pude haberla hecho mía justo en esta oficina, maldita conciencia.

Me puse de pie haciéndole señales para que tomara asiento en el sofá hiendo detrás de ella.

-La verdad es que quería disculparme por cualquier cosa que haya dicho o hecho anoche, suelo ponerme sentimental cuando tomo.

''Nada de eso Kara, no te vas a escapar tan fácil''. Definitivamente Kara podía ser engañosa, por fuera es un ser único, un ángel, pero por dentro guarda un fuego que puede llenar a cualquiera de las más grandes pasiones.

Kara seguía hablando y disculpando de muchas maneras mientras por mi mente pasaban todo lo que quería que dijera realmente o mejor dicho lo que quería que hiciera y es que estar en celibato auto-impuesto por más de tres años me estaba pasando factura, además no ayudaba nada que Kara trajera una blusa color vino, pero sobre todo una falda cuadriculada que en el momento en que se sentó dicha prenda quedo lo suficientemente levantada dejándome aprecia mejor parte de sus muslos

-No te preocupes Kara, a mí me encanto tu visita. Dios, se ve tan tierna cuando se sonroja.

-Está bien- Comento, pero podía observar que había algo más que quería decirme.

-¿Hay algo más en lo que te pueda ayudar Kara?

-Es acerca de la entrevista que de hice.

-Claro, ¿Qué pasa con eso?

Kara comenzó a jugar con sus manos demostrándome lo nerviosa que estaba.

-¿Me preguntaba si habías leído el artículo?

''Empieza el juego señorita Danvers''

Se quedó esperando mi respuesta mientras yo no podía dejar de mirarla.

-Sí. Lo leí hace poco, pero creo que tienes un concepto equivocado de mí.

-¿A qué te refieres?

-Es un buen artículo, me haces quedar bien-

Pude notar cómo se volvía a sonrojar ''Definitivamente me vas a provocar un ataque''

-Yo solo escribí la verdad- Comento acomodándose los lentes y regalándome un de las sonrisas más bellas de este mundo, lo que provocó que yo también sonriera.

-Creo que muchas personas estarían en contra de eso, incluso personas cercanas a ti.

-Desde que llegue aquí estoy aprendiendo a seguir investigando, aunque la evidencia indique otra cosa, siempre hay otra historia.

-¿Aunque sea difícil de encontrar?

-En especial cuando no es fácil de encontrar.

Ambas soltamos un suspiro mientras corría el tiempo que yo aproveche para mirar ese par de ojos azules que me tenían fascinada. Era increíble que, a pesar de no creerlo, ahora juraría que podía ver lo pura que es Kara Danvers, eso me gustaba y me asustaba en partes iguales ya que definitivamente mi ángel de ojos azules no solo era capaz de encender mi lívido, si no que era capaz de entrar hasta lo más profundo de mi sin que yo pudiera detenerla, tal vez era justamente eso lo que me detenía en este momento en a lanzarme sobre ella y terminar con este deseo de una vez por todas. Un deseo que sabía perfectamente que no era solo mío.

-¿Sabes una cosa? Mi oficina está inundada de flores.

-¿Enserio?

-Si-

Ambas comenzamos a reír

-No tenías que hacerlo.

-Sí, tenía que hacerlo.

Nos quedamos mirando por un largo rato dejando que reinara un silencio nada incómodo.

-Bueno, creo que será mejor que me valla- Dijo poniéndose de pie y acomodándose la falda, quitándome la gran visión que tenía mientras se dirigía a la puerta.

-Claro. Solo dime una cosa- Comente sin poder evitar humedecer mis labios.

-Dime- Respondió girando, pero con la mano en la manija.

-¿Te gustaron las flores? Me sonrió mordiendo su labio inferior y mirándome directamente a los ojos mostrándome ese fuego que pude notar la noche anterior.

-Me encantaron. Y sin más salió dejándome con mis piernas temblando.

Ahora ¿Quién es la que está jugando?

9:00 p.m.

Después de la visita mi concentración se fue por completo dejándome frustrada y a punto de lanzar mi computadora por mi balcón. De seguir así hundiré la empresa igual que Lex.

Mientras decidía si regresar a casa o quedarme en la oficina recordé aquel mensaje que me dejo Jack, tan vergonzoso que mi asistente se negó a leerlo; tomo la nota y no puedo evitar que una sonrisa se forme en mi rostro ''Este hombre siempre aparece cuando lo necesito''

-Buenas noches Señorita Luthor.

-MALDITA SEA BRAINIAC. Este chico un día de estos me va a matar de un infarto.

-Lo lamento señorita Luthor.

-En primer lugar ¿Cuántas veces te he dicho que avises cuando estés en la puerta y no hasta que estas frente a mí? Y en segundo lugar ¿Cuántas veces te he dicho que me hables de tu?

Realmente me fastidiaba que me trataran tan formalmente, me hacía sentir mayor, pero tanto Sam, Jessica y Jack me decían que es parte del protocolo a seguir sobre todo para imponer respeto a la hora de hacer negocios.

-Lo lamento Lena.

Solté un profundo suspiro. ''Definitivamente no cambias Brainiac''

Alma GemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora