Alma Gemela

Capitulo VI

Por: Lena

25 de agosto del 2011

11:00 a.m.

Estar pensando en la carta no me deja concentrarme en el trabajo lo cual me frustra puesto que eso deja que el dolor recorriera cada parte de mi cuerpo.

Activo el intercomunicador de mi teléfono

-Jess ¿Qué tengo para hoy?-

-Nada señorita Luthor, todo el día de hoy y el de mañana los tiene libres.

-Gracias Jess-

No puedo creerlo, es como si algo o alguien supiera cómo me siento y me diera un respiro, por lo que sin dudarlo mucho cierro mi computadora y tomando mi bolso salgo de mi oficina directo al elevador.

Al estar fuera de la oficina, caminando por la calle, recuerdo que desde la muerte de Sam no había salido a otra parte que no fuera la oficina y mi departamento, pero hoy por primera vez me siento diferente.

Flashback

25 de agosto del 2009

Después de que haber dejado mi departamento había decidido ir al cementerio, pero incluso estar a tres cuadras de donde se encontraba ahora el amor de mi vida provocaba que mi corazón se comprimiera al igual que mis pulmones; no soy capaz de dar un paso más así que tirando las flores recién compradas en el contenedor de basura más cercano doy media vuelta en dirección a L-Corp.

Al llegar noto la mirada de sorpresa de Jessica aun así decido ignorarla entrando a mi oficina. Jess lleva poco más de un año trabajando para mí por lo que sabe que hoy no es un buen día para hablarme, ella es muy profesional y jamás se ha metido en mis asuntos personales lo que agradezco, la conozco desde que me había hecho socia de Jack recomendada por el amigo del amigo de uno de nuestros socios; realmente se muy poco de su vida personal, pero con respecto a su trabajo podría considerarla la mejor, me ayudó mucho cuando me hice cargo de L-Corp y la antigua secretaria de mi hermano había renunciado al saber que yo sería la nueva directora de la compañía; esa mujer nunca me había dado buena espina desde que la vi, pero a nadie le importaba mi opinión por lo que para mí que ella se fuera me dejo más que feliz. Afortunadamente Jess pudo acoplarse perfectamente con el trabajo y gracias a ella no termine loca por tanto desorden y mal manejo por parte de mi hermano; ahora me quedaba claro él porque la empresa se estaba yendo a la ruina, Lex no era un gran hombre de negocios cuando el negocio no tenía que ver con mujeres, alcohol o juegos de casino tanto legales como ilegales. Por eso ahora él se dedicaba exclusivamente a las relaciones públicas de la subsidiaria de L-Corp en Irlanda, era increíble que papá lo dejara encargarse de algo relacionado con la empresa después de cómo demostró tal irresponsabilidad, pero cuando tu mujer te recuerda que tú también te equivocaste y ella te perdono no te quedan muchas opciones.

Actualidad

25 de agosto del 2011

3:00 p.m.

Sumida en mí pensamientos no me doy cuenta del paso del tiempo hasta que de mi estómago se produjo un ruido bastante evidente; miro a mi alrededor en busca del primer establecimiento decente en donde pueda comer y gracias a dios lo que me encuentro es con un restaurante de comida china, así que sin más me acerco y pido una mesa.

Mientras espero al mesero miro a todas las personas que se encuentran aquí, la mayoría vienen en pareja, con amigos o con su familia, no puedo evitar pensar en lo sola que me encuentro lo que provoca que pierda por completo las ganas de comer "¿Qué es exactamente lo que buscas Lena?" Me pregunto yo misma, pero no hay respuesta adecuada para el cumulo de emociones contenidas en mi pecho por lo que sin esperar un segundo vuelvo a ponerme de pie, pero al estar tan enfrascada en mi propio dolor no noto a cierta rubia de ojos azules que sin querer empuje y a su vez esta termino empujando a un mesero que llevaba un plato de ramel el cual termino en el torso y piernas de un hombre de traje.

Me quede de piedra mientras la ojiazul pedía una y mil disculpas al señor del traje que no dejaba de gritar exigiendo hablar con el gerente y soltando todos los insultos que existían.

¨Dios, que carácter¨ me dije mientras veía todo desde la distancia sin poder dejar de ver como entre el mesero y la rubia trataba de limpiar al hombre que con un movimiento aparto a ambos, eso fue lo que me saco de mi resguardo ese hombre ya se estaba pasando y no iba a permitir que pagaran santos por pecadores.

-Creo que ya es suficiente, solo fue un accidente no tiene que insultar.

-¿Y usted por que se mete? Era obvio que el hombre no se había dado cuenta (hasta ese momento) con quien hablaba ya que en el momento en que me miro se le fue todo el color del rostro y me miro con asombro, miedo o asco; nunca me quedaba del todo claro. Además, no era el único que me miraba pues pude notar una mirada(algo indiscreta) de ese hermoso ángel  la cual recorría mi cuerpo hasta mis ojos que al notar que yo también la miraba sus mejillas se tornaron de un tono rosado.

-Lo mejor será que todos nos calmemos y busquemos una solución a todo esto- Continúe hablando mientras controlaba mi propia respiración que por alguna razón se encontraba bastante alterada.

Al final todo se arregló cuando el gerente pidió disculpas y yo me ofrecí a pagar un nuevo traje al señor Otis Graves que por alguna razón trataba de alagarme al grado de la incomodidad mientras que por otro lado Kara había salido corriendo justo cuando todo estaba arreglado lo cual me enojo bastante me hubiera gustado poder hablar con ella o más bien dejar que ella hablara, necesitaba conocerla por alguna extraña razón que no podía explicar ¨ ¿Qué rayos te pasa Lena? ¨.

5:00 p.m.

Después del incidente preferí regresar a mi departamento y pedir una pizza de pepperoni.

Mientras esperaba que el repartidor llegara decidí servirme una copa de vino y me fui a sentar al sillón. Estando en aquel lugar comienzo a notar algo diferente en mi interior, el dolor que yo solía sentir cuando me encontraba en este departamento era insoportable, cada milímetro de este ligar me recordaba a Sam, a sus risas, su llanto, su enojo, su amor; era por eso que odiaba ese lugar, aun así las mismas razones que me hacían odiarlo eran las mismas razones por las que me era imposible vender el departamento, pero ahora mientras me encontraba relajada ese dolor era menor, claro que seguía doliendo e incluso me estaba debatiendo en quedarme o irme a la oficina, pero por alguna razón un sentimiento nuevo me ayudo a seguir sentada esperando mi comida mientras unos traviesos ojos azules y una melena rubia invadían mi mente ¨ ¿Qué estás haciendo con mi mente Kara? ¨