Capitulo XLVI

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Por: Kara

8:00 p.m.

Esta conversación me estaba dando más de lo que estaba buscando, pero hasta ahora no sabía si estaba preparada para esta conversación o si Lena estaba lista para contarme.

-Como ya te había dicho, Andrea y yo nos conocimos en el internado, pero no fue la única persona que conocí en ese lugar, ahí conocí a Jack y los tres vivimos cosas muy fuertes las cuales lograron separarnos antes de iniciar la universidad.

De acuerdo, para ser sincera conmigo misma esa noticia ya me la esperaba, aunque el que Jack Spheer era un plus que no esperaba.

-Obviamente los tres maduramos lo suficiente como para dejar los errores en el pasado y no creo que eso pueda impedir que Andrea te conceda una entrevista, yo puedo conseguírtela, solo si tú estás de acuerdo.

Si sus errores estaban en el pasado ¿Por qué tenía que dejarlo claro?

No quise darle más vueltas de las necesarias por lo que le dije que lo pensaría, pero por mucho que mis dudas por la cercanía de esa mujer hacia mi diosa no podía negar que si el proyecto de la señorita Rojas era tan bueno, una exclusiva con ella valdría oro.

Y hay estaba el asunto pues años atrás no me hubiera importado las consecuencias si con ello conseguía el reconocimiento periodístico más importante de todos, un pulitzer; pero ahora las consecuencias pesaban más que cualquier cosa ''¿Por qué tienes que ser tu Lena?''

11:00 p.m.

Casi a punto de lanzar mi investigación por la ventana trate de tranquilizarme, pero desde que mi pelinegra había mencionado a Obsidian North me era más difícil encontrar una noticia que fuera igual de bueno o incluso mejor, algo que obviamente era una pérdida de tiempo y me hacía sentir una gran frustración.

-¿No piensas venir a dormir? La voz de mi ojiverde me saco en un segundo de mi frustración, aunque no de la mejor manera pues ahora no pensaba en el artículo si no en el motivo por el que no quería aceptar que la entrevista con la señorita Rojas era mi mejor opción.

-En rato más, aun no encuentro lo que necesito.

Lena me miro haciéndome saber que ella intuía lo que yo estaba pensando, pero no dijo nada y sin esperar invitación entro y se sentó frente al escritorio.

-No es necesario que me esperes- Dije perdiéndome en el verde de sus ojos. Era increíble lo que lograban trasmitir su mirada, podía notar su inquietud y sobre todo su preocupación.

-No puedo dormir si te tengo bajo mi techo- Respondió mientras se levantaba caminando hacia mí de una manera tan provocativa que me hizo comenzar a temblar y moviendo mi silla hacia atrás (con la ayuda de las rueditas de la silla) colocándose encima del escritorio.

-¿De casualidad no hay alguna forma de que te convencerte de ir a dormir?

Si ya de por si con ese top negro de tirantes junto con el shorts verde con negro lograba calentar a cualquiera y combinado con el hecho de que su actitud daba mucho a la imaginación no había forma en que yo me pudiera negar a nada.

No hubo una palabra más; no hacían falta, todo parecía incluso ensayado ya que mientras me levantaba mi ojiverde movía algunos papeles junto con mi laptop dejando más espacio.

Comenzamos suavemente, con solo besos suaves dejando que su calidez nos envolviera aún más; mis manos comenzaran a hormiguear por querer tener contacto con su piel por lo que sin siguiera avisar lleve ambas manos sobre su abdomen dejando un roce con su piel mientras subía hasta el borde del top donde me encontré con la sorpresa (o tal vez no tan sorpresa) de que Lena no llevaba sosten por lo que seguí subiendo mis manos llegando a sus senos y por ende sus pezones ya duros listos para mi disfrute. Con un movimiento rápido aparte ese trozo de ropa que me bloqueaba la vista de ese par de maravillas con las que llevo soñando toda la semana y que ahora no desperdiciaría ni un segundo en saciarme de ellas.

-¿Qué pasa?- Pregunto mi diosa al notar que me había quedado viendo sus senos más de la cuenta, no conteste con palabras, pero si con mi lengua ''Mía, totalmente mía''

Seguí saboreando sus senos que ahora se encontraban bastante rojos, pero me era imposible separarme de esa parte de su cuerpo y más si mi pelinegra me tenía atrapada con sus brazos.

Era bastante obvio que no podía quedarme solo disfrutando de sus senos por lo que con un esfuerzo regrese a sus labios mientras mis manos se dirigían a sus glúteos comenzando a bajar su shorts junto con su ropa interior. Mi ojiverde comenzó a desabrocharme los botones de la blusa sin despegarse de mis labios; algo que me dio un poco de gracia fue que sus manos temblaban lo suficiente complicándole la tarea de sacarme la blusa por completo.

Después de un trabajo en conjunto Lena pudo quitarme por fin la blusa y el sosten para luego abrazarse a mi justo cuando dos de mis dedos entraban en ella provocando que soltara un grito al igual al que yo solté al sentir sus uñas en mi espalda; era demasiadas sensaciones que no me extraño que después de que mi diosa llegara al clímax yo también me corriera arruinando mi ropa interior y mis pantalones. Sin dejarla recuperarse por completo la recosté sobre el escritorio e hincándome frente a ella comenzando a saborear su esencia directamente de la fuente; en un principio lo hice lento y suave dejando que mi lengua recorriera toda si zona intima, algo que hizo que mi pelinegra volviera a gemir llevando sus manos a mi cabeza. Todo se volvió más sensual cuando mi cabeza fue liberada y al fijar mi mirada en ella note que sus ojos, oscurecidos por el deseo, me miraban apenas sin parpadear, sus brazos la ayudaban a erguirse lo suficiente logrando que nuestras miradas no se perdieran; volví a introducir mis dedos dejando que mi lengua se encargara de su clítoris provocando que gimiera con más fuerza para segundos después soltara toda su esencia.

-¿Esto es una venganza o una recompensa?- Pregunto aun recuperando el aliento.

Me tomo un par de segundos entender a qué se refería y ella lo noto.

-Me refiero a cuando no deje que te fueras sin que pudiera tocarte.

Sentí como una enorme sonrisa se formaba en mi cara recordando el momento.

-Tómelo como usted quiera señorita Luthor- Conteste subiendo sobre su cuerpo dejando besos húmedos sobre su abdomen, senos, cuello hasta llegar a sus labios dejándola probarse a sí misma en mi lengua y seguir mi camino hasta su oído derecho haciendo que se volviera a sentar mientras abrazaba mi cintura con sus piernas.

-Creo que aún no termino contigo Luthor- Solté jugando con su lóbulo y llevando su mano a mi centro de placer por debajo de toda mi ropa; pude notar como sus ojos se habían vuelto a oscurecer al sentir mi humedad.

-Sera un placer hacerme cargo de todo Danvers.

29 de octubre del 2011

8:00 a.m.

Decir que agradecía que fuera sábado era poco, pues después de lo que paso en la oficina mi ojiverde cumplió, con creses, su palabra dejándome más que satisfecha y exhausta entre sus brazos siendo despertada por la luz del día.

-Buenos días- Comento al sentir que me comenzaba a mover. Ambas seguíamos desnudas cubiertas con solo la sabana.

-Así no se dan los buenos días- Comente haciendo un puchero provocando que me mirara sin entender a que me refería.

No conteste y fingiendo estar enojada la abrace por la cintura colocando mi cabeza en su abdomen. Luego de unos minutos sentí que comenzaba a moverse hasta que su rostro y el mío estaban de frente dejando nuestros labios bastante cerca dejándola con la libertad de besarme sin encontrar ninguna resistencia de mi parte.

-¿Así está mejor?- Pregunto a lo que yo solo podía asentir como respuesta.

Me abrazo haciendo que mi cabeza se escondiera en su cuello, nos quedamos abrazadas hasta que una vez más mi estómago me recordó que no podía vivir de amor.

-Es hora de desayunar ¿Qué se te antoja?- Pregunto Lena levantándose y regalándome la mejor vista del mundo. ''No es la mejor pregunta Luthor''

Alma GemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora