Capítulo 20

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(POV Killian)

Han pasado un par de meses desde que Emma y yo nos comprometimos, lo cual quiere decir que solo quedan tres para el gran momento. Últimamente hemos tenido bastante tiempo libre y eso nos ha permitido poder tener casi todos los detalles preparados para la boda.

Obviamente, Emma y Mary Margaret se han encargado de la decoración, y menos mal, aunque también es mi día, no puedo evitar que eso me resulte aburrido. Hace un par de días se me ocurrió estar presente mientras decidían los centros de mesa. ¿De verdad cuesta más de tres horas escoger qué flores quieres que vea todo el mundo durante el banquete? Lo entendería si fuera la comida, pero, aunque Emma dice que es indispensable, a mí me sobra. Le quita espacio a lo realmente importante, las bebidas y alimentos.

Por si os preguntáis qué catering hemos decidido, pensamos que lo mejor es dejarse de elegancias, a ninguno de los dos nos va ese rollo, así que en cambio vamos a poner una especie de buffet donde los camareros van pasando con unos platos de pequeñas raciones y tú decides si lo quieres o no. Emma dice que lo vio en una boda de un compañero suyo del instituto y que le pareció una gran idea, además de ser más barato.

Por cierto, no sabía que las bodas podían costar tanto dinero. Del tesoro que abrí ya casi no queda nada, prácticamente la mitad se fue en el vestido de Emma y los 12.000 restantes son para la ceremonia y mi traje. ¡El traje! No logro encontrar ninguno que me guste. Quiero ir elegante, pero que no se desvía mucho de mi personalidad. David dice que a este paso me voy a acabar casando en pijama, y sí, mi suegro es quien me está ayudando con eso, en fin, yo no tengo ni idea. Bueno, por lo menos sé que voy de negro, un punto a mi favor.

En cuanto a los invitados, es un tema del que no me gusta hablar. Es verdad que hemos intentado invitar a los más cercanos, pero el problema es que medio pueblo es familia de Emma. ¡Incluso Gold! Quien sobra decir que NO está invitado. Pero lo que me disgusta no es eso, es que yo no tengo a nadie a quien invitar. Es verdad que ahora están a Milah y a Allison, pero no tengo más familia. Ojalá Liam pudiera estar presente en este día, me gustaría poder ver su cara al ver a su hermano pequeño casarse con el amor de su vida.

Emma dice que no debo agobiarme por ese tema, que aunque ahora no tenga una familia, ese enlace es para empezar a crear una. Y tiene razón, no podría haber usado mejores palabras para animarme, una familia con ella es todo lo que quiero ahora. Pero me da rabia no poder compartir un momento tan feliz como este con más gente. Me encantaría que el mundo entero supiera que un hombre como yo va a casarse con una mujer como ella. Aunque lo de los apellidos es un tema que tenemos que discutir todavía. Por muy feliz que me haga que se convierta en una Jones, no quiero que el Swan desaparezca de nuestras vidas.

Volviendo al tema de los invitados, ahora mismo estamos hablando de las invitaciones. Cosa que a mi prometida le preocupa mucho porque, según ella, ya deberían estar encargadas. Y pensar que esta mujer hace unos meses, ni siquiera se había planteado casarse. ¡Ahora todo tiene que ser perfecto y rápido! Normal, solo a dos locos como nosotros se nos ocurriría casarse con tan solo 5 meses para prepararlo todo.

Al principio pensaba que iba a ser algo sencillo, conociendo a Emma no creí que se lo fuera a tomar tan enserio, que 5 meses iban a ser más que suficientes. Una boda sencillita habría bastado, pero claro, no conté con el "factor suegra". Mary Margaret está empeñada en que sea una ceremonia digna de la realeza, como princesa que es, pero nosotros tenemos una idea diferente. Aunque muchas de las propuestas de Blanca, a ella le encantan. Esta mujer es impredecible. Normal que me haya enamorado locamente de ella.

- ¡KILLIAN! -Grita Emma a pleno pulmón.

- ¿Qué? Perdona, estaba pensando.

- ¿En qué? Llevas como 10 minutos sin responder a nada de lo que digo.

El amor es inesperado (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora