Capítulo 26

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(POV Emma)

Me despierto con una leve vibración del móvil, el cual había dejado anoche debajo de mi almohada a propósito. Miro la hora, las 5:00 am. ¿Por qué tan pronto? ¡Odio madrugar! Pero basta de quejas. Me levanto con cuidado de no despertar a Killian, cojo la ropa que me preparé ayer, la pequeña bolsa que escondí debajo de la cama y salgo de la habitación, cerrando la puerta sigilosamente para que mi prometido pueda seguir durmiendo sin enterarse de nada.

Me aseo en el baño de abajo, me cambio de ropa y me preparo un café para el camino, ya comeré algo durante el viaje.

Hoy es el día que Smith y yo vamos a enfrentarnos a Barba Negra, por eso necesito salir tan pronto de casa. Killian ya sabe que me voy, pero no le he dicho qué día. Ni siquiera yo estaba segura de eso, lo decidimos Smith y yo ayer por la tarde cuando ya teníamos todo listo.

Antes de salir por la puerta, le dejo una pequeña nota a mi prometido para que no se preocupe demasiado cuando no me vea por la mañana. La pego en la cafetera y me voy.

Estas últimas semanas he estado practicando mi magia junto con Smith y Bella. No ha sido nada fácil buscar excusas para faltar a comisaría que creyera mi padre, ni para faltar a nuestras, ya tradicionales, cenas con Killian, aunque intentaba no tener que perderme ninguna.

Llego a casa de Smith y llamo a la puerta, espero que esté ya preparado. Le dije que tendríamos que salir pronto si no queremos ser descubiertos.

- Buenos días, Emma. -Dice abriendo la puerta.

- ¿Días? Todavía es de noche. -Respondo con el mal humor que me caracteriza cuando tengo que madrugar.

- ¿Lista para una nueva aventura?

- Que remedio. Vamos, no quiero que se nos haga tarde.

Smith pasa por delante de mí y yo le sigo de cerca hasta llegar a uno de los barcos más grandes del puerto.

- Su majestad, bienvenida al Royal Fortune. -Dice haciendo una reverencia.

Yo decido ignorar sus burlas hacia mi posición de princesa, no tengo la capacidad de soportar este tipo de bromas hasta las 10 de la mañana, y aún falta mucho para llegar a esa hora del día.

- ¿Cuánto tiempo dices que nos costará todo esto? -Digo subiendo al barco.

- Es un poco complicado, al ser piratas suelen estar en constante movimiento. Pero con suerte, yo sé los lugares favoritos de nuestro "querido amigo", así que no será muy difícil encontrarlo.

- Quiero fechas Smith, te recuerdo que me caso en poco más de un mes.

- Tranquila, como mucho tardaremos dos semanas.

- ¡¿Dos semanas?! Eso es mucho tiempo.

- Eso deberías haberlo pensado antes.

- ¿Podemos irnos ya? Aún no nos hemos ido y ya quiero volver.

- No. Todavía no estamos todos.

- ¿Viene alguien más? -Digo incrédula, pensaba que había quedado claro que de esto no se podía enterar nadie.

- Obviamente, no puedo manejar este barco yo solo. Pero no te alarmes, son solo dos hombres de mi confianza y no harán preguntas. Además, saben cómo enfrentarse a una tripulación cabreada, en caso de que llegara a hacer falta.

- Uggg, vale. Voy a ir a comer algo mientras esperamos.

- La cocina está bajando las escaleras, al fondo a la derecha.

- Gracias.

Sigo las indicaciones de Smith y llego a donde se encuentra la comida. Busco en los armarios y encuentro unos bollos bastante apetecibles. Empiezo a comerme uno a la vez que me acabo el café, que ya está frío, y noto como el barco empieza a moverse. Supongo que ya habrán llegado los dos tripulantes que faltaban.

El amor es inesperado (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora