Capítulo 10

691 53 9
                                    

(POV Emma)


Salgo de casa de mi madre después de comentar con ella algunos detalles de la boda. Ambas coincidimos en que tiene que ser cuanto antes, tenemos que aprovechar este ratito de tranquilidad, quién sabe cuánto puede durar. La verdad es que, aunque me encantaría poder acostumbrarme a esto, no puedo, estoy en Storybrooke, la paz no es su mejor cualidad.



De camino a casa, decido desviarme un poco y meterme en la tienda de vestidos de novia, aún no tengo la fecha asegurada, primero tengo que hablarlo con Killian, pero no creo que pase nada por echar un vistazo.



Al entrar lo primero que me llama la atención es la cantidad de vestidos que hay para un pueblo tan pequeño, aquí hay material para dos bodas diarias y ni si quiera hacemos una al año. Debe de funcionar con magia, si no, no lo entiendo.



Voy caminando y observo los vestidos que están puestos en los maniquís, se supone que son los más bonitos, pero ninguno consigue decirme nada.



-Hola. ¿Puedo ayudarte?



Una dulce voz me saca de mis pensamientos, me giro y veo a una chica que, por lo que parece, trabaja aquí.



-Eh Sí... bueno, no. No sé.



-Vaya, espero que a la hora de dar el "Sí, quiero" lo tengas más claro. -Bromea.



-Sí bueno, la verdad es que estaba echado un vistazo, me voy a casar dentro de poco, si no, no estaría aquí, pero aún no tengo la fecha confirmada. Solamente he venido a hacerme una idea.



-Oh, bueno. Toma -dice entregándome una tarjetita-, aquí tienes toda la información de la tienda. Si necesitas algo, no dudes en preguntar por mí, soy Estela.



-Muchas gracias. Te avisaré con tiempo cuando venga a probarme el vestido.



-De acuerdo. Un gusto conocerte...



-Emma. Me llamo Emma.



-¿Emma? He oído hablar mucho de ti.



-Espero que bien.



-Obvio, todo el mundo te adora en este pueblo. Estaba deseando conocerte.



-Bueno, pues aquí me tienes- ambas reímos-. Lo siento pero me tengo que ir. Mi futuro marido me está esperando en casa y conociéndolo estará a punto de llamarme.



-Hasta luego, Emma.



-Adiós.



Sinceramente, todo esto me agobia un poco. Tantos vestidos, y ninguno me llama la atención. Me agoto solo de pensar en cuántos me voy a tener que probar para encontrar el adecuado. Lo mejor será que me vaya a casa, relajarme y hablar con Killian la fecha definitiva. Lo primero es lo primero, después ya me preocuparé por el vestido.



Estoy a punto de salir de la tienda, con la mano casi en la puerta cuando lo veo. ¡Es perfecto! Es como si hubiera estado toda mi vida soñando con este vestido. Necesito verlo más de cerca.



¡Dios mío! Es precioso. La tela, el tacto, el color... todo. Parece hecho exclusivamente para mí, bueno, es muy diferente a lo que estoy acostumbrada, casi no parece ni que me pudiera gustar, pero creo que justamente que sea tan diferente, es lo que lo hace perfecto. Ya casi puedo verme caminando con él hasta el altar.



-¡Estela! -Grito para que me escuche.



-¿Sí?



-Creo que lo he encontrado.

El amor es inesperado (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora