Capítulo 8

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(POV Killian)

Me despierto al notar que me tiran un vaso de agua encima. Abro los ojos con dificultad y veo a Milah de pié frente a mí. Parece algo mosqueada por su postura.

-¿Se puede saber qué demonios te pasa? -Digo secándome la cara con la sábana.

-Allison ha entrado y te ha visto en la cama desnudo con Emma, menos mal que tuvisteis la brillante idea de taparos, porque si no ya me dirás como le explico a mi hija esta escena.

Miro hacia abajo y veo que efectivamente Milah tiene razón, estoy desnudo, bueno, estamos desnudos. Emma sigue durmiendo, así que la tapo completamente con cuidado de que no se nos vea nada.

-Milah, lo siento. No sabía que ibais a venir.

-La próxima vez podrías cerrar la puerta con llave, para algo la pusiste, ¿no?

-Vale, vale, lo pillo. Pero ya te he dicho que lo siento, pasó todo tan rápido que...

-¡No! No quiero saberlo. No me importa cómo pasó, solo quiero que no le dejes traumas a nuestra hija. Tienes que ser más cuidadoso.

-Vale. Lo siento.

Ambos nos quedamos en silencio y al ver que Milah no hace intención de irse carraspeo un poco, a lo que ella responde disculpándose y marchándose. Me levanto una vez que ha cerrado la puerta para echar la llave y después volver a la cama con Emma, quien, al tumbarme de nuevo, se acurruca en mi pecho.

-Pensaba que estabas dormida.

-¿Con esos gritos? Imposible. -Dice con los ojos cerrados.

-Mmm, acabo de cerrar la puerta con llave, amor, nadie puede molestarnos.

Emma abre los ojos y me mira para después sentarse con la sabana alrededor de su cuerpo desnudo.

-La verdad es que tengo algo de hambre. ¿Qué hora es?

-Ni idea, dejo de importarme el tiempo desde el primer momento que entraste en mi vida. -Digo mientras juego con su pelo.

-Hablo en serio, Henry viene a casa las 10:30.

Miro el reloj del teléfono y veo que son las 10:08.

-Pues ya puedes correr porque te quedan 20 minutos.

-¡¿Qué?!

Ella se levanta corriendo y se viste lo antes que puede, me da un beso rápido de despedida y se va, y según puedo comprobar, lleva puesta una de mis camisetas, le queda genial.

Yo decido hacer lo mismo y vestirme para ir a desayunar, cuando escucho una melodía extraña que parece venir de debajo de la cama. Me agacho y descubro que es el móvil de Emma, después de dudar por unos momentos, decido cogerlo.

-¿Quién es?

-¿Hola? ¿Emma?

-Mmm no, soy Killian, Emma se acaba de ir y se ha dejado el móvil en mi camarote.

-Ah, hola pirata, soy David -mierda-. ¿Qué es eso de que Emma se acaba de ir?

-David, al grano. -Escucho a Mary de fondo.

-Está bien. ¿Le podrías decir a Emma que hoy tenemos cena familiar en Granny's?

-Claro, se lo diré a la hora de comer.

-Gracias. Ah, y... puedes venir si quieres.

-¿Eso es una cita, principito?

-¡No te pases!

El amor es inesperado (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora