El amor es inesperado (Segunda parte)

Capítulo 44

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(POV 3°Persona)

Emma y Killian están preparándose para su día especial, es 20 de septiembre y por fin podrán darse el 'Sí quiero' que tanto tiempo llevan esperando.

Emma se encuentra en casa de sus padres, deseando ponerse aquel vestido que tanto había odiado, pero que ahora no puede verse yendo hacia al altar con otro, sobre todo si es Killian Jones con quien se casa. Tras varios empujones, muchos saltos y alguna casi-acrobacia, consigue entrar en ese montón de tela. "Menos mal que Bella sabía donde encontrarlo -piensa mirándose al espejo-, no tenía un plan B."

- ¿Emma? ¿Estás visible? -Pregunta su madre desde el otro lado de la puerta.

- Sí mamá, pasa.

Blanca entra en la habitación, despacio, para poder apreciar a su preciosa hija con aquel vestido que tanto le favorece.

- Wow, hija. ¡Estás hermosa!

- Gracias. -Responde la rubia con una sonrisa.

- ¿Puedo preguntarte por qué has escogido ese? Quiero decir, es realmente precioso, ¿pero no podía ser blanco?

- No, mamá. Tenía que ser este. ¿Puedes ayudarme con el cierre?

- Claro, pero sigo sin entender nada.

- Killian lo hará, y eso es todo lo que me importa ahora.

Mientras que madre e hija acaban de prepararse para el gran momento, el apuesto pirata se encuentra en el camarote de su barco, discutiendo con su, dentro de unos instantes, suegro.

- Pero Emma y yo dijimos que no hacía falta tantas formalidades. -Protesta el moreno.

- No digas tonterías, Garfio. He visto el vestido de mi hija y tienes que estar a la altura.

- ¿En serio lo has visto? ¿Cómo es? -Pregunta emocionado.

- Estás loco si piensas que voy a decírtelo. -Ríe el príncipe.

- Solo una pista.

- Te la diré si te pones la corbata.

- Está bien. -Accede sin estar totalmente convencido.

David le hace el nudo, ya que Killian no puede con un garfio en lugar de la mano izquierda. Una vez acaba, le ayuda a ponerse el chaleco y la americana.

- Mírate, todo un caballero. Casi pareces de la realeza.

- Técnicamente, lo seré en unas horas.

- ¿Un pirata como futuro rey? Desde luego el destino es caprichoso.

- Ya... Igual es mejor que de eso se encargue Neal.

- Creo que estamos de acuerdo. -Dice David dándole un par de palmadas en la espalda.

- Vale, ya estoy listo. Ahora dime, ¿cómo es el vestido?

- ¿Estás loco? ¿Tú conoces bien a la mujer con la que te vas a casar? ¡Me mataría si te lo dijera!

- Neh... No creo, eres su padre. Como mucho te castigaría con un silencio ensordecedor durante semanas, pero te acabaría perdonando.

- Aún así, no pienso decírtelo.

Killian y David empiezan a discutir sobre la indumentaria de Emma y cómo reaccionaría ella si su padre abriera la boca al respecto, pero por suerte el pirata no logra vencer al príncipe.

Pasan las horas y el momento de la ceremonia se acerca, sólo lo más cercanos a la pareja están presentes. Killian espera impaciente, al lado de Henry y David, quien mece al pequeño Neal en sus brazos, y Archie atrás, sonriente y listo para unirlos hasta el fin de sus días.