Capítulo 1

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(POV Killian)

Hace ya como dos semanas que Emma salió del hospital y creo que va siendo hora de cumplir con lo prometido. Pero antes de eso necesito planearlo todo, tiene que salir perfecto, ella se lo merece.

Son las 8:30 de la mañana y Emma sigue dormida, aun no ha vuelto al trabajo ya que su padre no se lo permite hasta que esté recuperada del todo. El efecto del veneno ya se le ha pasado, pero al ser tan profundo el corte, perdió demasiada sangre, lo que le hizo tener anemia y, a veces, tiene mareos. Igual es un poco arriesgado llevarla de viaje en barco, pero no creo que haya ningún problema siempre y cuando consiga que se tome sus pastillas, ellas las odia.

Estoy haciendo el desayuno cuando noto unos brazos que me abrazan por atrás.

-Mmm, buenos días mi amor. -Dice Emma en mi oído.

-Ahora sí que son buenos.

Dejo la sartén por un instante y me giro para darle un pequeño beso de buenos días. Inmediatamente vuelvo a poner toda mi atención en el fuego, no quiero que se me queme nada.

-¿Qué me estás haciendo para desayunar?

-¿Por qué das por hecho que es para ti?

-Porque el que se despierta primero tiene la obligación de preparar el desayuno para todos. -Dice sentándose en la isla de la cocina.

-¿A si?

-Aha.

-Pues parece que Henry se ha saltado esa norma.

-¿Qué?

-Cuando me he levantado él ya estaba despierto y me ha dicho que había quedado con Violet, así que se ha ido a desayunar con ella.

-¡¿Y por qué no me lo ha dicho?!

-Swan, tranquila.

-No puede salir sin mi permiso.

-¿En serio? Tiene 15 años.

-Sigue siendo pequeño.

-Vamos Swan, yo a su edad... -Decido quedarme callado en cuanto veo su cara.

-¿A su edad qué?

Genial, a ver como sales de esta campeón.

-A su edad estaba trabajando en el barco con mi hermano.

-Ya, no se porqué pero me da a mí que eso no es lo que ibas a decirme.

-Amor, lo que importa es que Henry ha encontrado una amiga.

-¿En serio? ¿Amiga?

-Vale, ha encontrado a la chica que le hace feliz. ¿Qué problema hay?

-Yo... no lo sé.

-Me parece a mí que a alguien le duele que su hijo se haga mayor.

Acabo de hacer el desayuno, apago el fuego y pongo toda mi atención en Emma, quien, al girarme, me doy cuenta de que tiene los brazos cruzados y la mirada en el suelo, síntoma claro de que algo la preocupa.

-¿Soy una mala madre por eso?

-Eres la mejor madre del mundo, te lo prometo -digo acercándome a ella y dándole un beso en a frente-. Y ahora, a desayunar.

Sirvo el desayuno en una bandeja y lo tapo para que la sorpresa sea mayor. Me dirijo a la mesa y Emma me sigue de cerca.

-Oye, eso huele genial. ¿Qué es?

-Siéntate y descúbrelo.

(POV Emma)

Esta intriga de Killian me está volviendo loca, quiero saber ya de una vez qué es lo que me ha preparado, así que le hago caso y me siento. Poco después se sienta él y por fin, destapa el desayuno.

El amor es inesperado (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora