Capítulo 2

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(POV Killian)




Suena el despertador a las 6:00 de la mañana, me levanto lentamente y me cambio en silencio para no despertar a Emma, aun puede dormir un rato más. Me decido a bajar para hacer el desayuno cuando veo que sale una pequeña luz de la rendija de la puerta de Henry. Llamo flojito antes de abrir lo justo para poder asomarme.



-Ei, compañero. ¿Qué haces despierto? -Susurro.



-Oh, lo siento, no me he dado cuenta de la hora. Ahora me duermo, dame un minuto que me despido.



-¡¿Qué?! ¡Henry, son las seis de la mañana! ¿Te has pegado toda la noche despierto?



-¿Las seis de la mañana? ¿Estás seguro?



-Segurísimo.



-Mierda.



-Esa boca.



-Perdón, es que me he quedado hablando con Violet y he perdido la noción del tiempo.



-Chico, ¿estás bien?



-Sí, bueno... no sé.



Esa respuesta me preocupa igual más de lo que debería, así que entro en su habitación cerrando la puerta tras de mí y me siento en su cama.



-¿Qué pasa?



-Yo... no lo sé.



-Vamos, puedes confiar en mí.



-Es que... no sé que hacer. Violet me gusta mucho pero tengo miedo.



-¿Miedo?



-Sí. Nunca me había enamorado antes.



-Mira chico, si de algo sé es de enamorarse. Lo único que tienes que saber es que jamás intentes ser otra persona, sé tu mismo.



-Tu cambiaste por mi madre.



-Vale, uno, eso es un golpe bajo, y dos, yo no cambié. Tu madre me hizo recordar la persona que siempre he querido ser.



-Entonces, si cambias algo de ti para gustarle a la otra persona pero que a la vez cambias porque tu quieres, ¿estás haciendo lo correcto?



-Ese es un tema muy complicado, pero mi consejo sigue siendo el mismo. Sé tu mismo, si a ella no le gusta algo de ti, es porque no es la indicada. La chica que te ame, lo hará con todas tus virtudes y todos tus defectos.



-Gracias Killian.



-De nada. ¿Por qué me has preguntado eso?



-Creo que a Violet no le gusta que vaya siempre con el libro.



-¿Por qué piensas eso?



-El otro día me lo llevé para enseñárselo y no mostró interés alguno, siempre estaba intentando cambiar de tema o pasaba de lo que le decía.



-A no, si el problema es el libro lo siento pero eso sí que no puedes cambiarlo. Eres el escritor, ese libro forma parte de ti, y no solo eso, además recoge la historia de tu familia.



-No lo había visto de esa forma.



-Pues estoy seguro de que si se explicas así, lo entenderá.



-Gracias otra vez.



-De nada. Y ahora arriba, tenemos un barco pirata que nos está esperando.



-Pero no he dormido nada.



-Ya habrá tiempo de dormir.



-Pero no creo que a mi madre le haga mucha gracia.

El amor es inesperado (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora