El amor es inesperado (Segunda parte)

Capítulo 39

A/N 

Este capítulo es totalmente de relleno, no pasa nada interesante, pero he disfrutado mucho escribiéndolo. Espero que sintáis lo mismo cuando lo leáis. ❤❤❤

(POV Killian)

Me despierto de golpe a causa de los gritos y patadas de Emma, miro el reloj, las 4:06 am, no quiero despertarla porque sé que no volverá a dormirse, pero tampoco puedo dejar que siga sufriendo, aunque sea solo un sueño.

- Swan, despierta. Vamos amor, solo es una pesadilla. -Digo moviéndola un poco.

Ella abre los ojos de par en par, sentándose de golpe y con el cuerpo empapado en sudor.

- Ey, amor. Mírame, ya pasó, estás bien, mi vida, estás conmigo.

Intento tranquilizarla acariciándole la espalda, a la vez que trato de apartar el pelo de su cara con el brazo izquierdo, me vendría bien tener el garfio ahora. Ella se lleva las manos a la cara, tapándose el rostro por completo, y empieza a llorar. Yo me acerco todavía más y la atraigo hacia mí, reposando su espalda en mi pecho y sentándola en mi regazo, para poder darle una sensación mayor de refugio.

- Shhh, respira, amor, tranquila. No va a pasarte nada.

Emma sigue llorando, aunque con menos intensidad, durante unos minutos más. La mantengo entre mis brazos, a la vez que le beso la cabeza repetidas veces, hasta que se calma por completo y se separa un poco para darse la vuelta y sentarse frente a mí, con las piernas cruzadas y el pelo hecho un desastre. Aún con los ojos hinchados, la cara roja y despeinada, es hermosa.

- ¿Quieres contarme lo que has soñado? -Pregunto poniéndole un mechón detrás de su oreja.

Ella niega con la cabeza, mientras se limpia las lágrimas con el dorso de su mano.

- ¿Estás segura? Igual te ayuda a sentirte mejor.

- No, no quiero hablar de eso, prefiero que charlemos un rato de cualquier otra cosa. -Dice con la nariz congestionada de tanto llorar.

Me estiro para llegar hasta la mesilla de Emma, donde está la caja de los pañuelos, y le paso unos cuantos para que pueda sonarse y limpiarse la cara.

- Gracias.

- ¿Hay algo de lo que quieras hablar?

Ella simplemente levanta los hombros como respuesta. La verdad es que tenemos tantas conversaciones pendientes, pero a la vez están pasando tantas cosas, que apenas hay tiempo para algunos aspectos importantes de nuestra vida. Como algo que lleva rondándome la cabeza desde la primera noche que volví a tenerla entre mis brazos.

- ¿Todavía quieres casarte? -Pregunto con miedo de su reacción.

Emma deja los pañuelos en la mesilla y me mira extrañada, no se esperaba esa pregunta.

- Pues claro que quiero, que Milah me haya tenido cautiva no significa que mis sentimientos por ti hayan cambiado.

- Claro, eso lo sé. Es solo que... pensaba que a lo mejor ya no te apetecía, después de todo lo que has pasado, no creo que sea buena idea hacer una fiesta.

- No, no quiero una fiesta, Killian. Quiero la pequeña ceremonia con mis padres, Henry y Allison que pensábamos hacer desde el principio.

- Tendrá que ser sin Allison.

Siento como el corazón se me para por un momento al decir eso, no puedo imaginarme una vida sin mi hija. Apenas he pasado un año con ella y ya no sé qué voy a hacer cuando se vaya, pero no me queda otra que aceptarlo y seguir adelante.